sábado, 26 de enero de 2013

PROHIBIDO METERSE CON AMY MARTIN



   Renovarse o vivir. Sí, ya estaba bien de corrupción a lo Torrente, con bolsas de basura en Marbella, gasolineras de Galicia o bigotes por toda España. Ha llegado la Lady Gagá de la corrupción, con su boina de France Gall, su pelo de Karina y el currículum de la Tigresa. Esto sí es para exportar, y no el jamón.

   Ser esposa de Mulas lleva ya lo suyo. Ser hombre o mujer o las dos cosas ya es difícil, como contó Platón en el Banquete. Y el “FACTURO LUEGO EXISTO” ya es cachondeo, haría las delicias de Descartes y obligaría a Sastre a cambiar existencialismo por facturacionismo. La rubia que es morena, la viva que es ficticia y el señor que es señora tienen todos los ingredientes para un Sálvame de Bukovsky, atrás quedan Paul Auster y Jean Genet, esto es más grande que el átomo porque, agárrense los machos, es REAL.

   Para quien no esté al tanto, a saber el señor de Singapur y otro de Ucrania que el otro día entró en el blog, en España hay una Fundación llamada Fundación Ideas y que yo rebautizo como Fundición Ideas, porque a base de sus ideitas se ha fundido el presupuesto de una provincia. Fundación Ideas es una entidad vinculada al PSOE, que en España es un partido y en los libros una honradez, igual que el PP (que en España es otro partido y en los libros no existe) tiene la FAES. Todas ellas sirven para hacer cosas raras y gastar pasta gansa de todos pues en España, además de pagar a los partidos, los ciudadanos pagan también a sus fundaciones para que no se diga que somos fachas. Ese dinero lo usan en cosas de utilidad supuestamente pública, y en dar trabajo a amigos y a todos aquellos que, como no saben hacer nada, necesitan que el partido les apoye con nuestro dinero y eso es un fin social muy bello.

   En este caso, la Fundición Ideas estaba dirigida por un tal Carlos Mulas, que estaba pagando 3.000 por columna a una tal Amy Martin. El escándalo ha surgido cuando se ha detectado que la tal Amy podía ser el mismo Mulas bajo pseudónimo, o bien su mujer Irene Zoe Alameda como ella misma ha confesado. Vean que el precio de la tal columna es más doloroso que la Columna Infame de Manzoni, por la ruina que nos supone a los contribuyentes. Vamos, que con ese presupuesto, las 218 entradas que lleva mi blog a 3.000 euros habrían supuesto 654.000 euros en lugar de los ceros patateros que me supone no ser esposa de socialista.

   La tal I.Z.Alameda se llevó también, según se dice, 122.000 euros para 3 cortometrajes, 100.000 euros de sueldo en el Instituto Cervantes de Suecia, y esperen a lo que salga en las próximas lunas.

   Pero a mí, qué quieren, me da igual la corrupción. Primero porque a la vista de los 22 millones del PP de Bárcenas, o los 1.000 millones de los EREs de Andalucía, qué me importan 200.000 eurillos de nada que nos furten estos Bonnie & Clyde de Villabajo. A mí me caen bien. Mulas y Alameda pueden ser los nuevos Rinconete y Cortadillo, la chica vale y a poco que la provoquen es capaz de reinventarse en mártir como Mariana Pineda. Ella es una artista polifacética (que significa de mucha cara, quiero decir de muchas caras), es mona y tiene gancho. Con corruptas así vale la pena salir en el New York Times o en el Frankfurter, imagínense lo distinto que hubiera sido si en vez de Clinton y la rural Lewinsky, el affaire hubiera sido entre Hillary Clinton y Prince, nada que ver oigan.

   Irene Zoe Alameda tiene nombre de emperatriz bizantina con aires de Macondo, se merece una oportunidad y puede demostrar que una ex del ex de la Fundición puede triunfar con las Ideas, lo ha demostrado ya porque fantasía no le falta, así que prohibido meterse con ella y a dejarla trabajar. Ojalá hubiesen tenido una Zoe para acompañar a Luis Roldán, a Barrionuevo, a Naseiro, a tantos españoles de la factoría Alfredo Landa, que con una Amy Martin a su lado hubieran pasado a ser como un Brad Pitt con Angelina Jolie de compinche, o como Batman con una Anne Hathaway deconstruyéndose a sí misma. Irene es un icono del feminismo, pues es la prueba de que una mujer que vale se ve obligada a corromperse en un matrimonio político o politizado para poder hacer su arte y llevar a Cervantes hasta Estocolmo, criaturita, qué más queremos que un ángel rubio de bote como ella, que para no tener que ponerse una loncha de secreto en la cabeza como Lady Gagá ha tenido que ponerse un impreso del Ministerio de Igualdad en la boina para que le den un duro. Una víctima es lo que es, artista incomprendida, la Santa Clara de Almodóvar, una Juana de Arco sometida a todos los Gilles de Rais del aparato.

   Esta Martin me recuerda a otra película de otro Martin, Steve, con Goldie Hawn, en la que todo era una continua ficción. Amy Martin es lo más fresco que nos ha ocurrido en mucho tiempo, como cuando Tony Leblanc se puso a comer manzana en el escenario o cuando Paloma Chamorro se soltó el cardado en la 2, esto es otra cosa, es arte, el arte de la corrupción con Youtube y chicle de menta, Viva Amy, ¡así sí me dejo robar!

2 comentarios:

  1. Esta chica ha cobrado todo eso porque se lo han dado. Es como la Pajín metida a cantante, pero no tiene mando en el PSOE y, por tanto difícilmente, se la puede acusar de delito. Su marido, el Sr. Mulas, sin embargo, que muy probablemente sea Amy Martin, es el verdadero responsable y su imagen no va a quedar tan vapuleada como la de esta chica, que es pésima artista y una diva, pero está ahí porque otros la han puesto (como Caffarel). Son esos otros los que me preocupan más.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, preocupante es todo, pero al menos es un asunto divertido, se presta a guión de cine, si nos abstreaemos de lo lamentable que es el transfondo de corrupción que hay detrás. Ojalá sirviera para empezar a destapar todo el despilfarro y robo que ha habido con ayuditas a los amigos.

    ResponderEliminar