lunes, 28 de mayo de 2012

QUE GIBRALTAR PAGUE EL IBI A ESPAÑA




    Se ha puesto de moda lo de que la Iglesia pague el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) por las iglesias; lo piden los partidos y sindicatos que para sí mismos no reniegan de su propia exención, pero en fin... el tema es un rollo porque nos divide y yo creo que lo que hay que hacer es como en los tiempos gloriosos: buscar la bicha extranjera para hacernos un auto de fe intelectual y sacar lo peor de nos. Vayamos a ello con un clásico: Gibraltar.

   Señores, yo propongo que España le gire el IBI a Gibraltar. Como no lo pagarán, España podrá embargarlo junto con los autónomos y ejecutarlo o sea sacarlo a subasta y que se lo quede Bankia que tampoco podrá pagarlo y entonces por la vía de la nacionalización de Bankia nos quedamos con Gibraltar, ¿Qué les parece?

   Hay algunas tonterías en el párrafo anterior, pero esconde una que es aún mayor y que por ello mismo podría llegar a ser legal: la de cobrar el IBI al peñón. Déjenme decirles algunas cosas.

   La primera es que no esperen de mí un discurso patriotero: hay que ser realistas y lo que existe es un Tratado, de 1713, sí, pero Tratado que hay que cumplir; mala suerte, no haber sido unos memos divididos como siempre entre nosotros y no haberle puesto en bandeja a nuestros enemigos que nos sajaran la tierra, eso que debemos a nuestro amor a las patrias chicas en perjuicio de la patria grande. Gibraltar se perdió y punto, a mí me encantaría que volviera a nosotros, pero eso es como si los portugueses reivindicasen Olivencia que perdieron a nuestro beneficio en 1801 por la Guerra de las Naranjas, perdido está y está firmado. Punto. Otra cosa es que, igual que creo que hay que aceptar lo dispuesto en el Tratado y no hacerse mala sangre, de igual forma hay que exigir que el Tratado se cumpla tal cual está: los británicos se han saltado el Tratado muchas veces, han cogido aguas sin permiso, han cogido tierras sin permiso, han plantado pistas de aeropuerto sin permiso, si se tuvieran que recoger en los pocos metros que concedió el Tratado tendrían que irse del istmo todos los gibraltareños y compartir rama y amapola con los monos de la roca, sólo cabrían en Gibraltar las miles de sociedades fraudulentas que, como no ocupan lugar sino píxels, no generan problema de espacio.

 Cuando digo que Gibraltar debería pagar el IBI en España es porque creo que debe pagar el IBI todo aquél que tenga una propiedad inmobiliaria en suelo de jurisdicción española, ¿no?. Pues bien, eso es ni más ni menos que Gibraltar. Que pague la Reina de Inglaterra su Majestad Doña Isabel II, que es la propietaria y no Reino Unido.

   En el Tratado de Utrecht se dice expresamente lo siguiente:

«El Rey Católico, por si y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen....”

   Es decir, se le da a los Reyes (Corona) de la Gran Bretaña, no al Estado. Se trataría, por tanto, de una propiedad privada como la de cualquier alemán que tiene un chalet en Torrevieja, la propiedad del chalet no le otorga soberanía sobre el suelo (faltaría plus), y debe pagar el IBI al Ayuntamiento de Torrevieja. Pues que la Reina de Inglaterra también lo haga, porque es propietaria de un inmueble en suelo español.

   España siempre dice que no se cedió la soberanía del territorio. Para ello se apoya en que el Tratado no dijo nada sobre soberanía. Frente a esto, los británicos entienden que lo de la soberanía se sobreentendía porque cuando en la época se hablaba de la “plena propiedad” se entendía referido a todos los efectos, y por aquel momento no se había configurado la doctrina de la soberanía nacional tal cual en el XVIII. Eso puede ser verdad, más o menos o más menos que más, pero les aportaré otros dos textos:

   Uno es del propio tratado de Utrecht, que dice expresamente respecto a Gibraltar que:

“...para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías. quiere el Rey Católico, y supone que así se ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra.”

   Es decir, el propio Tratado introduce una cautela especialísima sobre la Jurisdicción Territorial, muy rarita en la época. ¿Qué significaba esa reserva de Jurisdicción Territorial sino la Soberanía expresada en otros términos? La Jurisdicción Territorial se entendía como el ejercicio de todos los derechos residuales sobre el término (aparte de la ciudad y castillo y puerto cedidos), y sobre las mismas propiedades cedidas en cuanto capacidad de imponerles leyes y considerarlas como parte del dominio territorial que define a un Estado.

   Vemos en ese párrafo que se habla de propiedad de la Gran Bretaña y no de la Corona, pero es que entonces era lo mismo, y debe entenderse como que afecta a los Reyes y no a los países, pues el propio tratado lo es entre reyes y no entre países (a los que no se reconocía entonces soberanía, debiendo esperar a la Revolución Francesa para que eso empiece a decirse en serio). En el Tratado de Utrecht quienes pactan y se ceden cosas son Reyes y no Estados. Vean:

«El Rey Católico, por si y por sus herederos y sucesores, cede... quiere el Rey Católico, y supone que.... // ...Y Su Majestad Británica a instancia del Rey Católico consiente y conviene...”
  
  El segundo texto es de unos añitos antes, 1659, del Tratado de los Pirineos firmado entre España y Francia cuando España perdió otra guerra gracias a nuestra “unidad interna” (que no, que es broma, ¡vivan los fueros y el Pleistoceno!). En ese Tratado se usó expresamente el término “soberanía”, o sea que no sirve que los británicos digan que en 1713 no se sabía muy bien qué cosa fuera la soberanía porque, con el sentido que fuera, ya se usaba en otros tratados anteriores. Vean:

Apartado 39 del Tratado de los Pirineos: “... su dicha Magestad Católica hará poner al mismo tiempo en manos de S.M. Cristianísima las dichas plazas de Marienburg, y Phelipeville, para que quede en posesion de ellas su dicha Majestad... en la misma forma, y con los mismos derechos de posesión, Soberania, y otros con que gozará, y podrá gozar por el presente tratado de las Plazas que sus armas han ocupado en esta Guerra, y que le deben quedar por esta Paz...”
 Apartado 40, respecto de la ciudad y plaza de Avenas... derechos de posesion, Soberanía, y demás cosas...

   Yo no soy ningún experto en Derecho Internacional, casi mejor, me limito a leer.

   Y ya que leo, les cuento otra cosa que leí el otro día: es un texto titulado

 “CARTA DEL REY DE INGLATERRA JORGE I, AL DE ESPAÑA FELIPE V, ESCRITA EN EL PALACIO DE S. JAMES EL DIA PRIMERO DE JUNIO DE 1721

SEÑOR Y HERMANO

Habiendo sabido con mucha satisfacción por mi embajador en vuestra Corte, cómo vuestra Majestad estaba finalmente resuelta a levantar los obstáculos...Ahora no me aparto en asegurar a vuestra Majestad de mi prontitud en satisfacerle por lo tocante a la restitución de Gibraltar, prometiendo servirme de la primeras ocasiones favorables para arreglar este artículo, con consentimiento de mi Parlamento;...

 ...EL BUEN HERMANO JORGE REY”

   (esta carta maravillosa puede leerse en los "Comentarios de la Guerra de España e Historia de su Rey Felipe V el Animoso", de Vicente Bacallar y Sanna, Marqués de San Felipe).  

   O sea, que el Rey de Inglaterra prometió al Rey de España restituirle Gibraltar a la primera ocasión. Pues ya tarda. Claro, puso un condicionante en el permiso del Parlamento; curiosamente, en el siglo XX el Parlamento británico dijo lo mismo poniendo el condicionante de lo que dijeran los gibraltareños; sólo falta que los gibraltareños pongan el condicionante de que lo acepten los monos, y los monos a sus pulgas, para que todo esté completo.

   Hay una cosa curiosa en esto: el establecer un derecho de veto en el Parlamento en el siglo XVIII, igual que concederlo a los propios gibraltareños en el siglo XX, no deja de ser una enajenación de unos derechos que hasta conferir ese veto se tenían al 100% y que a partir de la concesión del derecho de veto quedan cercenados, transferidos a un tercero. Pues bien, ese es ni más ni menos que el presupuesto que daría derecho a España a recuperar Gibraltar. Miren lo que decía el Tratado de Utrecht en 1713:

“... Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla».

   Por tanto, como la Corona Británica cedió una parte de su pleno derecho de propiedad al gravarla con un derecho de veto a favor del Parlamento y más recientemente del “pueblo gibraltareño”, nos encontraríamos con el caso de que España puede ejercer su derecho a redimir la Rock´n Roca, o sea quedársela.

   Ya lo ven, señores, que por mi parte España debía quedarse la Roca por derecho o torpeza de los británicos, de igual forma que éstos se la quedaron al principio por torpeza de los españoles.

   Eso sí, mientras tanto y ya que el PP no quiere o no puede hablar de Soberanía, yo propongo que el PSOE (que es el que está poniendo de moda lo del IBI) pida en las Cortes Españolas que de momento la Reina Isabel II pague el IBI de la Roca, y que Hacienda continúe el expediente contra ella y contra los autónomos para cobrarlo y al final nos lo quedemos en subasta. ¿Qué les parece? Me da igual que a la subasta vengan a pujar otros, porque España siempre tendría el último derecho de redimir la propiedad si se enajena a un Tercero, así que nadie querría venir a pujar si sabe que al final España va a ejercer su derecho de recuperación.

   Soñar es gratis.

miércoles, 23 de mayo de 2012

ME IMPORTA UN BLEDO LA PITADA DE LA COPA




   Digo esto porque me importan un bledo las personas que ahora se escandalizan de que se pite al himno y a la bandera, las que creen que las cosas se arreglan de hoy para mañana, y las que no se dan cuenta de que todo problema insoluble nace siempre muy muy muy atrás. ¿Y ahora qué? Pues un bledo, así de gordo.

   ¿De qué nos escandalizamos? ¿A qué hablar de suspender partidos o de cerrar campos? Cuando un cretino pita a una bandera se le manda para casa; cuando son cien mil cretinos los que pitan, al que hay que mandar a casa es al responsable de que eso haya llegado a producirse.

   El problema de las pitadas, como el de la crisis, y como tantos otros en este país de la pandereta, es que nos damos cuenta de que viene el toro cuando ya nos ha atravesado media carótida. “A buenas horas, mangas verdes”, decían en el Renacimiento, haciendo alusión a los manguitos verdes que portaban los guardias de la Santa Hermandad y cuya principal virtud era no llegar nunca a tiempo cuando se producía un delito, o eso decía el pueblo sabio.

   Si me preguntan qué solución daría yo a la pitada, les confieso que no sabría dar una que me hiciera estar satisfecho, y es que este tipo de problemas tienen mala solución una vez nacidos. Por eso mismo la solución es “impedir que nazca el problema”. A mí, qué quieren, no me preocupan los 50.000 del Manzanares –que ya sé lo que puedo esperar de ellos, pobrecicos-, me preocupan o me enfadan los restantes 46.950.000 españoles que han permitido que lleguemos a este sarao.

   Yo soy de los poquitos raros que pensaba que la solución estaba hace muchísimos años, cuando empezó a incumplirse y aún se sigue incumpliendo la ley de banderas; cuando se habla de las banderas usando la palabra trapo; cuando se admiten quemadas de banderas y nadie hace nada a pesar de haber policías al ladito y a pesar de haber fiscales y Garzones para todo; cuando a los delitos se les llama libertad de expresión; cuando a los delitos se les llama performance; cuando a los delitos se les llama pluralismo (¿qué es un Código Penal?); cuando durante decenios se viene malbaratando la bandera de España haciendo que la bandera fashion sea la republicana como si la de ahora fuera provisional o fea o cutre, o incluso ilegítima; cuando en todas partes se alude a la bandera con el águila como la bandera del “aguilucho fascista” sin saber o sin querer recordar que ese símbolo es originario de los Reyes Católicos y cuando se critica el uso de esa bandera por inconstitucional y sin embargo la misma gente aplaude a otras banderas igual de inconstitucionales (si así nos ponemos, o todas o ninguna) como la republicana (pues la Constitución establece la monarquía), o la cuatribarrada estelada (pues es independentista y la independencia va contra una Constitución que establece la unidad de España); cuando se decidió que todos los antiespañoles del mundo pudieran educar a sus niños y a todos los de los demás en el antiespañolismo y que esos niños fueran los veinteañeros de hoy y los treintañeros de mañana que a saber qué enseñan a sus hijos; cuando los que pensaban que les gustaba “España” no podían ni decirlo, o si lo decían quedaban jibarizados a ser fachas o patrioteros o neanderthales casposos; cuando se decidió por los mayoritarios de España pactar siempre con los Chiquilitristas periféricos para sostenerse los de Madrid en una poltrona a costa de retirar recursos judiciales, ceder Estatutos y regalar fotos que lo único que fomentaban era un goteo de continuo chantaje llamado sarcásticamente “apoyo a la gobernabilidad del Estado”; cuando los que hemos apostado por el prulalismo intelectual y local hemos sido arrollados por el rodillo de los profetas del pluralismo excluyente; cuando por todos los políticos y periodistas y profesores y demás gentes de guardar se acogió el servilismo de admitir la ambigüedad permanente que hacía aparecer a las comunidades parciales como las únicas naciones reales y trataban a la nación española como si fuera el Gregorio Samsa de “La Metamorfosis” (Samsa: hombre convertido en escarabajo que había que ocultar por vergüenza); cuando hemos permitido falsificar todos los libros de Historia para que parezca que fueron históricas todas las comunidades que no lo fueron, y que no lo parezcan las que sí lo fueron... y etecé, que me cansa escribir tanto en alta mar. Claro que Franco tiene también mucha culpa de esto, pero si tengo que admitir que la culpa de todo la tiene un señor que se murió hace ya más de 35 años entubado en la cama, y que en todo este tiempo han pasado dos generaciones de españoles sin saber qué hacer con el rebaño, es para echarse a temblar.

   España está pasando de ser un pollo sin cabeza a una cabeza sin pollo, a poco no nos quedará ni cuerpo, gracias a la inteligencia suprema de mis congéneres, a la anorexia espiritual de mis conciudadanos y a la bulimia de mis gobernantes. Así que ahora se traguen su pitada, sus gritos y muecas, pongan trescientas cámaras a pie de campo para que en Europa nos suban aún más la prima de riesgo y para que Moody´s nos baje aún más la letra, hagan tertulias para María Antonia Iglesias y para Paloma Zorrilla, y encuestas de Intereconomía... Yo me voy con el barco, y mientras Ustedes ven la Final de la Copa, yo me estaré tomando la Copa Final, muy lejos de España, con mi tripulación.

lunes, 21 de mayo de 2012

MERKAJOY EN EL MAYFLOWER



    Tras lo de Leonardo di Caprio y la otra en el Titanic, o lo de Ethan Hawke y Julie Delpy en “Antes del Atardecer” sobre el Bateau-mouche de París, pocos paseos “chico-chica en barca” han sido tan románticos con el de Merkel y Rajoy apatrullando Chicago en bote.

   No me quito de la cabeza la imagen de Angela y Mariano charlando en no sé qué idioma con los buildings a su vera, ella con melena medieval al viento como Wendy, él con su barba de Capitán Haddock, hablando de “Crecimiento, crecimiento...” qué hermoso.

   Merkozy es pasado, y Merkolland es un infundio. Merkajoy es el futuro, otra vez España y Alemania como en Eurovisión, las semifinales de Maceda y de Pujol, o la Guerra de los Treinta Años con un “Camino Español” que pasa por la Valtelina y funde Hispania y Germania con Francia asomada al balcón y con Bruselas como meta a por la pica de Flandes. Angela viene de Angel, y Mariano de María, qué hermoso este “Coloquio Angélico” tan parecido al del espíritu anunciador que se presentó en Nazaret para decir que los tiempos iban a cambiar y que el barroco monje Carraciolo nos explicó en cinco fases... De momento, parece que la Fase Uno de nuestro coloquio ha sido que la Merkel nos aplaude las reformas, y la Fase Dos es que a Rajoy le invitan a la cumbre europea de tres que serán cuatro (Alemania, Francia, Italia, y nos). ¿Cuál será la Fase Tres? ¿Nos prestará algo el Banco Europeo? ¿Invitarán a Frau Merkel a Doñana? ¿Saldrá Rajoy en el próximo “Españoles por el mundo”?

   Un barco, Mayo, América, austeridad, pioneros, pacto... Pues no, no sólo Rajoy y Merkel responden a este perfil. Ahora me acordaba de otro barco que fue a América, se llamaba Flor de Mayo, o Mayflower, llevaba a los pioneros de un continente que en aquél caso no fue Europa sino América del Norte por el lado anglosajón. Allá por 1600 y poco. Salían escapados de lo que consideraban “el desastre europeo de la falta de austeridad” (o sea...), ellos pensaban que Europa no les dejaba ser lo suficientemente austeros y querían más purismo y se subieron al barco, en aquél caso se trataba de puritanismo religioso mientras hoy se trata de puritanismo económico. Les espantaba el descontrol católico (sí, en aquellos tiempos lo católico no era lo negro y triste que dicen hoy los anti, pues lo negro era lo de los trajes holandeses de Rembrandt mientras que lo colorista, divertido y erótico era lo católico de los cuadros belgas de Rubens, tan llenos de troglúteos y tropezones, divino sectarismo actual) estuardo.  

  Cuando los líderes de la austeridad se suben a un barco, no hay quien los pare. Por eso, yo propongo que el modelo se repita con otras parejas: Soralcaba (Soraya y Rubalcaba) deberían hacer un paseo en barca por el Manzanares; Fapedal (Cospedal y Fabra) deberían subirse al miniferry de Cofrentes en el Júcar-Cabriel para limar asperezas, y Aidenas (Aido y Arenas) harían bien en recuperar la barca de Cantillana que regentara Curro Jiménez y convertirla de instrumento de bandidos en instrumento de progreso. Señores de la política, súbanse a un barco y noten el aire en sus mejillas, Mayo lo merece todo y a la Merkel la ha puesto contenta, si ella puede Ustedes también.

jueves, 10 de mayo de 2012

MERGIMUR IN PROFUNDUM




Déjenme decirlo entero. Y traducir.

Surgunt indocti et ropiunt regnum coelorum, nos, autem, cum nostris litteris, mergimur in profundum”.

“Surgen los indoctos y arrebatan el reino de los cielos, mientras ¡ay! nosotros con nuestras letras nos precipitamos en lo profundo”.

 Léanlo otra vez, incluso en latín. Gracias.

   Esto se escribió en el año 430. Lo escribió un señor bastante anciano que estaba en una ciudad africana cercada por los bárbaros, concretamente los vándalos de Genserico. El señor era San Agustín y la ciudad Hipona. Agustín oía los golpeos de los vándalos en las puertas de la muralla, sabiendo que éstas apenas resistirían pocas horas –o días- más y todo sería el fin en aquella punta del África mediterránea culta, la última en resistir.

   Toda Europa se había perdido años antes. En esos lustros de caída del Imperio de Occidente (quedaba el llorado de Oriente) San Agustín había tenido ocasión de ver en primera fila la liquidación de un mundo, el suyo. Fueron los años en que escribió “La Ciudad de Dios”, creando la imagen de la Jerusalén Celeste como idea platónica cuya sombra sería la Jerusalén Terrestre. Agustín se negaba a pensar que toda su civilización debiera desaparecer por obra de cien mil orcos, y decidió que él dejaría por escrito cómo debía ser una verdadera ciudad, una sociedad humana y política, por si acaso no quedara nadie vivo para dar razón a los hombres futuros.

   La frase del inicio es la de un intelectual que ve una catástrofe pero no sabe a quién culpar más por ello. Por un lado están los indoctos que roban, esto es los abyectos, ésos son los que han dirigido una nave al abismo por su egoísmo y torpeza. Pero junto a ellos, los otros, los propios, “nosotros con nuestras letras”, precipitándonos a lo profundo. Culpa repartida. Los ladrones por destrozar, y los ilustrados por no mirar, y que una vez que miran sólo sienten la tentación de bajar los brazos y dejarse arrastrar.

   Casi peor los segundos, porque pudieron haberlo evitado, pudieron avisar, enseñar, protestar, renunciar, exigir. Cuando los ilustrados ceden durante mucho tiempo la iniciativa a los indoctos, el resultado sólo puede ser una ruina anunciada, ya sea de proporciones bíblicas o aztecas.

   El sabio Agustín barría –eso sí- para casa. Estableció que toda sociedad humana será correcta si es reflejo de otra superior divina que ya está organizada por un supremo Creador, el cual no es un mero arquitecto masónico sino un organizador moral. En resumen, los Estados futuros que nazcan tras la avalancha goda sólo serán viables si repiten el modelo de orden moral divino. De eso tomará nota, unos años más tarde, el maravilloso San Isidoro que se dice de Sevilla aunque era de Cartagena, quien teñirá de agustinismo la formación de la España Goda y pondrá las semillas para que ésta sea, en muy pocos años, un verdadero Estado moderno -lo más posible para su época, otro día hablamos-.

   Ahora estamos en el mismo sitio, en Europa y en la misma España, donde llevamos entregando el poder a demasiados estúpidos durante demasiado tiempo, no sé de qué nos quejamos los supuestos alfabetos, si hemos mirado al fondo del hoyo como un avestruz mientras los más lo más hacían el cíclope mirándolo todo con un único ojo, el que mira por ellos mismos sin importar mañana. Es verdad que la tentación para un observador idealista es sumergirse en lo profundo cuando a su alrededor sólo campea el sectarismo, la burricie, la violencia verbal y la otra, lo chusco; pero ahí está la lección: las cosas nunca ocurren de repente, las crisis nunca dan la sorpresa a los que se paran a pensar, otra cosa es que hagamos dejación durante decenios. Y punto. Y coma.