Bono el Verificador. Un sudafricano viene a
decirnos que se acaba la ETA,
y un irlandés le dice a Europa que basta de JETA, que Spain is Back Mountain y
necesita amor. Anda que…
Claro, es lógico. Ahora que todos saben que el país
es sólo un periódico y que España es eso que sale en las camisetas, todo el
mundo (no el periódico) se siente obligado –moralmente, qué palabra- a
ayudarnos.
Y VINO BONO. In vino veritas. In Bono meritus,
porque lo tiene el hablar bien de la piel de toro, ya sin toro y ya sin piel.
Gracias, Bono, por dignificarnos. Tú también te has dado cuenta de que España
necesita verificadores ajenos, ya que los españoles abatidos andan (reparta Ud.
las comas) avergonzados y hastiados de poder elegir sólo entre ser el cuñado de
Artur Mas o el de Miley Cyrus, a tal punto hemos bajado. Antes todo era más
feo; ahora es más vulgar, y es lógico que los hispanos hayan optado por la
salvación individual al modo de Corocota o Luis Candelas. Como grupo somos
bobos y saturnales devorando a nuestros hijos, vendemos la oliva y compramos el
aceite, vendemos a Silva y compramos a Bale, lo poco bueno que había se ha ido
y por eso Ana Rosa ya no tiene quien le escriba y Rajoy ya no tiene quien le
verifique, es preciso que lo hagan los de fuera, sean hombres de negro,
sudafricanos con corbata o –tu quoque-
U2.
Tu quoque es you too. U2 es youtube en Cádiz. Y
Youtube es lo de Luis del Nido sin gorra. En fin, que vaya Sábado de leer la
prensa.