jueves, 28 de febrero de 2013

CARMEN CHACON, FELIPE DE ORLEANS, PERCEVAL Y EL CARRO DE LOS LOCOS.










   Lleva toda la razón Carmen Chacón (para su desgracia): Se ha convertido en anécdota e insignificante. Con su abstención en el Parlamento Español en la votación sobre el “derecho a decidir” de Cataluña, ha pasado de ser diputada a ser anécdota, de candidata de futuro a residuo de presente. Al igual que Alicia en la casa del conejo blanco, se ha tomado el bebedizo del PSC y se ha reducido a insignificante, como ella dice, pero no para pasar desapercibida como ella quiere sino para dar el mayor cante de los últimos tiempos en alguien que pretende, como el Tercer Estado de Sieyes, “ser algo”.



   Y es que hay abstenciones que llevan mucho mal. En el Ciclo Artúrico el elemento cumbre es la búsqueda del Grial, y en la búsqueda del Grial el elemento cumbre es el momento en el que Perceval, de un modo imposible de explicar, se encuentra de repente en el palacio del Rey Pescador y presencia la fascinante Procesión del Grial que pasa ante él, con el Grial ante sí, la lanza, Repanse de Choye, las portadoras… y entonces él… ¡se calla! El error de Perceval es no preguntar en ese momento a quién sirve el Grial, y su silencio le hace culpable para todo el ciclo, su historia entera es el intento de regresar a un castillo que no tiene caminos ni casi dimensiones para resarcirse del fallo de su primera vez. Inocente él, su peripecia es un himno a la candidez y un reproche al alma pura que carece de curiosidad o lo aparenta o lo parece por no significar egoísmo, pero ése no era el día de callarse, y ser hombre en tal fecha debía ser HABLAR, preguntar, salir del niño y preguntar sin miedo, dar la cara. Sí, Carmen, eso era, dar la cara. Claro, si es que quieres gobernar España, porque las cosas no se gobiernan “no apoyando las cosas” sino “haciendo” cuando hay que hacer.



   El error de Carmen es creer que todo encuentra tarde o temprano su olvido o su perdón, pero esto es muy peligroso como norma de conducta, y es insalvable en momentos cruciales (de encrucijada y de cruz) como el que España vive ahora. El ejemplo para eso es el de Felipe de Orleans, “Felipe Igualdad” para los amigos. Felipe era duque de Orleans, lo que significa primo del rey Luis XVI. En la Revolución Francesa jugo a estar en el saco de “La Revolución de los Privilegiados” (aristócratas, intelectuales) que como todo el mundo sabe es la primera de todas, previa a la de los Exaltados (Robespierre, Lenin), la de los Moderados (Brumario, NEP), y la del Poder Personal (Napoleón, Stalin). Felipe Igualdad era diputado cuando hubo que votar la condena a muerte de Luis XVI; nadie esperaba –ni exigía- que el duque de Orleans votara a favor de la ejecución de su primo reinante, lo consideraban una sobreactuación innecesaria e incluso antiestética. Sin embargo, el histriónico y acomplejado Orleans votó muerte, para sorpresa de la asamblea. Tonto él, porque hubieran matado a su primo igualmente, quizá eso mismo pensó él para despenalizarse, pero lo cierto es que tampoco eso le libró de ser guillotinado él mismo en ese año de 1793, y que desde entonces (aunque ya venía de antes) las ramas Borbón y Orleans se disputan a muerte los tronos y los odios, ahí tenemos a la querida Luisa Fernanda hermana de Isabel II de Borbón casada con Antonio de Orleans duque de Monpensier y aspirante secreto –o no- a derrocar a la reina borbona; ahí tenemos a la hija del anterior llamada María de las Mercedes de Orleans, que para lipotimia de Isabel II va y enamora al hijo de ésta, Alfonsito XII y montan la que no está escrita y dónde vas Alfonso XII dónde vas triste de ti porque la pobre Orleans se muere para alivio –quién sabe- de Isabel II y a ver si te casas con quien debes que será en segundas nupcias María Cristina de Austria (bendita guerra de sucesión entre Austrias y Borbones y Tratado de Viena de 1725 que los reunió en redil); ahí tenemos a nuestro Luis Alfonso de Borbón que en su pretensión al trono francés se topa con el partido orleanista… etc etc.



Conclusión: que Felipe Igualdad se encontró en una votación en la que, hiciera lo que hiciera, se la jugaba y ya votara sí o no, o incluso se abstuviera, se veía involucrado en algo en lo que lo único que no puede decirse es que su voto fuera “una anécdota”. Había que dar la cara, podía equivocarse o no, pero hay momentos en los que un hombre o una mujer deben saber demostrar a dónde quieren ir y a dónde quieren llevarnos, y no conformarse con ”no subirse al carro de los locos”, porque cuando el carro de los locos aparece no nos debemos limitarnos al ”me subo o no me subo”, sino “debo pararlo, porque va a causar un destrozo”. Felipe se la jugó, pero al menos no se abstuvo, dio la cara para que se la partieran pero no quiso aparentar equidistancia en una votación que excluye por definición la equidistancia en todos aquellos que aspiran a ser líderes. Carmen Chacón ha jugado a Yo Claudio tras las cortinas, cuando en esa votación tocaba ser Bruto o Marco Antonio, uno de los dos y cara a cara.




   Eso es, Carmen. Eso era, mejor, porque para ti, después de lo de tu abstención, te queda reservada una urnita en tu partido (tendrás que elegir, por cierto, si PSOE o PSC), eso sí una urnita pequeñita, la reservada a las INSIGNIFICANCIAS O A LAS ANECDOTAS, COMO TÚ MISMA TE HAS DEFINIDO.



   P.D. Hay que recordar que esta señora, que ahora se abstiene, fue Ministra de Defensa de España, nombrada por el Presidente Zapatero, que era un Presidente muy GUAY.



lunes, 25 de febrero de 2013

SANTA CORINA, RUBIA Y MARTIR





   Corina dice que lo tiene difícil por ser mujer y rubia. Pues yo soy hombre y morenito, y lo tengo bastante peor. Aunque hay una cosa buena: ¡no cobra!

   Lo que no sabemos es por qué cosa no cobra, ya que es tan secreto lo que sabe hacer. Eso sí, lo que hace lo hace a altísimo nivel: parece que consigue minijobs para yernos, a sueldos de 200.000 euros por sentarse en una silla, a su lado los 3.000 por columna de Amy Martin se quedan en tan poca cosa como los cumpleaños de Ana Mato frente a las fiestas del Getafe.

   Yo, señores, estoy obsesionado con lo que ha dicho la princesa-consorte-no-divorciada-rubia-que-lo-tiene-difícil. ¿Qué grandes asuntos delicados de enorme trascendencia para Spain ha resuelto Corina Susainbiguestáin? Pues no crean, que los hay. De hecho, están a la vista de todos, lo único que hace falta es prestar atención a lo desapercibido. “Lo que el ojo no ve, lo ve er Cordobé”, era una sección de Al Ataque, mítico programa de Alfonso Arús allá en la Primera República. Pues ahora igual, mírense en Youtube los episodios que les voy a decir, y fíjense muy bien en lo que, hasta ahora, habíamos pasado por alto pendientes de lo principal.

   1º.- El gol de Inhiesta en el Mundial de Sudáfrica. Ustedes, claro, van siguiendo la cara manchega de Inhiesta cuando le da al balón y luego miran al esférico o al cuero, como se dice repipimente en los mass media. En lo que no se han fijado Ustedes nunca es en que el balón, al llegar al poste, llevaba trazas de irse fuera, y que de pronto de la cepa del poste sale un piececito de fino tobillo con pelillos rubios que le da un toquecillo y lo desvía hacia dentro, y ¡¡¡Goooooool!!! ¡¡¡España marca un gol!!!!!!! La histeria es tan grande en los españoles y el schock tan inmenso en los holandeses que nadie se fija en que Corina se retira sigilosamente del poste y vuelve a las vallas de la publi, allá por donde se escondía también Sara Carbonero. Genial oyes.

   2º.- El golpe de Estado de Tejero. El golpe no falló por la intervención real que decimos siempre. Falló porque Corina estaba en las Cortes y se dedicó a contarle a Tejero su historia familiar durante las horas clave hasta dormirlo; ella le habló en alemán y eso a él le sonó a Von Ribbentropp, qué más pedir. Pueden verla agachada bajo la tribuna de oradores, como una apuntadora en las rodillas de Tejero mientras éste dispara al techo; éste se sorprendió al verla allí abajo pero entonces ella le dijo que no cobraba y que todo por España, lo que debió gustar a Don Antonio y se fueron ambos al bar, lo que distrajo fatalmente al golpista que ya no tuvo ojos para elefantes blancos ni para cisnes negros, fíjense bien en las imágenes.

   3º.- La flecha en llamas de la inauguración de Barcelona 92. Todo el mundo –literal- mirándonos, y el arquero que dispara. La flecha se desviaba fatalmente unos pocos grados a medida que ascendía porque hacía un viento del carajo. Entonces, Corina, se descolgó de un helicóptero toda vestida de negro con un cable en plan Misión Imposible, con una media de panty negro en la cabeza para que no se viera que era rubia y lo tenía difícil, y con un escudo de fibra óptica negra hizo rebotar la flecha para que cayera en el pebetero de la Caballé y Mercury. Nadie lo notó, ni siquiera los Manolos, y todo el mundo se emocionó y lloró con la Infanta (Elena), pero si tienen un desfibrilador de imágenes o un masterizador de conceptos podrán ver la mancha oscura de Corina en la esquina superior izquierda de la imagen.

   4º.- En la Eurovisión que ganó Massiel, hubo tongo pero no porque Fraga comprara al jurado: la votación salía a favor de Cliff Richard, pero si se fijan en la imagen, detrás de la cortina hay una mano que agarra a la del jurado belga y le hace apretar el botón de España en lugar del de Luxemburgo, y de ahí que España tuviera más puntos. Esencial para España, porque eso hizo que al año siguiente el Festival fuera en Iberia y volviera a ganar Salomé con el traje de oso polar gris que luego en color resulta que era azul, Vivo Cantando.

   5º.- La que dio el chivatazo del Faisán fue la princesa Corina. Nada de Rubalcaba en persona ni el Chino ni Kissinger ni el Dioni. Fue Corina, que como era rubia pasaba desapercibida y se acercó a ese bar donde los hombres de paz esperaban una ayudita. Y allí fue ella, miren la foto y dejen de fijarse en los hombres, se trata de una mujer, y es la princesa consorte.

   6º.- La que enseñó el inglés tejano a Aznar fue Corina. Ella, que sabe tantas lenguas, y no cobra, agarró a JoseMari en los aseos y le dio tres consejos para enfrentarse a Bush; se le olvidó decirle además que no pusiera los zapatos en la mesa o que si lo hacía no se hiciera fotos, pero nadie es perfecto. Gracias a Corina, Aznar pasó el apuro con notable y pudo hacerse popular en los EEUU. De hecho, tan bien nos salió la jugada que cuando ZP fue a la White House la volvieron a llamar desde el Ministerio de Asuntos Exteriores para pedirle consejo sobre Protocolo, y ella hizo lo que pudo, contestó diciendo que “todos de riguroso negro, incluyendo las hijas” (lo que pasa es que Corina no hace milagros, y nunca sospechó que su mensaje pudiera interpretarse en lenguaje Español-Malasaña/Malasaña-Español.

   Es mucho lo que España debe a Corina. Ahora lo hemos estropeado y dice que no va a volver más por aquí, que ha perdido clientes. Bueno, no pasa nada, como ahora todos los españoles están fuera de España seguro que encuentra a más de uno por esos andurriales extranjeros y puede echarle una manita. Manita he dicho. ¡Besos, rubia!

domingo, 24 de febrero de 2013

EL PRISIONERO DEL VATICANO





   Bajo alguna baldosa del Vaticano, cosido al forro de la casulla del Camarlengo, o grabado en un diamante camuflado entre las lágrimas de una lámpara de araña, ahí está el testamento secreto de Ratzinger, y si no al tiempo.

   Esto es un aviso para la CIA o el FBI o el KGB (pongo todos estos nombres para que les salte el chivato y me aumenten las visitas, y añado el MOSAD, el Foreign Office y a Método 3 y Rubalcaba para hacer patria). Atentos al mensaje oculto dejado por Joseph Ratzinger, porque puede que nunca salga a la luz. Lo haga o no lo haga, en ambos casos vendrá Dan Brown y me robará la idea.

   El Papa ha dimitido, o mejor dicho “renunciado”, porque -como dice el canon 332.2 del Código de Derecho Canónico- la renuncia no requiere ser aceptada por nadie. Lógico, pues no puede presentarse la dimisión ante el Espíritu Santo, inspirador de su nombramiento. A tal efecto, hay que recordar que la “dimisión”, de tener que ser aceptada, habría de serlo por el mismo órgano que efectúa el nombramiento, pero éste no lo realiza ningún órgano pues el CONCLAVE no es un “órgano” sino una “institución”; el órgano es el Colegio Cardenalicio, pero cuándo éste se reúne en Cónclave no lo hace como Colegio sino como institución que se reúne una vez con un sólo cometido (elegir Papa), y se disuelve una vez cumplida su misión. Por tanto, aunque esté constituido por Cardenales, no es lo mismo Cónclave (institución ocasional) que Colegio Cardenalicio (órgano permanente).

   Para mayor claridad, leamos el articulito en cuestión, del Código de Derecho Canónico:


  Canon 332.
     2.- Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie.

   Esto significa que el Papa puede renunciar a su oficio. Algún amigo me decía que no puede renunciar sino sólo dejar su oficio por muerte, pero creo que no es así, de hecho hay más causas de cesación del papado, como la de que quedase la sede “totalmente impedida” (canon 335).


   Todo esto no es lo que quería decir, sino algo que va más allá, una vez que van saliendo rumores sobre lo que ha hecho “renunciar” al Papa. La imagen del “Papa rodeado de lobos” acuñada por L´Osservatore romano es muy gráfica y, aunque no sabemos si procede del mismo Ratzinger, es coherente con la protesta encubierta que el papa alemán está deslizando y con los pasos que ha venido dando para boicotear al todopoderoso Cardenal Bertone (envío a Bogotá de su mano derecha Ettore Balestrero, al que Ratzinger ha ascendido a Arzobispo para mandarlo como nuncio a Colombia –promoveatur ut removeatur-, nombramiento del barón von Freyberg para el banco vaticano –IOR-, y todo esto en los minutos de la basura, que diría Ramón Trecet).


   Otro síntoma de que “algo huele a podrido en el Vaticano”, parafraseando a Hamlet, es que el Papa no se va a retirar a la abadía de Montescasino, o a los montes alemanes del Jura; se va a la villa papal de Castell Gandolfo, de donde se supone que no volverá a salir. Hay que decir que esta villa tiene estatus jurídico de parte del Estado Ciudad del Vaticano, y está bajo la custodia de la Guardia Suiza, esto es, los soldados del Papa (el nuevo que venga). Así contado, no sé muy bien cuál va a ser la diferencia entre Joseph Ratzinger y Rudolf Hess, ambos alemanes y pajaritos en jaula gigantesca, todo hasta que cualquier día nos digan que “el pobrecito ha amanecido occiso”, o que –usando la imagen que se me quedó grabada al leer el óbito del marino alicantino Jorge Juan, lo han hallado “completamente muerto”. Vamos, lo mismo que Napoleón, enfermito el pobre bajo el dominio inglés de Santa Elena entre arsénicos, mercurios y mosquitos para gloria del doctor Antommarchi y cabreo del Conde de les Cases.


   O sea, que el Papa se va preso más que otra cosa. Algo así como Clemente V en Avignon, Clemente VII con nuestro Carlos I, Pío VII con Napoleón, o Pío IX en 1870 cuando se encerró en el Vaticano en plena unificación italiana tras ser expoliado de todos sus Estados Pontificios y ser impelido a abandonar Roma. Pío IX fue llamado “El Prisionero del Vaticano”, y con ese título fueron también conocidos los siguientes Papas pues allí quedó el sucesor de San Pedro encerrado en situación totalmente inestable durante los pontificados de León XIII, Pío X, Benedicto XV, y Pío XI, todos ellos presos en el Vaticano y rodeados de Italia por todas partes menos por una –el Cielo-. Cuando algunos critican el que el Papa firmara un Tratado con Mussolini (Pactos de Letrán de 1929) se olvidan de dos cosas: la primera es que en esos años Mussolini tenía preso al Papa con capacidad para barrerlo de un plumazo, y la segunda es que ninguna potencia mundial había hecho apenas nada para proteger al Papa, sólo España había mostrado algo de interés en 1915 cuando, acosado el papa en plena Guerra Mundial y habiendo retirado las potencias germanas sus embajadores de Roma, quedó Benedicto XV totalmente a merced de sus enemigos y fue Alfonso XIII quien le ofreció refugiarse en El Escorial.

   El siguiente Benedicto, el XVI, es otro rehén como lo fue el XV, y el XIII (Papa Luna), y tantísimos otros Papas para quien los conozca, muchas veces obligados a ciertas cosas porque, como dedujo Stalin, los papas no tienen divisiones de tropas que los defiendan.


   Pero Ratzinger no es tonto. Ha demostrado un elevadísimo nivel intelectual, y por eso yo creo que tiene tramada una trampa por si acaso. La trampa consiste en que, al decir que “renuncia”, se debe entender en todo caso que lo ha hecho conforme a la ley, esto es, en los términos que previene el Código de Derecho Canónico, el cual habla en todo momento de “renuncia libre”. Esta va a ser la ficción que todos van a asumir como guión, aunque todos sospechan que su renuncia no ha sido tan libre como dice el papel. Al Papa lo retirarán para que no hable, y él lo sabe, quizá forma parte del pacto. Ha nombrado una comisión de tres cardenales para que hagan un informe previo al conclave y avisen de quién sabe qué a los electores, ellos sabrán qué van a decir.


   Pero una cosa está clara: Yo no soy más listo que Ratzinger, y si yo fuera Ratzinger me habría guardado una carta en la manga, la de toda la vida: dejar una prueba de que “mi renuncia no fue libre, sino obligada”. Una carta secreta, una denuncia oculta, algo que me permita a mí o a mis seguidores impugnar la renuncia como “antijurídica” por ser “coaccionada”. En caso de que apareciera alguna prueba de que la renuncia de Benedicto XVI ha sido NO LIBRE, se caería todo lo que venga detrás. Es lo que ocurrió en el Cisma de Occidente, cuando no había manera de arreglar nada porque cada Papa impugnaba –y con su parte de razón o de ley- el nombramiento de los otros y con ello todos los nombramientos de cardenales hechos por el indebidamente nombrado. Con su renuncia, el rehén ha apresado a sus captores (algo así como cuando Julio César fue capturado por los piratas y les dijo que habían cometido un gran error porque él acabaría con ellos), y los ha ligado a su propia suerte como Sansón que murió matando; todo lo que ocurra con los nuevos papas durante algunos años queda ahora sujeto a que Benedicto XVI (o alguien) no saque las pruebas de que su renuncia fue bajo presión.


   Esa es el arma de Ratzinger, el dejar una prueba de que su renuncia fue ilegal. Quizá sea esa la piedra en el camino que ha dejado para que se cumplan las listas de las profecías, los antipapas y todos los Códigos Da Vinci que se le ocurran a Tom Hanks. Al tiempo.


   La siguiente pregunta es “¿Dónde, cómo y a quién habría dejado el Papa como custodio de esa prueba? Lo normal es que lo haya dejado a más de una persona, y en un soporte difícil de borrar, como es la piedra, así que vaya alguien a revisar si Benedicto XV ha encargado ya la lápida de su tumba. Eso ya lo dejo para Iker Jiménez, yo me quedo en la espera.


   Y lo dejo aquí por hoy. Conste que iba a empezar esta entrada por una relación de todas las cosas que se deben a este Papa, pero por hoy no quiero cansar más a la tripulación que se merece un descanso, y yo mismo, que a mi manera soy preso de ellos como los Benedictos lo fueron de los reyes. Así sea.

martes, 12 de febrero de 2013

RATZINGER, EL BENEDICTO QUE NO SE MANTUVO EN SUS TRECE











   Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, ha renunciado al Papado. Es curioso porque este Benedicto se hará famoso por su gesto de abandono, con el que viene a equilibrar en la Historia a otro Benedicto que se hizo famoso por todo lo contrario: por mantenerse en sus trece: el Papa Luna, Pedro de Luna, Benedicto XIII.



   Salvo que alguien me corrija, leí en su momento que de ahí viene la expresión “mantenerse en sus trece”. El Papa Luna, personaje trágico donde los haya y digno en su día de uno de aquellos magníficos “Paisaje con figuras” de Antonio Gala, fue uno de los varios Papas que se vieron envueltos en el Cisma de Occidente, cuando llegó a haber hasta tres Papas a la vez y cuando todas las cortes de Europa, monasterios y universidades tomaron cartas en un ajedrez de dimensiones hiperbóreas y consecuencias fundacionales.



   Por unas razones u otras, los restantes Papas fueron renunciando o muriendo en aras de solución, todos salvo Benedicto XIII. Luna se enrocó en el palacio castillo de Peñíscola, entre fantasmas templarios y celuloides del Cid, paseando como un Van Gogh renacescente (licencia), amaneciendo cada día más Gregorio Samsa y anocheciendo cada día más Karamazov, dando vueltas como Abenjacán en el laberinto de Borges, Minotauro con sotana… Defendido en un principio por los hispanos de Castilla y Aragón, Portugal, Navarra… éstos se fueron descolgando poco a poco de la obediencia al desobediente y haciendo de puntillero Don Fernando de Antequera, regente de Castilla hecho rey de Aragón por obra del Compromiso de Caspe y del saber de San Vicente Ferrer, y que había prestado su apoyo a Luna a cambio de recibir para sus hijos Sancho el maestrazgo de la Orden de Alcántara, Enrique la de Santiago y Pedro la de Calatrava, eso hasta que en 1412 se hizo rey de Aragón y cambiaron sus horizontes mirando hacia Levante, Nápoles, las islas… y empezó a practicar aquello del “hay que renunciar, Santidad” pues nada queda del milagro de la unión bajo premisas jurídicas y es el tiempo de la premisa del hierro. Todos abocados a concilios y más concilios hasta los finales de Basilea, Ferrara y por la peste a Florencia al que acudió hasta el patriarca de Bizancio y el emperador Juan Paleólogo ya en 1438 en una cabalgata que retratara Gozolli poniendo a los banqueros Médicis llevando la rienda de los caballitos de papas y reyes aunque eso es otra historia y la contaré cuando hable de otro que envidiaba a Cosme Médici el Viejo y pintó otras revanchas con la efigie de Pippo Spano y otros en una pared que nadie ve en vivo y muchos en diapositiva y ufff…



   Benedicto XIII dijo “no renuncio”, y se murió en sus trece.



   En esos mismos años se produjo lo que algunos están citando como la última renuncia papal, la de Gregorio XII en 1415. Sí, pero no. Gregorio XII no renunció como Ratzinger, a golpe de Twitter y en loor de multitudes arrepentidas. Gregorio XII renunció para evitar la muerte.



   Gregorio XII era uno de los papas en conflicto con el Papa Luna. Había sido elegido en 1407, cuando tras la muerte de Inocencio VII los cardenales se tomaron en serio la elección de un papa que hiciera sombra al último que quedaba de las trifulcas anteriores. Designaron para el cargo a Angelo Correr, cardenal veneciano, de 70 años, tímido y apocado para el cargo como dicen ahora que era Ratzinger, todo un 30 de Noviembre, el deseo de romanos y avignoneses, no de españoles, y Angelo pontificado se hizo llamar Gregorio XII.



   Gregorio se enfrentó a una realidad que parecía un espejo y una caldera. Se vio envuelto en la guerra entre halcones y sacristías enfrentado a Alejandro V que se murió en 1410 y a su sustituto Juan XXIII que le estrenó el nombre al de hace unos años. En 1415, Gregorio XII se reconoció a sí mismo al lado de Ladislao de Nápoles como apoyo. Juan XXIII apoyaba a los franceses de la casa de Anjou que querían el trono napolitano, y condenó como antipapas a Gregorio y a Benedicto, aunque a éstos ya les daba igual una condena más. Ladislado fue derrotado en Rocaseca, tuvo que reconocer al papa Juan afrancesado, mientras su apadrinado Gregorio XII tuvo que buscar apoyo en Bolonia donde mandaban los Malatesta. Casi no dio tiempo, porque en ese tris Don Luis de Anjou se aburrió de Juan XXIII, el cual miró a su frente al otrora enemigo Ladislao de Nápoles al que otorgó perdones y rosas mientras le obligaba a expulsar a Gregorio XII de Gaeta la bella.



   Gregorio fue recogido en lágrimas de incienso por Carlo Malatesta, en aquella Rímini de aquella Bolonia de códigos y tintas. Así acabó Gregorio XII, renunciando al papado a cambio de salvar la vida y la casulla, y de una bolsa para vivir en su dignidad indigna de pesebre.



   No acabó ahí el sinsabor de Gregorio. Fue acusado en el concilio de Constanza en ese mismo 1415, de cargos como inmoralidad, herejía y cisma, tiranía, ambición, simonía, envenenamiento de Alejandro V, y alguna más. El 29 de Mayo se dictó su sentencia, que abarcaba también a Juan XXIII, del que ningún periodista ha dicho nada porque se liarían con el buen papa Roncalli moderno. La sentencia, además, les incapacitaba para una posterior reelección. Gregorio decidió tener un final elegante y abdicó formalmente para eludir más deshonra, siendo leída la bula de su decisión en el día 4 de Julio de 1415. El camino quedaba abierto para que Benedicto XIII se bajara de sus trece y siguiera el ejemplo de los otros. Dos días después, el 6 de Julio, se allanaba aún más el camino quemando en la hoguera a Juan Huss en Constanza, otra vergüenza más contra otro llamado hereje que ni se sabe lo que era salvo que era Rector en la Universidad de Leipzig, que defendió a otros herejes en juicio y estaba en contra de los males de la jerarquía eclesiástica.



   Pero no. El Benedicto de Peñíscola no se bajó del portón de su castillo, donde murió años más tarde, con tanta niebla en su muerte que ni siquiera está clara su fecha, para unos el 29 de noviembre de 1422, para otros el 23 de Mayo de 1423, pero eso sí, tanto en un año como en el otro, murió en sus trece.

miércoles, 6 de febrero de 2013

MEDIDAS ANTICORRUPCION EN 7 DIAS.








   Si Zapatero podía aprender Economía en un fin de semana, con igual celeridad podrían PP y PSOE aprobar ciertas medidas anticorrupción. Lleva toda la razón el Presidente de la Patronal, Joan Rossell, cuando dice que los mercados nos penalizan por la corrupción, y que eso nos cuesta miles de millones, A TODOS, por el capricho de ELLOS.



   Y digo CAPRICHO y digo ELLOS porque está en manos de ELLOS hacer cosas muy sencillas para mejorar, y si no lo hacen es por CAPRICHO (decir capricho es elegante, decir otras cosas es más veraz). Lo terrible, según Rossell, no es que haya casos de corrupción, sino que la corrupción está en el sistema y a nuestros políticos no se les ve la más mínima gana de resolverlo. Esto, de ser un PROBLEMILLA POLITICO se ha convertido en un PROBLEMA MORAL y ha empezado a ser un PROBLEMON ECONOMICO, así que tonterías las justas, o que la corrupción se la paguen ellos.



   El error de querer resolver la corrupción es que empezamos a hacer propuestas como “listas abiertas”, “reforma de la Constitución”, “cambios en la educación para que los niños aprendan a no defraudar”… que mueven a risa porque de tan largas ya ni me las fiáis.



   Pero hay COSAS MUY SENCILLITAS, que se pueden arreglar EN 24 HORAS, y nos darían muy buena imagen ante la Merkel, Obama y el Dalai Lama. Si les parece muy acelerado, podemos hacerlo en 7 días, una reforma cada día durante una semana, así no tienen que pensar tanto.



   POR EJEMPLO:



1.- ELIMINAR LOS AFORAMIENTOS Y LOS SUPLICATORIOS.- Ya está bien de que para perseguir a un señor haya que pedir permiso a sus colegas. (para quien no lo sepa, el suplicatorio significa que los diputados no pueden ser perseguidos penalmente sin pedir permiso a su respectiva cámara).



2.- ENDURECER UN 50% TODAS LAS PENAS RELATIVAS A CORRUPCIÓN (Cohecho, prevaricación, tráfico de influencias…). Así, de golpe, sin pensar. A ver quién se atreve a oponerse.



3.- MODIFICAR LA LEY DEL INDULTO PARA PROHIBIR EL INDULTO A DELITOS DE CORRUPCIÓN. No hace falta comentarios.



4.- DONACIONES A PARTIDOS.- Coger un sistema igual que el de Estados Unidos. No sé cuál es, pero si en EEUU funciona aquí también.



5.- PROHIBIR SUBVENCIONES A FUNDACIONES DE PARTIDOS.- No digo que se prohiban las fundaciones, pero que encima cobren de nuestros impuestos es la Risa del Reino, máxime si sirve para que Doña Amy Martin se lo lleve todo (les recuerdo que San Martin es el Obispo que compartió su capa con un pobre; ahora es al revés, la Martin le quita la capa al pobre para tener ella dos).



6.- UNA FISCALIA ANTICORRUPCION POR PROVINCIA.- ¿Qué es mucho? Señores, la corrupción se ha convertido en el principal problema para los españoles, o el que más alarma social crea. Si hemos creado fiscales especiales en tantos sitios para menores, familia, medio ambiente… ¿por qué sólo un fiscal anticorrupción para toda España?.



7.- PACTO DE PARTIDOS PARA IMPUTADOS Y PROCESADOS.- Que los imputados cesen (provisionalmente) en sus cargos políticos; que los procesados cesen (provisionalmente) en sus cargos públicos. Así, automático. Verán como se lo toman más en serio. ¿Qué eso es injusto porque hay denuncias falsas? Muy bien, en tal caso persigan todas las denuncias falsas que haya en materia de corrupción, que hasta ahora tampoco lo he visto ni una sola vez, y a la siguiente se lo pensarán dos veces antes de denunciar en falso.



Pues eso. A que no hay.

domingo, 3 de febrero de 2013

LOS ESCRITOS "APOCRIFOS" DE RAJOY








   Hace falta entrar en la Catedral de Valencia y acercarse al altar mayor en un día de diario. Eso ya descarta al 98 % de los españoles. Para el resto, y para los extranjeros normales, les propongo una experiencia para entender qué significa realmente “apócrifo”.

   Rajoy ha metido la pata sin saberlo al aludir a los papeles de Bárcenas como “apócrifos”. La suerte que tiene es que sus contrincantes, en lugar de dedicarse a leer, prefieren salir a la calle en invierno y se les congelan las sinapsis entre grito y litrona. Lo que no hizo la LOGSE lo hará el entusiasmo demócrata.

   Rajoy ha querido decir que los papeles que publica El País son falsos. Pero apócrifo no significa “falso”.

   Vuelvo al principio: la Catedral de Valencia. En el crucero de la Catedral quedan algunas obras de arte que no se llevó por delante la alegría legítima de 21 de Julio de 1936. Entre ellas figura un conjunto de 12 imágenes de óleo sobre tabla, y entre ellas una de Yáñez de la Almedina de 194 x 227 centímetros (supuesto alumno de Leonardo) titulada La Dormición de la Virgen. Alude al episodio en el que la madre de Jesús quedó dormida para poder ascender a los cielos, pues la muerte no la alcanzó.

   El cuadro tiene algo maravilloso. Aparentemente se trata de una escena ordinaria dentro de lo extraordinario que rodea a cualquier concepto religioso. Vemos a una mujer recostada en su lecho mortuorio, y a diversos personajes que la acompañan en su final terrestre, discípulos, evangelistas… hay cuatro de esos personajes que portan o leen un libro en posiciones espontáneas; se trata de los cuatro evangelios llamados canónicos (Mateo, Lucas, Marcos y Juan). Uno puede mirar ese cuadro docenas de veces y no fijarse en una cosa que yo les diré ahora y que hace falta que se la digan a uno porque si no puede uno morirse o dormirse mil veces si descubrirlo: debajo del almohadón de la Virgen hay otro libro, del que apenas vemos los bordes. ¿Qué significa?

   Significa que ese libro es el texto donde aparece relatada la Dormición. Como tantas cosas de la imaginería cristiana, hay muchos relatos que no figuran en los cuatro evangelios principales sino en otros textos, o incluso en la tradición oral. La Dormición de María no es narrada en ninguno de los cuatro evangelios “canonicos”, sino que aparece concretamente en los textos de Juan el Teólogo, el Evangelio de Bartólomé, el Tránsitus Latino, y la narración de Juan, Arzobispo de Tesalónica.

   El momento clave para todo esto fue el año 325. Constantino el Grande quiso rentabilizar en beneficio del Imperio el ímpetu de una religión cristiana que se negaba a desaparecer, así que encerró (con sello, de ahí lo de Con- silio) a todos los obispos en Nicea para obligares a adoptar una serie de medidas, de unidad institucional, de unidad contra el arrianismo, de unidad doctrinal… todo para instrumentar un nuevo arma para perpetuar la gloria de Roma ya fuera en Roma o en Constantinopla. Una de las consecuencias fue que la Iglesia debió reducir todos sus relatos sobre la vida de Jesús a cuatro, descartando todos los demás. Los evangelios salvados fueron llamados canónicos simplemente porque los cuatro actúan como un "canon", siguen un mismo orden (que tampoco es tan cierto, pero no entraremos en esto).

  Los textos “descartados” fueron los “apócrifos” (apokryphos no significa falso, sino oculto u ocultado). Los evangelios apócrifos fueron, simplemente, los que no cupieron en el saco de cuatro que se decidió proclamar como mensaje oficial de la vida de Jesús de Nazaret.

   Con el tiempo, y por la aureola de disidencia que podían fomentar, se fue pasando de la connotación de “ocultado” a la de “oculto”, y de esta a la de “falso”. Es cierto que la nota de oculto podía hacer referencia también a ciertas partes de los textos que parecían más dirigidas a un grupo de iniciados que a una audiencia heterogénea y no selectiva; pero eso son matices que la propia Historia de la Iglesia fue adquiriendo a veces a favor y a veces en contra de su voluntad. En estas Navidades hemos tenido otro ejemplo de esta riqueza con la polémica sobre la mula y el buey del Belén o sobre el origen hispano de los Reyes Magos; se trata en muchos casos de datos que revolotean en los textos y en la tradición y sobre los que la Iglesia ha basado muy poco la trascendencia de su mensaje, al revés de lo que hacen sus detractores que se entusiasman cada vez que se dice en voz alta que muchas de estas referencias tienen un valor más tribal que trascendente. Allá cada uno con lo que busca.


   El cuadro de la Catedral de Valencia, por tanto, nos está dando una lección de Teología, Cultura e Historia de la Iglesia en cuatro trazos de pincel, como tantas veces ocurre en el arte religioso –nos guste o no el arte y nos guste o no la religión-. Nos está diciendo que la historia de la Dormición de María no está escrita en ninguno de esos cuatro libros que el mismo cuadro nos muestra de una forma patente, explícita; su relato está en otro libro, otro texto “ocultado”, “apartado”, en este caso bajo el propio cojín en el que se apoya la cabeza de la Virgen; es posible que no haya forma más hermosa de contar un secreto. Ah, el cuadro hay que verlo en día de diario porque está pintado sobre una de las dos cubiertas que cierran el retablo y éste suele estar cerrado; en los festivos se abren las dos planchas que hacen de puerta y entonces sólo se ven las pinturas del interior, que son otras seis joyas.


   Pero en fin, todo esto venía a cuento de que cuando Rajoy alude a los papeles de Bárcenas como “apócrifos”, estoy seguro de que está queriendo decir que son falsos, pero que tenga cuidado porque lo único que está diciendo es que son papeles “ocultos” o, peor aún, “ocultados”. Así que, el día que en lugar de dar un pantallazo se permita salir al ruedo y nos permita hacerle preguntas, la primera que habría que hacerle es “¿Qué ha querido decir Usted con “apócrifos”? ¿Decidieron Ustedes en algún momento ocultar esos papeles?