martes, 29 de enero de 2013

DIVORCIO SOCIAL, REVOLUCIÓN, RENOVACIÓN.









   El DIVORCIO SOCIAL entre ciudadanos y política en España ya no tiene marcha atrás. La REVOLUCION sí se parará a tiempo. La RENOVACION vendrá en pocos años, pero no tendrá nada que ver con quienes están ahora ni con lo que hacen ahora.



   No digo que me guste nada de lo que voy a decir, simplemente lo digo, porque está de moda decir que “nadie veía venir tal cosa o tal otra”, y yo creo más bien que todos vemos siempre todo menos los que mandan. Lo malo es que además de mandar tienen los micrófonos y entonces parece que llevan razón.



   Aviso que no personalizo ni generalizo, pero me rindo ante una evidencia: en el sistema socio-político, basta la influencia de unos pocos para hacer descarrilar el tren, así que aunque la mayoría sean almas franciscanas no tienen la capacidad de volver a poner el tren en la vía, ni de cambiar las agujas para arreglar el rumbo. Como dije una vez a una amiga de la política, los partidos son como grandes árboles en los que hay un tronco duro y seco por el que apenas puede correr la savia nueva, inmutable y es el único que se reserva el monopolio del contacto con el suelo a través de sus propias raíces, un tronco que se va extendiendo en ramas también duras e inamovibles que tienen vetado el contacto independiente con el suelo, sólo permitido a través del tronco principal, apenas pueden aspirar a que nadie las corte y a servir para que de ellas nazcan otras cada vez más pequeñas a las que les pasa lo mismo en su escala; los últimos militantes, afiliados, simpatizantes, políticos de a pie, son las hojas, que por su juventud o su novedad tienen aún ganas de tocar la tierra y contactar con el suelo, pero para eso la única alternativa que les queda no es a través del árbol que ya tiene todas sus ramas anquilosadas, sino dejarse caer como hoja abandonando el árbol, lo que les propicia un momento hermoso de estancia en la tierra que sólo durará unos minutos hasta su extinción, mientras las hojas que restan en el árbol se precipitan para ocupar su lugar.



   El DIVORCIO SOCIAL entre los ciudadanos y la llamada “Casta Política” es un hecho tan evidente como la propia existencia de la casta, y ambas evidencias se alimentan recíprocamente. Lamento hablar de casta, quizá no la hay, pero para el 99% de la población la casta es como Evita: “se siente” aunque no se la vea. Podemos cambiarle el nombre, pero habrá que ponerle entonces otro a eso que se compone de: “nos ponemos de acuerdo para subirnos los sueldos, nos tapamos las corruptelas, nos indultamos entre nosotros, nos retiramos los recursos, nos hacemos las leyes electorales que nos convienen, nos aprobamos las subvenciones que nos da la gana, nos repartimos como queremos los tribunales, nos transfugamos para seguir todos en el juego, nos zampamos como queremos las cajas de ahorros, nos vamos de copas en aviones privados en lugar de vigilar lo que hacen los bancos con la pobre gente al firmar las hipotecas o al cogerles los depósitos para estafarles o al subirles las comisiones ilegalmente o al introducir cláusulas que a los 20 años anula un juzgado o al meter párrafos en los contratos con tamaño de letra que no leería ni Gulliver o al meter fórmulas que nadie comprende o etc etc., nos equivocamos y luego lo pagan otros subiendo impuestos y nunca nosotros, nos aprobamos contratos para los amigos y nadie protesta, nos miramos para otro lado cuando todos hacemos lo mismo, nos apuntamos al y tú más como forma de conseguir el y nosotros menos, nos pasamos la información contra periodistas y banqueros y profesionales y fiscales y jueces y empresarios, nos subimos los impuestos a todos menos a nosotros, rebajamos las pensiones a todos menos a nosotros, incumplimos nuestras promesas y nos olvidamos en el bar, nos reservamos privilegios para que sea más difícil llevarnos a un juzgado que a cualquier otro, nos revestimos de presunción de veracidad en todo lo que hacemos y hoy por ti mañana por mí, somos los únicos que tenemos las armas legales para corregir nuestros defectos o para denunciar nuestros vicios y no hacemos absolutamente nada porque nos va mejor así…”. No es una casta, pero espero que en “comentarios” me diga alguno de Ustedes cómo llamarlo entonces.



   Pues bien, cuando una ”casta” se enriquece pero hace también un poquito ricos a los demás, es posible que incluso caiga simpática o se la tolere como un mal menor. Cuando la casta cruza el río subida en los hombros de los demás que no hacen pie, la cosa empieza a sonar a Titánic y barcas de salvamento para vips, y entonces la cosa se tuerce. Es posible que al final venga alguien (diferente, por supuesto) a rescatar a los pobres, pero éstos no olvidarán jamás quién les dejo tirados. El divorcio mental está servido, y en España son ya cinco años de ver cómo se echan culpas y son incapaces de aunar, de explicar, de rectificar con diligencia, de darse prisa en ver lo importante, de ahorrar primero de todo en lo suyo, de dar ejemplo ellos primero de todo, de bajarse del burro ellos antes que todos los demás, de venir con los deberes hechos antes de pedirnos el voto y la ilusión… Nada de todo eso se hizo cuando era tan necesario. La decepción ha hecho cayo, y eso ya no lo arregla ni César Millán. Ahora puede que incluso nos salven (por supuesto, de la basura de descontrol, ineptitud y corruptelas en la que todo su sistema y su negligencia y su ambición nos habían metido previamente, porque este desastre no es culpa de las amas de casa ni de los domingueros del Marca), pero es demasiado tarde para que la población entienda ya la política como parte de la resistencia, más bien se la verá como parte de los colaboracionistas a los que, por piedad o por aburrimiento, se les dejó quedarse en el sistema una vez pasado lo peor.



   Lo que sí es posible que evitemos a tiempo es la REVOLUCION. Entiendo por Revolución un estallido violento, agrio, con comisión de delitos y todo, o quizá sin todo eso pero con una agresividad mucho más evidente que la latente que ahora nos corroe. La furia de Calibán que Shakespeare constreñía a la cueva de La Tempestad y Wilde se limitaba a citar en el prólogo al Dorian Gray, no puede estar demasiado tiempo constreñida o sólo citada, llega un momento en que se hace mayor de edad y actúa porque, como la maldad en el escorpión del cuento, el estallido forma parte de su naturaleza.



   Es posible, digo, que no lleguemos a eso a pesar de los 6.000.000 de parados, de los cientos de miles de desahuciados, de arruinados, de emigrados, de abandonados, de estafados, de desclasados, de excluidos… bastarán unas cuantas apariciones de la Merkel diciendo que España va bien, unos cuantos créditos a los sindicatos para que éstos se queden en casa, unas cuantas concesiones a empresas graciosas como la del juego o la del IKEA donde vayan la cámaras en día de rebajas, que España gane el Mundial de Brasil y Alonso el de Fórmula 1, y todo empezará a bajar como un souflé mal hecho, entonces saldrá Sopena diciendo que los empresarios no estaban tan mal y saldrá Verstringe a decir que todo era una conspiración de Corea del Norte, y si no es suficiente aparecerá Iker Jiménez con una psicofonía de Azaña e Iker Casillas con su propio Milán. España irá bien dentro de poco, y la duda es si la medalla se la pondrá Rajoy o Patxi López.



   Pero lo que no espere nadie es que las cosas vuelvan a ser como eran. Muchos de los políticos que ahora están no tendrán (no deberían tener) la caradura de aparecer como los artífices de la salvación, porque la gente ya se ha dado cuenta de que para ver actores se va mejor al teatro. ¿Qué pasará entonces?



   Pues que poco a poco se impondrá un nuevo tipo de político. La gente exigirá una RENOVACION bastante rápida de caras en los partidos. Eso no significa que sean jóvenes los renovadores, porque éstos pueden ser tan inservibles o tan poco fiables como sus mayores. La gente pedirá que se le dé la vara de mando al que durante todo este tiempo haya demostrado algo, la gente tiene memoria y en los momentos difíciles mucha más. Es HOY la gran ocasión de los políticos, porque aquéllos que de verdad demuestren sentido común, honestidad real, compromiso aun a costa de sí mismos, valentía, amplitud de miras, serán recompensados con la confianza para mucho tiempo. No creo que venga ninguna removida de ésas tipo 15-M, ni que aparezcan partidos radicales de uno u otro extremo, ni militares, ni tecnócratas, ni hombres de negro, ni que desaparezcan los partidos actuales (PP-PSOE), ni las instituciones habituales, ni tan siquiera la monarquía, y todo ello gracias a que (creo) no va a haber (por poco) ninguna revolución. Pero el divorcio social sí hará su labor y demostrará que todo lo anterior se ha corroído y ya no sirve. La crisis puede que nos dé esa nueva generación de políticos de verdad, algo que España se merece desde hace mucho tiempo. Dentro de unos 3-4 años espero que los veamos recoger lo que en estos años están haciendo, así que si yo fuera político empezaría a mirar a los ojos a la gente y a escuchar mucho, estudiar más y dar la cara a todas horas.

lunes, 28 de enero de 2013

FIRMITAS, UTILITAS, VENUSTAS








   Vitrubio, además de una calle de Madrid donde antaño se ponían mujeres con sorpresa, era un arquitecto romano del siglo I que ya ha muerto. Vitrubio dijo que en un edificio deben darse los tres elementos del título: Firmitas como la sostenibilidad necesaria que lo hace viable, utilitas como funcionalidad que lo hace servir para algo, y venustas como la belleza u ornato que lo hace amable (para venustas recuerden que Venus era la diosa de la belleza). Por cierto, absténgase los arquitectos de corregirme, ya lo sé.

    Suárez salió una vez en la tele blanca y negra allá por la Ley para la Reforma Política, diciendo con tono de gomina y mano en el bolsillo (del “bleiser negro diputado” sustitutivo del “blanco Movimiento Nacional”) que construir una democracia era como construir un edificio, y que era complicado hacer las tareas de reforma teniendo que mantener al mismo tiempo el edificio en pie. Qué hermoso, podía haber citado a Vitrubio y se hubiera ahorrado que le recordaran lo de la viga -en el ojo-.


   España es un país sin Firmitas, con apenas Utilitas y con demasiada Venustas. Ese es nuestro problema. Alemania es todo Firmitas, Gran Bretaña es todo Utilitas. Italia es todo Venustas. Y ahí está nuestra Iberia más las islas y plazas de soberanía, ahí estamos los aprendices vitrubianos que no salimos de Calatrava y el señor del Aquarius. Tantos siglos de vida y aún no hemos aprendido a hacer un Estado firme, sostenible, fiable, robusto, serio, creíble, con sistema óseo. En algunos momentos hemos sabido servir para algo, hemos hecho cosas grandes a base de músculos mágicos salidos de una voluntad más que de un tendón, hemos tenido épocas de utilitas a nuestro pesar y a pesar de los nuestros. Eso sí, lo que se nos da de perlas es el adorno, la tontería, la bufonada y la joya, podemos hacer lo que nadie hace y caer donde nadie cae, bendita venustas hispana.

   Aplicado al aburrido Derecho Político, yo diría que la firmitas actual es el Estado en sí (es útil para las necesidades del propio Estado). La utilitas actual es el Estado Social (es útil para las necesidades básicas de los que forman el Estado). La Venustas actual es el Estado del Bienestar (pasa de lo útil a lo placentero para los que forman el Estado, e incluso para otros que no lo integran o lo atacan).

   Es muy bonito poder tener una España de Venustas, pero siempre que antes hayamos conseguido la Firmitas y la Utilitas. Si usamos la Venustas para esconder nuestra incapacidad para la Firmitas y nuestra necedad para la Utilitas, entonces somos un país desgraciado y sólo servimos para que vengan a vernos y a echarnos cacahuetes (que con los tiempos que corren tampoco es tan mala cosa).

sábado, 26 de enero de 2013

PROHIBIDO METERSE CON AMY MARTIN



   Renovarse o vivir. Sí, ya estaba bien de corrupción a lo Torrente, con bolsas de basura en Marbella, gasolineras de Galicia o bigotes por toda España. Ha llegado la Lady Gagá de la corrupción, con su boina de France Gall, su pelo de Karina y el currículum de la Tigresa. Esto sí es para exportar, y no el jamón.

   Ser esposa de Mulas lleva ya lo suyo. Ser hombre o mujer o las dos cosas ya es difícil, como contó Platón en el Banquete. Y el “FACTURO LUEGO EXISTO” ya es cachondeo, haría las delicias de Descartes y obligaría a Sastre a cambiar existencialismo por facturacionismo. La rubia que es morena, la viva que es ficticia y el señor que es señora tienen todos los ingredientes para un Sálvame de Bukovsky, atrás quedan Paul Auster y Jean Genet, esto es más grande que el átomo porque, agárrense los machos, es REAL.

   Para quien no esté al tanto, a saber el señor de Singapur y otro de Ucrania que el otro día entró en el blog, en España hay una Fundación llamada Fundación Ideas y que yo rebautizo como Fundición Ideas, porque a base de sus ideitas se ha fundido el presupuesto de una provincia. Fundación Ideas es una entidad vinculada al PSOE, que en España es un partido y en los libros una honradez, igual que el PP (que en España es otro partido y en los libros no existe) tiene la FAES. Todas ellas sirven para hacer cosas raras y gastar pasta gansa de todos pues en España, además de pagar a los partidos, los ciudadanos pagan también a sus fundaciones para que no se diga que somos fachas. Ese dinero lo usan en cosas de utilidad supuestamente pública, y en dar trabajo a amigos y a todos aquellos que, como no saben hacer nada, necesitan que el partido les apoye con nuestro dinero y eso es un fin social muy bello.

   En este caso, la Fundición Ideas estaba dirigida por un tal Carlos Mulas, que estaba pagando 3.000 por columna a una tal Amy Martin. El escándalo ha surgido cuando se ha detectado que la tal Amy podía ser el mismo Mulas bajo pseudónimo, o bien su mujer Irene Zoe Alameda como ella misma ha confesado. Vean que el precio de la tal columna es más doloroso que la Columna Infame de Manzoni, por la ruina que nos supone a los contribuyentes. Vamos, que con ese presupuesto, las 218 entradas que lleva mi blog a 3.000 euros habrían supuesto 654.000 euros en lugar de los ceros patateros que me supone no ser esposa de socialista.

   La tal I.Z.Alameda se llevó también, según se dice, 122.000 euros para 3 cortometrajes, 100.000 euros de sueldo en el Instituto Cervantes de Suecia, y esperen a lo que salga en las próximas lunas.

   Pero a mí, qué quieren, me da igual la corrupción. Primero porque a la vista de los 22 millones del PP de Bárcenas, o los 1.000 millones de los EREs de Andalucía, qué me importan 200.000 eurillos de nada que nos furten estos Bonnie & Clyde de Villabajo. A mí me caen bien. Mulas y Alameda pueden ser los nuevos Rinconete y Cortadillo, la chica vale y a poco que la provoquen es capaz de reinventarse en mártir como Mariana Pineda. Ella es una artista polifacética (que significa de mucha cara, quiero decir de muchas caras), es mona y tiene gancho. Con corruptas así vale la pena salir en el New York Times o en el Frankfurter, imagínense lo distinto que hubiera sido si en vez de Clinton y la rural Lewinsky, el affaire hubiera sido entre Hillary Clinton y Prince, nada que ver oigan.

   Irene Zoe Alameda tiene nombre de emperatriz bizantina con aires de Macondo, se merece una oportunidad y puede demostrar que una ex del ex de la Fundición puede triunfar con las Ideas, lo ha demostrado ya porque fantasía no le falta, así que prohibido meterse con ella y a dejarla trabajar. Ojalá hubiesen tenido una Zoe para acompañar a Luis Roldán, a Barrionuevo, a Naseiro, a tantos españoles de la factoría Alfredo Landa, que con una Amy Martin a su lado hubieran pasado a ser como un Brad Pitt con Angelina Jolie de compinche, o como Batman con una Anne Hathaway deconstruyéndose a sí misma. Irene es un icono del feminismo, pues es la prueba de que una mujer que vale se ve obligada a corromperse en un matrimonio político o politizado para poder hacer su arte y llevar a Cervantes hasta Estocolmo, criaturita, qué más queremos que un ángel rubio de bote como ella, que para no tener que ponerse una loncha de secreto en la cabeza como Lady Gagá ha tenido que ponerse un impreso del Ministerio de Igualdad en la boina para que le den un duro. Una víctima es lo que es, artista incomprendida, la Santa Clara de Almodóvar, una Juana de Arco sometida a todos los Gilles de Rais del aparato.

   Esta Martin me recuerda a otra película de otro Martin, Steve, con Goldie Hawn, en la que todo era una continua ficción. Amy Martin es lo más fresco que nos ha ocurrido en mucho tiempo, como cuando Tony Leblanc se puso a comer manzana en el escenario o cuando Paloma Chamorro se soltó el cardado en la 2, esto es otra cosa, es arte, el arte de la corrupción con Youtube y chicle de menta, Viva Amy, ¡así sí me dejo robar!

jueves, 24 de enero de 2013

SOBERANO, EL DE OSBORNE.







   "El pueblo de Catalunya tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano".  

   La soberanía no se proclama de los sujetos, sino de los territorios. En esa medida, la declaración del Parlament de Cataluña no es una ilegalidad, sino más bien una chapucilla. Yo, en España, el único Soberano que conocía era el de Osborne. España es una nación soberana porque lo es sobre un territorio, el Español; si no hubiera territorio no habría nación soberana.



   Lo que ha hecho más o menos el Parlament catalán es equipararse a algo así como la OLP, que tenía e status de nación sin estado, lo cual me parece una cobardía total. Si quieren declararse soberanos, al estilo de las Cortes de Cádiz que se inventaron una soberanía que ninguna ley previa les había dado, que lo hagan abiertamente, y hablen de soberanía sobre el territorio de Cataluña. En esa medida, la ilegalidad no estaría en si el texto se contiene en una resolución o en una declaración, sino en que su declarada soberanía chocaría con la soberanía que España tiene sobre su propio territorio al completo. Dicho en plata: no pueden declararse dos soberanías sobre el mismo territorio sin entrar en conflicto.



   La declaración no ha dicho que sea sujeto “soberano sobre Cataluña”, luego quizá podríamos enviar al pueblo soberano de Cataluña a invadir Gibraltar y que montaran allí su estado, o mandarlos a Suiza que está llena de españoles y que hablen allí, o que ocupen Andorra que los Pujol ya han preparado el catering. Hay que hablar de territorio, o si no la soberanía es como el membrillo, que parece sólido pero se deshace al probarlo. El Derecho clásico define un Estado como una población en un territorio dotada de una forma de gobierno (se entiende soberano). Si me hablan del pueblo de Cataluña, pero no de su territorio, se queda coja la declaración.



    Vamos, que hablar de sujeto político es una horterada y hablar de sujeto soberano es una memez, porque la soberanía no se aplica a ninguna persona (física o jurídica) si no es en relación a algo. Es como la paternidad, que se tiene respecto de un hijo concreto, pero no se dice que Fulanito es un sujeto paterno, sino que es el padre de Menganito si es que tiene hijos, y si no se calla uno.



   Pero lo importante para Cataluña era seguir con el sainete. A ellos la ley les da igual, y por tanto mucho menos les va a importar el lenguaje. Lo realmente interesante para el Parlament es mostrar actividad. Mientras la bicicleta sigue andando no se cae, que dirían Einstein y el movimiento de la peonza, aunque ello le lleve a dar continuas vueltas sobre el mismo punto, como el círculo carcelario del cuadro de Van Gogh. País. Países.

lunes, 21 de enero de 2013

LA ESPAÑA DE SOBRE






   Cuando en una casa española se oye de pronto “¡Hoy comemos de sobre!”, en el 99% de los casos se responde con un “¡Otra vez, qué miseria!”. Pero hay un 1% de las casas en las que se responde: “¡Otra vez, bieeeeen…!”. La explicación de esta diferencia está en que se trata de dos sobres distintos.



   Los partidos políticos de España se están manifestando ahora como sobre-salientes. A mí ni me preocupa ni me escandaliza ni me deja indiferente. Simplemente no creo que haya nada nuevo que no hubiera antes, ni que habrá después, ni que haya habido en otros sistemas políticos españoles, ni que no haya en otros países.



   ¿Cuál es la novedad? La novedad es lo triste de una situación en la que, ahora que más adhesión hace falta entre la población y sus gobernantes, más parece quebrarse esa (confianza no, qué iluso) tolerancia y cohabitación entre unos y otros.



   Decía La Rochefoucault, Chateaubriand, Maupassant, Beaudelaire, Apollinaire, o uno de esos franceses de 3 o más sílabas, que todo poder por despótico o inútil que sea tiende a crear adhesiones y se mantiene gracias a ellas. Aplicado a España y a nuestro hoy ahora, yo diría que ningún gobierno por bueno que sea puede sobrevivir si no crea adhesiones. Lamentablemente, la bala de plata que tenía el PP para sacarnos de ésta puede ser inútil si la pólvora se le moja con las lágrimas de los ciudadanos. Creo que el PP está mucho más capacitado que cualquiera de los restantes partidos para arreglar la situación (una situación a la que los otros del PSOE nos abocaron con un 66% de culpa horrible, siendo el 30% restante culpa del PP y un 4% culpa del exterior), pero nunca lo lograrán si actúan tan torpemente a la hora de buscar adhesiones.



   De hecho, no lo están haciendo; se han autoproclamado mártires de la crisis, y han asumido la buba de gobernar para perecer, cuando nadie les pedía eso sino que hagan lo que tengan que hacer sin creerse los únicos listos, y que nos dejen ilusionarnos a los demás con la capacidad conjunta de alcanzar la Tierra Prometida. Rajoy se cree Moisés, al que se le encargó llevar a ésta a su pueblo pero bajo prohibición a él mismo de entrar en esa misma Tierra. Pero podríamos entrar todos, Don Mariano, si nos dejaran participar, especialmente de la ilusión de lograrlo, en lugar de marcarnos a fuego la depresión de pensar que estamos en un país en el que, incluso las buenas noticias, estarán manchadas de chapapote.



miércoles, 16 de enero de 2013

LAS INDEPENDENCIAS SON PARA EL VERANO



   El otro día, en una encuesta de la tele, una jovencita no sabía quién era Fernando Fernán Gómez. Me di cuenta de que el que sobra soy yo. Pero bueno, para los que queden de cuando los años de la Burbuja, sabrán que el título de hoy es un homenaje al ingenio de aquél.

   Los líderes catalanes, cada vez menos líderes cuanto más catalanes, están por fin acudiendo al diccionario de sinónimos para buscar cómo decir lo que no quieren decir que saben que deben decir pero diciéndolo de forma que nadie diga que lo han dicho pero tampoco que no lo han dicho, me entienden lo que digo, ¿no? Que no se diga luego…

   Ya van por la redacción “n” de su propuesta de independencia. Lo de “n” es otro homenaje, esta vez a los matemáticos, que suele poner “n” para designar la “enésima” o sea “ni se sabe cuántas ya” de una cosa. Como homenaje a Napoleón (hoy va de homenajes), yo pido que alguien me diga desde cuándo se usa la “n” para designar a lo indeterminado, porque si nadie me dice nada yo tengo mi teoría friki: en el Código Civil Español se usó la expresión “N” para indicar lo genérico en el artículo 769: Cuando el testador nombre unos herederos individualmente y otros colectivamente, como si dijere: "Instituyo por mis herederos a N. y a N. y a los hijos de N.", lo cual debe venir de que el Código Español se inspiró en el francés de Napoleón (N).  

   Pues bien, van ya por la “n” redacción, porque no saben cómo seguir con el tema, por suerte ya llega el viernes y –como la cabeza parlante del Quijote, que los viernes permanecía muda-,  ese día podrán hacer una pausa hasta el lunes, y usar el fin de semana para pensar lo que hacen.

   Mientras tanto, son los demás lo que se devanan los sesos para buscar cómo hablar de independencia sin usar la palabra. Los de Iniciativa, el PSC con el derecho a decidir, el PSOE con el Estado Federal… Qué cansinos.

   Todo por no darse cuenta de que las Independencias son para el Verano, y que una vez llegado el Otoño hay que volver al mundo, y trabajar, que el Invierno es duro y la Primavera cara, y que no puede basarse el Futuro de un pueblo en regurgitar el Pasado. En Verano están muy bien los ejercicios lingüísticos, todos en la playa y con la tortilla de patatas, leyendo el Marca, el As, el Sport o el Super Sport, pero lo inaudito es que en los momentos de ponerse serios sigamos con el follón, con la que está cayendo. Y aquí no culpo a los viscerales del independentismo, que ésos al fin y al cabo han nacido para eso; me lamento de los otros, los trepas que utilizan la diatriba nacionalista para ocultar sus corrupciones, sus ambiciones de canonjía, sus frustraciones de partido, sus impotencias y mezquindades. Que a estas alturas de Invierno sigamos con el rollo y estén ahora en a ver cómo salir del lío lingüístico (nunca mejor dicho) para no perder el honor, es descorazonador. Va a ser más fácil ponerle nombre a la niña de Rajoy que a la piña de Artur Mas.

   No obstante, hay una lección que sacamos de todo esto, y que para mí es una evidencia desde hace muchísimos años (por eso no entiendo cómo desde el poder central no se ha usado este arma hasta hoy). Si Usted quiere desactivar un movimiento de masas que pretenda un referéndum sectario, lo que tiene que hacer no es mandar a los antidisturbios sino conducirles como en un embudo hasta que se vean obligados a contestar las dos preguntas siguientes: 1ª “¿Cuál es la pregunta concreta que hay que hacer?” y 2ª “¿Quiénes van a tener derecho a votar en ese referéndum, y por qué los demás no?”.   

   Si en lugar de tanta tontería, el Sr. Mas y sus Menos tuvieran que comparecer contestando a esas dos preguntas de una manera taxativa, se acabaría el 80% del lío, porque una gran mayoría se daría cuenta de que estaría siendo utilizada para algo que no es lo suyo. No hay nada mejor para vencer a un monstruo que ponerle un espejo delante. Como no se hace así, seguimos pedaleando, a ver si con suerte llega Julio, el Tour y la Diputación Permanente.