miércoles, 29 de junio de 2011

MARIANO, POR TU MADRE, GUARDA ESA LIBRETILLA



   España está perdida. Ya lo estaba con ZP, a pesar del discurso brillante –mentiroso pero adulto- del portavoz del PSOE, el sanado Alonso. Ahora lo está también por Rajoy, que una vez más ha perdido la ocasión de hacerme feliz. Estoy hablando del Debate sobre el Estado de la Nación (española). Quien quiera algo sesudo busque hoy en otra parte, porque sólo me queda neurona para el dolor y la risa.

   Habíamos llegado hasta aquí ya sin Estado y sin Nación, pero al menos con Debate, la oposición afilaba sus micrófonos y el poder repasaba el play-back de aplausos y la puesta “de pies” a ritmos cronometrados, como si un regidor de telebasura les diera la señal de alzarse, tan vulgar como siempre. No, más vulgar. El Presidente de corcho –lleno de aire y sin peso, pero insumergible y tentetieso, sólo útil como tapón- ya tenía asumido su papel, y ahora llegaba la batalla de la imagen. ZP con pelo corto, ceja suavizada o canosa de María Antonieta, que ya no lo sé, las ministras con colores suaves y Gandalf Rubalcaba perdonando como si ya fuera Tiberio. Bono repartiendo los gorros de Griffindorf. Quedaba ver a Rajoy.

  Y entonces me sale el líder de la Oposición, a hacer la Proposición. Medio planeta, incluida Pajín, pendiente de qué va a decir, aunque todos ya sabemos que lo importante no es el qué sino el cómo, y más aún, la foto para la prensa muda... En las elecciones anteriores sacó esa cosa de la Niña que me dejó hipnotizado ante la tele, como se quedan los del Tú sí que vales cuando sale un esperpento de ésos impagables. ¿Qué haría esta vez?

   Pues va y me saca la libretilla de sus propuestas. ¡Una libretilla! Vamos, llámenlo panfletillo, fancín, lo esgrime como quien ha descubierto la sopa de ajo, lo exhibe como el Profesor Franz de Copenhague mostraba sus plantillas en el TBO... ¿Qué es eso, Mariano? ¿Ese colgajo de cuatro folios es tu propuesta para sacar a España de la crisis? ¿O son las notas escolares de tu Niña? Me saca un dossier de Domine Cabra que es más escuálido que las instrucciones de un patinete, con anillitas que sobresalen del papel y un papel que por la pinta incluye plástico portada contraportada índice reíndice resumen y gráficas o sea de texto cero, dos palabrejas a triple espacio negro sobre blanco y nada de gris materia. ¡Mariano!

    De verdad, no sé quien le prepara a este hombre los discursos. El texto no estaba mal y ha ido a lo seguro, limitándose a copiar a Cicerón en las Catilinarias con el “Hasta cuándo...”, que ya es repetido pero ya se sabe que a la derecha le gusta repetirse por lo de conservar; Rajoy suele estar holgado en el Parlamento, demostrando que es un buen opositor (me refiero a Registrador). Pero como imagen, si alguien le ha dicho que muestre el texto de sus propuestas para que el pueblo retenga un icono, se ha olvidado de decirle que es mejor no sacar nada a sacar ese engendro, manual de Huevo Kinder, más huérfano que el currículum de un becario, más ridículo que un buen jurista en el Constitucional y menos tranquilizador que Otegui en Disneylandia...


   Ya sabemos que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero tan breves no pueden ser las ideas de Rajoy para recuperar el Imperio, y a veces hay que sacar un buen tocho de folios para impresionar. ¿O es que no impresionaba antaño la llegada a las Cortes de la furgona de los Presupuestos del Estado, con cinco ordenanzas para sacar a peso los fardos de papel, con su cordelillo amoroso aún atado y los fotógrafos haciendo cola? ¿No era mejor eso que ahora que llega la ministra y saca con dos deditos un penn-drive de su bolsito de Hermes? Barata escenificación actual. 

   Perdonen esta disgresión, sé que quien la lea esperaba algo sobre el fondo del asunto. Pero es que el fondo es lo que ya conocemos, es donde estamos y de donde no saldremos en mucho tiempo, viendo a quiénes tenemos a uno y otro lado. Por eso me permitirán que me ría viendo cómo el supuesto salvador sabe moverse en el estrado, y cómo su equipo de asesores le sigue ayudando a ganar, tan a su pesar. Ah, y que nadie lea esto como un apoyo a Zapatero, o le retaré en el Cabo de Hornos.

domingo, 26 de junio de 2011

BIBIANA AIDO Y LAS CASCAS AZULAS

  
   “Promoveatur Ut Removeatur” (una forma de quitar de en medio a quien molesta es ascenderlo).

   Zapatero no sabía qué hacer con Bibiana Aido –Aidondelavén- desde que le hizo la foto de ministra recién entrada en trenti, y menos aún desde que tuvo que cesarla dejándola en Secretaria de Estado. Por eso no ha parado hasta comprarle un puesto en la ONU (según parece, el puesto lo pagará España). Luego dicen que si Franco y Massiel.

   Daré una explicación previa para el señor de Singapur que a veces mira este blog, y para el de Estados Unidos que lo hace desde hace unas semanas (debe ser de la CIA, por si digo comunismo): Bibiana Aido es una española que fue Ministra de Igualdad con 31 años. El 25 de Junio de 2011 (o sea, ayer) apareció en prensa su designación para un cargo en la ONU, y el día 26 de Junio de 2011 (o sea, hoy) aparece en Wikipedia lo siguiente en tiempo pasado, como si estuviera ya en el Panteón de los Inválidos junto a Napoleón y José Bonaparte, o como si Miguel Angel ya le hubiera hecho el Mausoleo junto a Lorenzo y Giuliano de Médicis:

“En junio de 2011 fue nombrada asesora especial de la directora ejecutiva de la Agencia de Naciones Unidas para la Mujer (ONU Mujeres), Michelle Bachelet. En su anuncio, ONU Mujeres afirmó que Aído poseía "una distinguida carrera de servicio público para el Gobierno de España".

   Hace años, cuando España mandó ayuda a Irak para su reconstrucción, lo hizo enviando funcionarios, y yo me preguntaba qué pecado tan feo habían cometido los iraquíes para que les castigáramos con nuestros funcionarios. Ahora me pasa igual, ¿por qué queremos tan mal a la ONU que les mandamos a nuestra ex (ministra)?

   Que conste que no me parece mal la juventud en los ministros. Palmerston lo fue con 25 años y Churchill con 34. Pitt el Joven fue primer ministro a los 24. No hay que poner freno a los grandes intelectos para que demuestren lo que saben. El problema es si demuestran lo que no saben.

   Por eso quiero advertirles, patricios de la ONU, de qué es lo que les mandamos. La Señora Aido es famosa en España por varias cosas y ninguna loable. Ha sido Ministra de Igualdad cuando parece que su mayor mérito político es haber sido hija de un preboste provincial de su partido, lo que denota gran amor a la igualdad de oportunidades. Es famosa por decir simplezas -no obstante tener un título académico- que demuestran su poco amor a la lectura; así, por ejemplo, inventó la palabra “miembras” para hablar de los miembros de sexo femenino; y lo peor de su ignorancia no fue tenerla (de lo que uno puede no ser culpable) sino el exhibirla y vanagloriarse de ella, queriendo disimular su error diciendo que ella no tenía la culpa de que la Academia no hubiera aceptado este palabro y sí otros anglicismos como “guay” y “fistro”, cuando todo el mundo sabe que “guay” no es de Inglaterra sino del Paraguay, y que “fistro” es de Chiquitistán. Dijo que un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no un ser humano, es decir un ser vivo bacteriano o Roswelliano, el Protofantasmita de Fausto o un Hombre–Cerdo de Lovecraft, quién le manda hablar del “ser” después de Parménides. Vamos, que tiene la virtud de convertir sus defectos en virtudes... para ella sola. Algunos en Internet se dedicaron a recopilar sus greguerías.

   Según la oficina de la ONU, ha prestado grandes servicios al Gobierno de España, y nadie lo duda; hubiera sido deseable que además de al Gobierno le hubiera prestado servicios a la propia España, o al menos a su Diccionario. Hasta ahora, sin embargo, la huella que ha dejado es la de una política que llega al poder por nepotismo, se mantiene en él por cuota y se vuelve indigna de él por chulería. Eso sí, creo que en la ONU pasará desapercibida si es que habla en inglés, porque como en ese idioma no hay géneros y “member” significa tanto “miembro” como “miembra”, la española no tendrá problemas. Yo espero que hable en británico, porque como se proponga fomentar el Español y la Igualdad al mismo tiempo, la veremos pronto hablar de las Cascas Azulas a través de las Micrófonas en las Departamentas Oficialas y que todo sea por la Mejora Servicia Pública a la Munda. Al fin y al cabo, debe aprovechar que en las Estadas Unidas no es competente el Real Academio del Lenguo. 

   Alguno pensará que soy desconsiderado. Yo pregunto si lo desconsiderado no es tener a 46 millones de españoles trabajando para pagar con sus impuestos los Bienquedas de Zapatero, y siendo representados ante el mundo por doña Bibiana y sus Performances. También me pregunto si los miles de millones de mujeres del mundo no pueden aspirar a una asesora mejor que aquélla a quien ni ZP ha querido para sí, y que lo primero que ha hecho con su nombramiento es colgarlo orgullosa en Wikipedia como si fuera la foto del último botellón (si no ha sido ella, me encantaría saber quién la adora de tal forma que cuelga sus noticias casi antes de que se produzcan). Y que conste: no tengo nada personal contra ella, que seguramente es una estupenda persona; pero es que mi concepto de ministro se acerca más al de Floridablanca, Jovellanos, El Marqués de la Ensenada, y claro...

sábado, 25 de junio de 2011

BILDU Y EL PASADO



   Según parece, uno de los mandamases del Bildu ha dicho que la bandera española y el retrato del rey sobran en las sedes oficiales vascas porque son “como cosas del pasado”. Yo no quiero criticar ahora las ideas de este hombre, entre otros motivos porque no sé si lo que tiene debe llamarse ideas o emociones, pero sí puedo criticar algo que casi siempre me aburre: la incongruencia.

   Resulta patético –ridículo- que un “abertzale” desprecie algo por ser propio del pasado, cuando su único argumento político es la salvaguarda de un pasado épico y falso que se han inventado entre cuatro. Sus mitos son el desembarco del Tubal bíblico en la tierra vasca, la existencia de una entidad que nunca existió de manera política, la pesadilla casposa de un señor llamado Sabino Arana que decía unas cosas que hoy sólo servirían para guiones de “Humor Amarillo”, o la pervivencia de un RH de cuando el meteorito de los dinosaurios. La pena es que estos señores no conozcan algo más de su propia historia aparte de los propios ideo-gluten que les han preparado sus chamanes, ésos sí que son perroflautas cuando repiten como zombies las cuatro frases bobas de siempre, victimistas y fáciles, como si fueran los únicos que han sufrido, los únicos que han sido globalizados, integrados, marginados, qué pena que no conozcan los privilegios que durante tantos siglos les ha propiciado el estar dentro de ese rebaño que tanto les cansa y al que tanto cansan. Qué pena que sus valles sean tan abruptos que hayan dificultado a muchos de ellos el viajar, y qué pena el que a pesar de haber tenido tantos vascos viajeros, geniales, intrépidos, ilustres y cultos, hayan cogido el testigo los más cutres de los ignorantes convirtiendo una historia interesantísima en un panfleto aldeano, y hayan transformado una lengua apasionante en una jaula.

   Se nota que no soy nacionalista, será porque mi barco me lleva por tantos puertos que a ninguno puedo llamar el mejor. Para aquéllos que gusten de protestar contra lo políticamente incorrecto, les ahorraré el gusto diciendo que respeto cualquier idea siempre que no atente contra los derechos humanos y, sobre todo, que no genere sufrimiento gratuito ni incremente la idiotez social; en esa medida, que cada uno se lo aplique y haga examen. Hoy sólo quería hablar de lo del pasado. El rechazo de éste es lógico en Bildu en cuanto a la bandera, dado que la de ellos es mucho más moderna que la española, pero en cuanto a la entidad política les ruego que se aclaren, porque no pueden criticar ese origen antiguo si el propio nacionalismo se basa en la recuperación de una supuesta comunidad Neanderthal previa al Horror Hispánicus. Quisiera saber cuántos científicos de prestigio han votado a Bildu. Cuántos antropólogos. Cuántos juristas. Cuántos historiadores que no hayan estudiado allí mismo.

   Toda esta diatriba sobra, porque a ellos les da igual. Si no te convencen, te gritan, y si te tapas las orejas, te pegan. Chateaubriand dijo que cuando la discusión lingüística no da un vencedor, una de las partes acude a la grosería y contra esa no tiene defensa el alma culta. Menos aún la tiene contra la violencia. Frente a eso, los individuos no tenemos nada que hacer, porque para eso inventamos la ley, la ley de todos, y dimos el monopolio de la fuerza al Estado para hacerla cumplir. Cuando el Estado renuncia a hacer cumplir la ley, los individuos nos podemos retirar a casa y dejar el campo a los groseros. Los mismos que apuraron al máximo los recursos legales para poder presentarse, ahora están incumpliendo las leyes de banderas, las que impiden ensalzar a terroristas y usar los medios públicos para actos ilegales, las que proscriben las coacciones, los insultos, las que prohíben proponer referéndums ilegales, etcétera. El Tribunal Constitucional no les ha parecido del pasado cuando les ha dado la razón para poder presentarse, qué casualidad. 

    Aun así, reprocho muy poco a Bildu y al Tribunal Constitucional sus incongruencias. El primero hace lo que ya se sabía que iba a hacer; el segundo ha actuado en una fase muy inicial del problema y no puede arreglar lo que otros dejaron borroso para quedar guapos en el BOE. Mi reproche es mucho mayor contra Gandalf Rubalcaba como ministro competente incompetente, contra su amigo Sam Pepiño Blanco que dice que si se hace algo ilegal habrá que aplicar la ley (Señor Blanco, ya lo están haciendo, y Usted no hace nada salvo el Don Tancredo), a los cientos de fiscales, al Fiscal General del Estado, a los miles de políticos y funcionarios del PP y del PSOE y de todos los demás partidos electos que son autoridad y podrían iniciar acciones penales por lo que ya están haciendo hoy mismo. Todos esos señores “podrían” estar cometiendo un “presunto” delito de prevaricación, por permitir que se esté incumpliendo la ley y no ejercer sus funciones para hacerla cumplir. Como no lo hacen ni tienen intención, siguen desviando la atención sobre el Señor Pascual Sala y los otros del TC, como si después de su brillante intervención no se estuvieran produciendo docenas de situaciones que permitirían solicitar la ilegalización de las personas y de la entidad triunfadora. Centrar la atención sólo en el TC es como echar la culpa de los crímenes nazis al sastre que le hizo el primer traje a Hitler. También podría decir que son culpables de la situación los millones de españoles que podrían denunciar estas cosas, pero claro, viendo cómo ejercen la defensa de la ley los encargados de hacerlo, cómo puede alguien animarse a abrir ese melón sin temer que le salga del interior una serpiente con un hacha.

lunes, 20 de junio de 2011

CUMBRES BORROKOSAS (CODIGO PENAL DE FIN DE SEMANA PARA EL ZETAPRESIDENTE, Y MEDALLA PARA EL SEÑOR MAS)

  Aunque parezca que lo de los indignados arrecia, no es cierto. Si bien la mayoría de ellos es candorosa, le está saliendo una minoría bastarda cada vez más rabiosa que está llegando a la cima del monte Borroka. A ella dedico esta entrada. El Presidente de España dijo que no le preocupa, el Ministro candidato hace chistes con las bermudas puestas, y el Molt Honorable se sube al helicóptero y clama por un castigo ejemplar. Por partes:

Señor ZPresidente, aunque luego rectifique lo de Usted no es de recibo. Ni siquiera por la frase desafortunada de que “no le preocupa”, porque es la que tiene Usted en el disco duro para contestar a todo: “no me preocupa, no me preocupa…” ¿Qué le preocupa, señor ZP? Pero mire, muchos días antes debía Usted haber salido ya a la tele, porque la ocasión lo merecía, y haber dicho a la nación que todo esto que está pasando con los indignados va contra las leyes de nuestra convivencia.

Ya que Usted estudia economía en un fin de semana (que la aprenda es otra cosa) le paso una lista del Código Penal para el fin de semana próximo:

Artículos 169 y siguientes.- por las Amenazas que hemos oido proferir.
172.- Coacciones, por impedir a otros hacer su trabajo, comerciar, pasear, acudir a parlamentos, hablar libremente, ejercer el periodismo… Si impide ejercer un derecho fundamental, la pena es más grave.
215.- Calumnias, por todas las vertidas acusando a muchos políticos de ladrones, asesinos, corruptos, etc., en general.
493.- Invadir o presentarse en las sedes de los organos legislativos del Estado o Comunidades Autónomas, o
494.- Promover o realizar manifestaciones ante sus sedes, estando reunidos, alterando su normal funcionamiento, o 
495.- Intentar penetrar en las mismas, o
496.- Injuriar gravemente a dichos organismos, o
497.- Perturbar el orden de las sesiones, o
498.- Utilizar violencia, fuerza o intimidación para impedir a un miembro de éstos asistir a sus reuniones, o
503.- Coartar la libertad de reunión de organismos políticos.
504.- Injuriar o amenacen a las Fuerzas de Seguridad
505.- Perturbar el orden de los plenos locales
550.- Resistencia activa a la autoridad, empleando incluso la fuerza.
551.- Más grave si es contra miembros de organos políticos
554.- Maltratar de obra a miembros de las fuerzas de seguridad.
556.- Resistencia a la autoridad o sus agentes.
557.- Atentado con la paz pública, orden público causando lesiones a la personas y daños en las propiedades.
558.- Perturbar del orden en un juzgado o en actos públicos de una corporación, (vease resistencia a desahucios de los juzgados, a los plenos municipales, etc.,)
634.- Falta de respeto a la autoridad o sus agentes.
…..

Ya sé que Usted y muchos de sus amigos tienen como única medalla presumir de que corrían ante los grises de España o en el París del 68, aunque aún no hubieran nacido. Por eso entiendo que les cuesta leerse el Código Penal, y por eso yo le mando esto, como lectura sólo, no hace falta que se lo aprenda. Se lo puede pasar al su candidato de Usted para que busque nuevos chistes, que sé que es lo que le gusta.

En cuanto al Señor Mas… no sé qué tienen los helicópteros que cuando uno se sube baja transformado. Le pasó a Rajoy, a Espe, al Equipo A… ahora le llegó el turno a Artur Mas. Parece que más que un viaje a la Generalitat haya hecho un Viaje Astral, como Don Quijote subido en Clavileño entre petardos y alucinógenos, aunque yo me temo que por lo ridículo se parece más a un viaje en el tiempo estilo Austin Powers o Woody Allen en El Dormilón, y ha retrocedido doscientos cincuenta años, verán por qué. Ha pedido un castigo ejemplar contra aquellos que le obligaron a ese periplo. Yo le quiero poner una medalla, no como premio sino porque como lleva pincho será más difícil que se le caiga. La medalla consiste no en un disco metálico sino en un libro, “De los Delitos y las Penas”, de Cesare Beccaria, es algo así como de 1764 y en él ya se destila el Derecho moderno, inspirado en Montesquieu y esos perroflautas de la separación de poderes y la justicia.

Beccaria proclamó que las penas deben ser proporcionadas, que no deben castigar más allá de lo justo que es separar al delincuente del delito y evitar uno nuevo, y por tanto eludiendo la ejemplaridad como “plus” más cercano al espectáculo que agrada al tirano que a la bondad que agrada al contrato social. Beccaria, es cierto, no manda ni es Molt Honorable, no se excita cuando le hacen subir a un “licotéro”, y si hoy viviera sería de los que pedirían castigo también cuando los mismos borrokas hacen en Elorrio lo mismo que en Cataluña, o cuando las juventudes del partido del Señor Mas queman banderas y pasaportes y abuchean en actos de violencia para los que aquél no ha pedido nunca ejemplaridad alguna, etcétera.

Señor Mas, lo que Usted pide pasó de moda hace más de doscientos años. Eso sí, se sigue haciendo, en Guatánamo y sitios así, pero queda muy mal decirlo. Lo que sí hay que hacer es aplicar la ley, suave pero inexorablemente como pedía Beccaria, -y no a grititos pero sin mover un dedo-, tanto Usted como el Señor Zapatero, o Rubalcaba, o los del PP allí donde tengan las competencias. Ustedes hablan y hablan todo el día, pero no se atreven a usar la ley, con los siglos que costó hacerlas. Eso sí que es indignante.

miércoles, 15 de junio de 2011

GLENN GOULD Y BACH. UNA HISTORIA DE AMOR.

 
Algunos viciosos del Youtube han (hemos) descubierto las imágenes cincuentenarias de Glenn Gould interpretando a Bach en un piano Steinway. Las imágenes circulan veloces como una bacteria buena en la red social, haciendo felices a muchos, a mí por supuesto y sin reservas.

Leía en el periódico del Domingo una reseña sobre la reciente publicación de unas 140 cartas de Glenn Gould. ¿Quién es? Yo no lo sé, no soy de los que presumen de conocerlo de toda la vida, así que cuéntenmelo Ustedes. Realmente me da igual, me sobra lo que veo.

Gould es una especie de niño prodigio canadiense que según Wikipedia nació en 1932 y según su madre –suponemos- en un día hermoso. A la vista de lo aparente, es un artista de ésos que llaman mediáticos, amados por la cámara y por las productoras, especial para muchos y populista para otros, una especie de divo magnético al margen de su calidad como lo que en su momento pueden haber sido Leonard Bernstein, María Callas, Andy Warhol o, para los más castizos, Curro Romero o Lola Flores.

De la reseña en papel me quedo con una frase que dijo, algo así como que “lo que más me motiva es tocar sin público”. Esa es para mí la clave de su atractivo: parece que sólo le importa su relación con el instrumento, con la música, abstrayéndose de todo lo que le rodea. Especialmente con Bach. En esa medida, lo que presenciamos cuando le vemos tocar es una especie de rito, de cortejo amoroso como el de dos caracoles húmedos o dos leones marinos, es casi una intromisión impúdica asistir silencioso a esa escena celestial en la que un artista se comunica con la obra. Sólo cabe estar callado ante tal momento taumatúrgico y dejarse curar por él, porque nada malo nos puede ocurrir en su presencia.

Frente a ese fenómeno, me parecen irrelevantes los juicios que veo vertidos en ciertas críticas: que si no es acertado tocar a Bach en el piano, que si es un maniático, que si vuelca su ego en la pieza… Miren, todo eso se lo podemos decir a otro, pero no a éste. Dicen que preguntaron a Einstein por la velocidad de la luz, y que él contestó: “No sé, eso pregúnteselo usted a un bachiller”. El periódico da cobijo a aquellas críticas, recordando que frente a los rigores historicistas de Nicolaus Harnoncourt y el apego artesano de Gustav Leonhardt (maravillosos, por cierto), aparecen figuras como la de Gould que se saltan a la torera ciertos rigores musicales, especialmente al tratarse de Bach al que el piano le venía muy posterior. Yo no estoy muy de acuerdo, si se me permite hablar como lego. Es cierto que en tiempo de Bach no existían los pianos que vinieron después, pero también es cierto que la música de Bach es lo más “anti-instrumento” que existe, pues muchas veces ni siquiera él decía para qué instrumento componía, y que su obra es tan cósmica que resiste cualquier transposición instrumental. El mismo Bach sentía mucho interés por las novedades técnicas, y buena prueba de ello es que -ya anciano- en Mayo de 1747, al visitar al Rey de Prusia Federico II, éste le pidió que probara los nuevos pianos (pianoforte) Silbermann que acababa de recibir; el rey improvisó un tema en uno de esos pianos, y Bach lo siguió sin problema alguno, hasta el punto de que a los dos meses el rey recibía una partitura como regalo de Bach conteniendo un puñado de variaciones marcianas sobre dicho tema, y que es por todos conocido como “La Ofrenda Musical”. Si Bach viviera hoy, tocaría en su clavicordio y también tendría un programa informático supernovedoso para hacer la música más vanguardista que nadie hubiera imaginado.

El párrafo anterior sobraba, si lo prefieren así. Lo importante es que a veces la vida nos ofrece el espectáculo de un artista enamorado, y en tal caso no hay que mirar más allá, sino dejarse arrebatar por las migas que nos deja recoger.

lunes, 13 de junio de 2011

LOS INDIGNADOS, LA RETIRADA DEL AVENTINO Y EL MANIFIESTO DE LOS PERSAS.

Indignado estoy yo, o lo estaría si viviera en tierra. Parece que se van los Acampados hijos de Eva, una vez derrochado su capital de empatía, consumidas las rebanadas de tulipán que les prepararan sus madres, y sufrido –desgraciadamente para ellos- el bautismo de fuego de hurtos, tocamientos y decepción.

Los sociólogos se lo van a pasar bomba analizando el proceso, qué ha pasado, en qué ha quedado, dónde están los líderes, que hay de su programa, había o no antisistemas… A mí no me da la neurona para tanto, así que me limito a recoger cosas que me dicen los pescadores de costa al ir a hacer la aguada.

La mayoría de la gente parece ahora indignada con los indignados, especialmente la que ha tenido que sufrirlos. Hablan de pérdidas millonarias en el comercio, en horas de sueño, en turistas que se han espantado… Parece que los jóvenes –y no tan jóvenes- se han leído muy bien sus derechos, los que lo son de verdad y los que sólo son principios rectores de la vida socioeconómica según la Constitución, da igual, todo lo que esté es invocable… Sí, pero ninguno hablaba de sus obligaciones, que se las han saltado todas a la torera, generando un perjuicio grande al resto del pueblo en cuyo nombre decían hablar. Lo cierto es que, con independencia de que se hayan sumado a la juerga los okupas, los anti, los borrokas o los fumatas, de la crítica no se van a salvar ni siquiera los becarios empollones ni las estudiantas con máster y lona de Sol. Hace 18 años y está en la prensa, unos 10.000 madrileños votaron para que su plaza de Sol estuviera bien fermosa con la estatua de Carlos III, y ahora son otros pocos miles los que la han llenado de liendres, papeles sucios y váteres, no hay más que ver el desalojo que parecía el Saqueo de las Favelas o el Incendio del Borgo de Rafael.

En Roma, cuando los plebeyos se indignaron por la discirminación que sufrían de los patricios, allá por el 493 antes de Cristo, se retiraron al monte Aventino. Es éste una de las siete colinas de Roma. Desde entonces se llama “retirada del Aventino” a todo gesto en el que una facción política descontenta rompe la baraja y decide representar su fastidio. Hoy le llamaríamos “político-performance”. Querían ser defendidos por un tribuno, y ser respetados en las tomas de decisiones de las que eran marginados. Dijeron que no bajarían del monte hasta que les dieran lo que pedían, es decir, bajarían del Aventino cuando las concesiones les bajaran la indignación. El ínclito Meneio Agripa sirvió de mediador y al fin descendieron, llamaron a los autobuses de Fomento y cargaron los sofás Chippendal de la abuela, las mecedoras Tonet y los microondas Acme, aparte de las moquetas tiradas de la Navidad de calle Preciados. Los de ahora no han tenido el detalle de retirarse a ningún sitio fuera de nuestra vista, o de encerrarse al menos como hicieron en el Jeu de Pomme en los Estados Generales de 1789 hasta que se votara por persona y no por estamentos, aquí se han rebelado en el patio de nuestra casa, y los encerrados hemos sido los demás y los comerciantes.

Me río del fin cutre de la peor parte del Movimiento, no del Movimiento. Respeto a ésos que ahora están en su casa callados, mirando en la tele cómo otros van a que les peguen para enseñar la marca, para delinquir en la puerta del Congreso cuando está prohibido manifestarse ahí, para delinquir insultando a políticos, para delinquir desobedeciendo a polícías… de todos esos delincuentes me río porque es lo único que puedo hacer ya que nadie les detiene.

Y con esto me pregunto, ahora sí, quemando la neurona solitaria, lo siguiente: ¿Por qué no ha hecho nada ninguna autoridad? Yo no me indigno con el que se salta la norma –si parece que no da para más-, sino con aquél a quien pago para que me proteja cuando esto ocurre. ¿De qué han tenido tanto miedo todos los alcaldes, autonómicos, ministrillos y derrengados del Gobierno? Parece que esperaban que se acabara por sí sóla la manifa, sin darse cuenta de que esto va a más porque tras la Revolución de los Privilegiados viene siempre la de los Exaltados, como en toda marea política, hasta que llega finalmente la de los Moderados y culminación en Poder Personal (sea Napoleón o Stalin, siguiendo el modelo ”Rebelión en la Granja”).

Pues no. Así que para eso pagamos autoridades, polícías, coches patrulla, calabozos… es indignante que toda una ciudad tenga que estar sin seguridad porque hay doscientos luttieres de cacerola que absorven a quinientos policías las 24 horas. Ya sé que el Papa gasta también cuando visita y que el Real Madrid –Barça gasta más aún, pero no es el tema, aquí hablamos de ilegalidades. ¿Es que la autoridad estaba esperando a que el pueblo se hartase y clamase por las porras?

Eso me lleva a la última reflexión, la de “El Manifiesto de los Persas”. Es éste un documento que fue presentado a Fernando VII en Valencia, en Mayo de 1814, tras el regreso del monarca al finalizar la Guerra del Francés. Los conservadores le pusieron en bandeja la anulación de la Constitución de 1812, argumentando que los Persas antiguos dejaban siempre cinco días de anarquía a la muerte de un rey para que la gente recibiera con alivio la autoridad absoluta del nuevo. Fernando VII aceptó el paralelismo de la anarquía persa con la aventura liberal de Cádiz, y lo anuló todo, entre aplausos de muchos y estupor de otros. No sé si Rubalcaba, Gallardón, Rita, Espe, Más, y tantos otros, estaban esperando que la gente les suplicara que sacaran los tanques a la calle para no ser tachados de políticamente incorrectos, pero lo cierto es que lo parece. Ni siquiera ha habido un Menenio Agripa para que mediara como en el Aventino. Al final, “mis” autoridades recibirán la misma crítica que se hacía a los disidentes antifranquistas cuando les decían que Franco no se fue porque lo echara nadie sino que se murió en la cama; igual han hecho los Indignados Ilegales de la Rue, que se han ido no cuando la autoridad ha hecho valer la ley sino cuando ellos mismos se han llevado su cama. No me extraña que la Merkel





miércoles, 8 de junio de 2011

EL SANTISIMA TRINIDAD Y LA CRISIS ESPAÑOLA (II). CONTESTACION A UN VALIENTE GRUMETE.


Querido Grumete Anónimo:

por supuesto que no me tomo a ofensa lo que dices, quedas enrolado y me gusta mucho tu aportación.

   Demuestras mucho dominio del tema y una gran afición así que me alegro de ver que mi entrada ha sido leída por gente con tan alto nivel, eso me motiva mucho más.

   Tengo la intención de contestarte a todo lo que dices, aunque para ello quiero localizar algún texto que quisiera poner literal, y ya sabes que los hombres de mar tenemos un problema con los libros que quedaron en tierra o se humedecen en los camarotes, pero quedo emplazado a ello.

   No obstante, te digo ya que no he pretendido hacer ningún ejercicio de patrioterismo aludiendo a Villeneuve, pues los propios franceses e ingleses también lo consideraron alguien errático. Por supuesto que no era un absoluto incompetente, y pido disculpas si he querido dar esa sensación; era tan incompetente como los generales romanos que se enfrentaban a Anibal y parecían ridículos frente al genio del cartaginés, cuando se trataba sencillamente de que no estaban a la altura de un genio. Eso le pasó a Villeneuve frente a Nelson, y la mediocridad del primero se refleja en que no supo aprender de las derrotas anteriores contra el segundo, pues en Trafalgar pasó algo muy parecido a Abukir; Escipión derrotó a Aníbal porque aprendió de éste y le imitó al menos con su propia táctica, ya que en estrategia nunca hubiera podido superarle.

   Sin perjuicio de ampliarlo en otro comentario o entrada, te indico ya lo que a mi entender son los grandes errores de Villeneuve y los que no. No considero errores haber elegido retirarse a Galicia en lugar de a la Martinica cunado estaba en el Caribe; sí fue un error haber derivado hacia Cádiz en lugar de al Canal de la Mancha pues tomó la decisión sobre unos datos muy pobres y equivocados; fue un gran error salir a batallar en Trafalgar pues su consejo de oficiales  había decidido no salir; fue un error colocarse en línea completa cuando ya las derrotas de Abukir y la de Finisterre le habían demostrado que esa formación podía ser insuficiente e inefectiva contra los ingleses y especialmente si eran mandados por Nelson; fue un error ordenar virar en redondo todos los barcos a la vista de la táctica de Nelson; fue un error no dejar a Gravina que se desmarcara de la retaguardia hispano-francesa para flanquear el ataque inglés. Sus errores se justifican en parte por la falta de seguridad en el apoyo de Napoleón, y la sensación de que precisaba una victoria para quitarse la mancha de haber impedido -con su ausencia- la invasión de Inglaterra por no haber acudido a las playas de Boloña, su temor no era congénito sino el propio de los militares que deben capear los planes caprichosos de un jefe impulsivo como Napoleón (a los militares de Hitler les pasaba igual); pero fue un error no desobeder la orden de abrirse al Mediterráneo en dirección a Nápoles cuando sabía que eso podía significar la pérdida de la flota; eligió el peor día para obedecer, cuando otras veces no había tenido problema como al volverse de América o girar hacia Cádiz. Fue un error también salir ese día preciso pues amenazaba tormenta y era evidente que el mal tiempo podía por sí sólo desbaratar el bloqueo inglés; los británicos ansiaban como agua de mayo un combate, y Villeneuve les dio exactamente lo que querían.

   Es verdad que había problemas de miedo a las deserciones, deavenencias entre los marinos españoles y franceses, reyertas incluso que hacían preferir un combate a permanecer en tierra todos juntos, pero lo cierto es que eligió el mal peor en varios momentos decisivos, ya sea por ineptitud, por orgullo de mantener a ultranza las enseñanzas académicas recibidas en su juventud aristocrática o por incapacidad de darse cuenta de por qué los fanceses habían sido derrotados una y otra vez, a Gravina no le pasó eso y tomo buena nota del encuentro de Finesterre, donde Villeneuve tampoco quiso dejarle salirse de formación y acometer a Nelson.

   Lo que dices que hizo Villeneuve en Abukir, es lo que no dejó hacer a Gravina en Finisterre, tomar la inciativa, haciendo valer su superior mando y llevando a un pequeño desastre como cuando los romanos con doble mando se entorpecían a sí mismos ante Aníbal.

   En Abukir, que yo recuerde, los cables del Guillaume Tell se cortaron no para acometer a Nelsono sino para escapar, y no fue al aparecer Nelson sino a la mañana siguiente. Pudo salvar también otro navío que no recuerdo y dos fragatas, pero es que Nelson no llevaba fragatas en esa expedición y por eso no podía perseguirlas ya que son más ligeras que los navíos.

   La culpa de Abukir, entre muchas otras cosas, procedió de estar los barcos muy alejados, no creo que hubiera servido de mucho tener los barcos que dices más adelantados aún, y los espectadores directos vieron claro que el error francés consistía en que los barcos estaban muy separados de tierra y también separados entre sí, así lo vieron los que acudieron a la Expedición Bonaparte y vieron el combate desde tierra, lo cierto es que los buques, aunque fueran de 80 cañones, habían sido muy desmantelados para llevar cañones a tierra y orientando los que permanecían en los barcos hacia el lado de tierra, pues nadie esperaba que apareciera Nelson...

   En definintiva, Villeneuve no era un vegetal del mar, en eso estoy de acuerdo, era un marino cuyos errores se ven muy claros a posteriori y en ese sentido no es justo juzgar con la información de hoy y según los medios de hoy, pero también es cierto que por nerviosismo, miedo, envidia, o torpeza, fue una persona a la que le vino muy grande el destino de las guerras napoleónicas, y su torpeza es mucho mayor que la de Grouchy en Waterloo o la de otros, pues en mi opinión Trafalgar fue mucho más decisivo que todas las demás batallas en que Napoleón finalmente fuera derrotado: al igual que pasó con la Guerra de la Independencia Española, se batalló en tierra pero se ganó en el mar, todo por un dia de octubre de 1805 en que los hispano-fraceses perdieron el dominio del mar para más de un siglo.

   Bueno, Grumete Anónimo, ahora te ruego que me corrijas en lo que mi memoria no haya sabido decir o aprender bien, pues se ve que tienes artillería gruesa y sabes emplearla muy bien, ¡no te preocupes en tirar a dar que esto es un juego!

Bienvenido al mar          

Zarafin

martes, 7 de junio de 2011

EL SANTISIMA TRINIDAD Y LA CRISIS ESPAÑOLA.



Ustedes me perdonarán que, como corsario, me tome una licencia náutica para hablar de la crisis actual de España.

Así que comenzaré con una alusión al navío español Santísima Trinidad. Fue construido en 1769 y duró unos treinta y seis años, hasta el combate de Trafalgar de 1805.  Es sabido que la causa de muchos fracasos suele estar en el mismo punto en que antaño se cifró el éxito. La fórmula de éxito del Santísima Trinidad consistió en ser el barco de más prestigio del mundo, el más grande de su momento (hasta 61,4 metros de eslora), más dotado que ninguno (hasta 140 bocas de fuego), hecho con las mejores caobas de las Antillas… Tan bueno era que, en Trafalgar, los británicos se lanzaron despiadadamente contra él pensando que era el buque insignia hispano-francés, cuando este honor le cupo realmente al Bucentaure donde viajaba el francés Villeneuve. Este era un torpe y timorato aristócrata que tras eludir la guillotina fracasó en donde estuvo, primero en Abukir y luego en Trafalgar. Napoleón pensaba que no era digno ni de mandar una fragata, pero ahí le vemos por los azares de la estulticia al mando de toda la flota hispano-francesa. Salió a dar la batalla cuando ya había sido cesado en el mando y su sustituto Rossily venía hacia Cádiz, se ve que Villeneuve era una mezcla de optimismo bucólico y labilidad suicida. Constan los consejos de Gravina y Churruca, que a la vista de la treta de Nelson hubieran podido obtener la victoria y un mundo para España, pero una vez más tuvimos al frente al más inútil, a una élite preparada pero sin mando, y a una tropa heroica que sólo fue carne de cañón y muerte. Los británicos la capturaron, ya rota e indefensa, pero ni siquiera pudieron salvar su casco: el temporal y las averías la llevaron a pique junto a unos 80 españoles heridos que aún flotaban entre sus astillas.

La España de la transición se adornó también con su Santísima Trinidad particular, haciéndose admirar hasta de sus enemigos. En nuestro sistema democrático se consagraron tres elementos que formaron una Trinidad milagrosa, de misterioso éxito pues salíamos del túnel franquista: 1) un modelo síndico-laboral sólido y activo, 2) un modelo autonómico que asombraba a los propios, y 3) un modelo político-financiero cuyo estandarte eran las Cajas de Ahorros donde se   beatificaba la intromisión de la política en el sistema crediticio.

Desde 1975 hasta el 2011 han pasado unos treinta y seis años. Nuestra Trinidad de la transición ha llegado a la misma edad que el Trinidad de antaño. Está acosada por todas partes, como entonces. Y, también como antaño, la vamos a perder por haber encomendado su cuidado a un ser muy raro que ya tiene sustituto pero sigue mandando. No sé si el juicio de la historia dirá que el mando de Zapatero fue tan irresponsable, infantil y lamentable como el de Villeneuve, pero lo que ya va por delante sin duda alguna es la pérdida de las élites preparadas de España y la de su sufrido pueblo, que se hunde mientras el jefe y los suyos se ponen a salvo. Europa  nos dice que la salvación de España pasa por perder la trinidad: hay que renunciar al modelo sindico-laboral haciendo una reforma mucho más seria que la tímidamente iniciada; hay que irse olvidando del sistema autonómico o dejarlo en su esqueleto porque el déficit que está generando y la falta absoluta de su control están generando más incertidumbre que la marmota del día de la marmota; y hay que modificar plenamente el sistema de Cajas de Ahorros llevándolo a un sistema privado o bien a uno nacionalizado pero sin medias tintas a mayor gloria de los políticos.

De la quema no se salvan los otros, los del PP, que en sus autonomías no han dado tampoco el ejemplo preciso ni han propiciado una rebaja del sistema, tampoco han renunciado a sus poltronas de oro bancario, y menos aún han liderado un modelo laboral alternativo cuando han mandado a la absoluta. Pero lo cierto es que no son ellos los que mandan ahora en el Estado, la tormenta es la de ahora y el capitán es uno, así que no vale perder el tiempo discutiendo qué se hizo mal hace siete años.

¿Lecciones? Sí, las mismas que en Trafalgar. Que los sistemas no suelen ser muy malos ni muy buenos, sino que dependen mucho del listo o tonto que los maneja. Que hay que dejar a las élites preparadas hacer su papel, que para algo se prepararon. Que ninguna victoria ni ninguna derrota es hermosa si conlleva la ruina de miles de personas. Que los críticos deben tener alternativas y al menos haberlas hecho constar (como Gravina) en lugar de callarse. Ah, y que el sustituto, (Rossily entonces, Rubalcaba ahora, o Rajoy si procede) debe llegar a tiempo, pues cada día que pasamos a merced de “el otro”  nos cuesta lo que no está escrito.

jueves, 2 de junio de 2011

LA ACAMPADA VALENCIANA Y FRANCESC DE VINATEA. DE INDIGNADOS A DIGNOS.


((Aviso previo: he recitificado la ortografía de Francesc gracias a un comentario de un lector; lo digo aquí porque el programa ahora no me deja meter mis propios comentarios como antes; asumo mis defectos, no como Ana Rosa, y estar en el mar tanto tiempo los empeora))  

La Historia nunca se repite, pero a menudo se copia.

Un amigo de ésos que tengo en tierra se ha paseado por Valencia, y me ha contado lo que ha visto en la Acampada del 15-M. Lo pongo con mayúscula porque ya tiene entidad, como el Apocalipsis y el Mundial.

Me dice que en la valenciana Plaza del Ayuntamiento se ha instalado un campamento de primavera-verano donde la gente habla, canta, escribe, dibuja, parlamenta, duerme, come, flirtea, rie, grita, aprende, enseña… A estas horas puede que ya no estén, quién sabe. De lo que me cuenta saco varias conclusiones. La primera es que, con todo lo bonito, idealista y romántico que hay en este movimiento, lo primero que hay que tener claro es que se trata de una ilegalidad como una casa; no sólo porque ya lo estableció la Junta Electoral sino porque contraviene no sé cuántas normas y ordenanzas de seguridad, orden público, urbanismo y comercio. Todo lo maravilloso que pueda tener un mensaje se debilita por la base cuando para emitirlo se comporta uno contra la ley, y no ya porque tengamos una mística adoración por el orden sino porque normalmente la ley se ha hecho para proteger derechos de otros y evitarle perjuicios, como es este caso en que se contravienen los derechos de otros a circular por el mismo sitio, de los comerciantes a aprovechar la ubicación por la que pagan impuestos astronómicos, de los vecinos a quienes molesta la aglomeración, de los impedidos que tienen que dar rodeos dificultosos, de los no adeptos que se sienten intimidados, etc., y eso que están teniendo cierto cuidado en evitar las drogas, el alcohol, la violencia y la suciedad. Saltarse la ley suele significar renunciar a la adhesión general.

Lo segundo es la patética actuación de nuestros mandos. Con el espectáculo que están dando nuestras autoridades todas pasándose la pelota, no sabiendo qué hacer porque no les llamen fachas, o aporreando cuando no toca y como no toca porque no les llamen blandos, sin un ápice de inteligencia para resolver un problema de orden público, España ha dado una imagen de pais senil que no sabe o no se atreve a tomar una sola decisión; no me extraña que en Alemania se rian de nosotros con el pepino, o que mañana en Ceuta y Melilla se monte una acampada de “los otros” en plena verja, o que Bildu se aposente en las plazas de ya se sabe. Si no sabemos mover a cuatro gatos pacíficos, ¡cómo será cuando sean cuatrocientos malencarados! Algunos listos dicen que “ya se cansarán”, y es verdad, se cansan unos pero vienen otros con el bocata renovado, y éstos no parecen tener que ir a trabajar al día siguiente, o a renovar el carnet de conducir, así que están felices en sus baldosas gratis. Espero que cuando un ladrón esté atracando un banco, no salga el ministro diciendo también “ya se cansará y se irá”, en fin…

Dicho eso, que no debe perderse de vista, debe disociarse el Movimiento de la Acampada. El Movimiento (que es lo interesante) puede vivir sin la Acampada, pero parece que a algunos les interesa ya sólo la Acampada con o sin Movimiento. En el Movimiento del 15-M se han producido situaciones muy llamativas, que deben dejar una huella de reflexión y que quizá cristalicen en propuestas bien armadas. Yo les felicitaré y me uniré a ellos si me dejan, porque la hartura es general. Pero propongo que pasemos de ser los INDIGNADOS  y empecemos a ser los DIGNOS, con la dignidad que da no el enfado sino la claridad de ideas.

En la Acampada valenciana se ha podido ver gente muy creativa, imaginativa, artista, gente con ilusión por hacer otras cosas aunque puedan estar equivocadas, esa parte vale mucho la pena. Siendo algo irónico, no entiendo que los sectores más conservadores estén en contra del movimiento, pues los supuestos anti-sistema se estaban portando más sistémicos que nadie: se habían prohibido los vicios del fumar y beber, se han puesto a limpiar para que nadie les barra, han montado guarderías facilitando la conciliación, han instalado puestos de ayuda, de información, de seguridad propia, comisiones de todo tipo, comisiones para las comisiones, comisiones para informar sobre las otras comisiones y para coordinar a las comisiones descoordinadas, ¡había hasta una comisión de poesía!, lo que nunca se atrevería a hacer un ministro del sistema. Vamos, que si dura un poco más la Acampada, hasta eligen un Papa y organizan un plan de pensiones; yo que la alcaldesa les hubiera buscado un sitio no problemático para que siguieran haciendo arte, parlamentando, pensando, y de paso hubiera puesto mesas para que los cazatalentos pudieran ir a entrevistar a algunos de estos jóvenes porque muchos de ellos tienen más luces que muchos de los que nos gobiernan, sólo es cuestión de dejarles demostrar algo. Han repetido el sistema a su manera, se han dado sus propias leyes como hacían todos los bandoleros sierramorenos, los ladrones del Notre-Dame de Victor Hugo o los arqueros de Sherwood, no son anti-sistema sino sólo “anti-lo-peor-de-este-sistema”.

Una cosa me llamó la atención: todo este puñado de angelitos estaban apiñados en uno de los extremos de la plaza (la zona de las mascletás), sin acercarse siquiera a cincuenta metros de una estatua que hay en el otro extremo de la plaza. La estatua es de Francesc de Vinatea, y fue colocada hace unos cuantos años ya, en el mismo lugar donde antaño hubo una problemática estatua ecuestre de Franco el Autoritario no Totalitario. Estoy convencido de que si los Acampados supieran quién fue realmente Francesc de Vinatea se hubieran acampado a sus pies y lo hubieran tomado como símbolo, en lugar de no hacerle ni caso. Tampoco Francesc se lo hace, pues da también la espalda a la Acampada. Vinatea fue un jurat valenciano, lo que significa algo así como concejal de Valencia, en algún sitio dice que jurat en cap, o sea como alcalde. Vivió en el siglo XIV, era un notable de Todolella (localidad cercana a Morella) y señor de su castillo, donde tuvo la desgracia de descubrir a su esposa con un amante y los mató a los dos, cayendo en desgracia y recalando en Valencia para rehacer su vida. En esta ciudad vivía cuando hacia 1333 tuvo que liderar una protesta de los indignados; el motivo era que el rey Alfonso el Benigno pretendía sacar del realengo las ciudades más importantes del reino y darlas en señorío a su hijo Fernando, habido con la reina Leonor de Castilla. El pueblo se levantó y prácticamente ocupó la ciudad, designando a Vinatea como interlocutor de la protesta. El rey, ante las buenas maneras y el masivo apoyo de aquél, cedió a las peticiones.

Posiblemente, si alguno de los actuales indignados hubiera tomado como bandera el ejemplo de ese hombre de la estatua, muerto hace unos setecientos años, se hubiera ganado a mucha más gente, y por supuesto a la alcaldesa, ya que Vinatea también fue un alcalde –en este caso reivindicativo en el bando de los indignados-. La lección es que la historia generalmente se recrea y coquetea consigo misma, los que estaban en el lado rebelde se convierten en autoridad, los antaño indignados acaban teniendo estatuas, lo que significa a la postre que el mundo avanza aunque no haya nada nuevo bajo el sol. Un rasgo de cultura y amor por la propia historia no hubiera venido mal a tantos acampados, les hubiera hecho simpáticos a muchos sectores de una ciudad que ama mucho sus tradiciones, es una pena que cuando la masa se mueve lo primero que se olvida es el respeto por lo anterior, quizá sea ley de vida el que la savia joven deba ahogar a la antigua para mantener la vida, Sir James Frazer hablaba de esto en La Rama Dorada, aunque yo siento pena por el pobre Francesc, tan valiente en su día y tan ignorado en el nuestro. Sniff.