viernes, 30 de mayo de 2014

PSOE 2014: DE SUSANA Y LOS VIEJOS AL CONCILIO DE CONSTANZA





Aunque el PSOE sea un partido más bien laicista, puede que en estos días le convenga recordar dos episodios religiosos.


  El primero es el de Susana y los viejos. Igual que Susana Díaz parece acosada por los veteranos de su partido, hubo en la Biblia otra Susana acosada por otros viejos. El episodio lo cuenta el Libro de Daniel y nos lo han representado en pintura genios desde Tintoretto a Rubens, Tiepolo o Rembrandt.


  Susana era una mujer honrada, judía afincada en Babilonia donde estaba casada y tenía su familia. Dos jueces ancianos la espiaban cuando ella paseaba por su jardín, y un día en que Susana se bañaba intentaron propasarse. Ella se resistió y ellos la amenazaron con acusarla de adulterio. Susana se sintió muy angustiada pues si la condenaban sería sentenciada a lo peor, pero si cedía perdería su alma. Sabía también que no tenía nada que hacer contra el testimonio de los dos jueces.

  Pero aun así decidió que, puesta a perder de una u otra manera, prefería morir castamente que renunciar a sus convicciones. Al final, el profeta Daniel la salvó descubriendo la mentira de los dos jueces.


  Susana Díaz es hoy la más casta de la casta, la menos gastada, la más limpia. La acosan para que haga una cosa (lanzarse a Madrid) y la contraria (quedarse en Sevilla) y en las dos puede salir escamada. Por eso creo que ella debe hacer lo que tuviera ya en mente antes de este acoso: si quería ser la gran jefa de Andalucía, que se quede ahí; si su sueño de siempre fue llegar a Madrid, que se promueva a lo más alto. En ambos casos tendrá el acoso de una mitad, pero al menos habrá sido coherente consigo misma, que es al fin y al cabo su único capital actual. En cuanto falsee, caerá, pues se volverá una más y será fagocitada por el remolino del Titanic.


  Cosa diferente es que haya que decidir ya si Susana o Juana de Arco, o bien haya que debatir antes las reformas del PSOE. Vamos, que si Primarias o si Congreso. Eso nos lleva al segundo episodio, del que por cierto se cumplen ahora 600 años: el Concilio de Constanza.


  En aquél Concilio, se planteó exactamente el mismo dilema que hoy en Ferraz. El dilema era el del Cisma de Occidente, cuando llegó a haber hasta tres Papas y la Iglesia estaba necesitada de reformas. La encrucijada que se planteó fue: ¿decidimos primero quién es el Papa y luego discutimos las reformas, o lo hacemos al revés?


  Un sector quería designar primero a un Papa, pues no tenía sentido aprobar unas reformas sin saber si el Papa elegido era favorable a ellas. Otro sector entendía que no tendría legitimidad una decisión sobre el Papa si primero no se arreglaban las cosas en la Iglesia.


  Vamos, no sé si les suena la diatriba. ¿Qué pasó?


  Pues que se impuso la primera fórmula, es decir, se eligió primero al Papa Martín V, y las reformas quedaron para después y al final fueron reformitas.


  Seguramente en el PSOE deconstruido pasará lo mismo que en Constanza, porque en estas cosas rige siempre la misma fórmula: es mucho más fácil comprar personas que ideas. 


  Decidan Ustedes.

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