viernes, 30 de diciembre de 2011

GALLARDON EN JUSTICIA. COMO ABARATARLA Y MEJORARLA SIN PONER UN DURO (III).


Hace días que estoy expectante, a ver qué dice Gallardón sobre la Justicia. De momento ha puesto a Torres-Dulce de Fiscal General del Estado, que como todos saben lo va a hacer “de cine” (es que es “crítico de”, para quien no lo sepa).

Gallardón es el Eterno Infante del PP; para otros es el Niño Terrible, mortal de necesidad. Cuando lo pusieron de 4 en las listas por Madrid, pensé que ese número le pegaba mucho. Verán, Gallardón tiene los ojos un poco achinados, y resulta que en chino el nº 4 se asocia tanto con los niños como con la muerte, y se pronuncia “sì” (fonéticamente semejante a "muerte"), que es la eterna palabra de un Gallardón incapaz de decir “no”, porque Gallardón es, como Buenafuente, “Muy Bueno”. El dibujo del 4 chino se forma por dos rayitas verticales algo separadas (recordando las dos orillas del cráneo de los niños abiertas por la fontanela) encerradas en un cuadrado (que es el grafismo de “casa”), aludiendo a que el niño permanecía en casa encerrado hasta que cumplía 4 años. Vamos, como Gallardón encerrado cuatro legislaturas entre Autonomía y Ayuntamiento cerrando su fontanela, hasta que por fin le han dejado salir al mundo.

De momento, lo que he visto en sus declaraciones me ha dejado muy frío. Habla, una vez más, de elección de miembros del TC, del Consejo General del Poder Judicial... vamos, que son las cosas que les suelen preocupar a “ellos”, pero no a la gente de a pie, (aunque ya sé, que nadie me lo recuerde, que todo acaba influyendo en la justicia diaria, sí, ya lo sé, pasados 450 años más o menos pero sí). Habla también de un Estatuto de las Víctimas, y parece que nadie le ha dicho que en la Comunidad Valenciana hay ya una Fundación de Atención a las Víctimas del Delito y que el Sr. Fabra acaba de anunciar que se despide a 35 de los 103 puestos de trabajo de la misma; y en Baleares ya van por lo mismo, no sé si el Sr. Gallardón se refiere a estos sitios o a la Insula Barataria...

Me temo que entre tanto Alto Técnico, tanta Carne de Suplicatorio y tanto Académico no ven claro qué ocurre a este lado del estrado o del calabozo, y menos aún en tiempos de crisis, así que yo a lo mío que es hablar desde la Trinchera.

Como veo que esto va para largo, voy a permitirme un lujo del que no hay que abusar, y es tirar mano del “copiar y pegar” –vamos, es la primera vez que que lo hago y estoy avisando, y eso sí de material propio-. Hace unos meses aportaba unas ideas para ABARATAR Y MEJORAR LA JUSTICIA SIN PONER UN DURO, por si el señor Caamaño las quería usar porque sé que me lee todas las noches (ya lo hacía Bermejo cuando volvía de cazar). Ahora las pongo otra vez por si el Señor Ruiz Gallardón las quiere usar, que sé que también me lee. Me leen todos los Ministros de Justicia y el Señor de Singapur. Lo siento por repetirme, pero en estos meses no he pensado nada nuevo, y la repetición no estaría tan mal si algo bueno se hiciera con ella. Así que ahí les “copio y pego” unos retales ya publicados en su día, son de tanta actualidad como hace 4 meses y como hace 4.000 años, bendito número 4.

LA PRIMERA ENTRADA (JUSTICIA I) tuvo como origen una PROPUESTA-RUMOR-SONDEO DEL CONSELLER VALENCIANO sobre la posible introducción de TASAS JUDICIALES. Les quitaré las introducciones de estilo. Mis comentarios de Agosto de este año fueron:



...¿No se ha planteado la posibilidad de hacer una mejor Justicia simplemente usando mejor los medios que tienen? Ustedes y todos.

Es curioso que los políticos planteen los copagos para las cosas precisamente esenciales... para los demás: Sanidad, Justicia, Educación... no se lo plantean para hacerse sus videos de promoción, sus vacaciones en Doñana, sus trajes o sus reformas (esto es demagogia, lo sé). También es curioso que los copagos se planteen para “disuadir” al ciudadano de acudir a ese servicio; ¡pero bueno! Es decir: ¿LO ESENCIAL DEL SERVICIO PUBLICO ES DISUADIR AL PUBLICO DE ACUDIR AL SERVICIO? Los poderosos (quizá por propia experiencia) creen que la gente se aburre en casa y se dedica por vicio a acudir al servicio público, sea sanitario, judicial, o educativo, es que el pueblo es muy caprichoso... Miren, si hay fraude que se persiga, pero normalmente detrás de cada servicio hay un drama humano, así que mejor calladitos, gestionar bien y si no dejen paso.

Conozco algo de las tierras valencianas del Señor Cabré, pues de vez en cuando hago por sus costas la aguada o enrolo a sus arruinados.

Les diré mis propuestas :

- Justicia preventiva.- Como la sanidad. Hay que intentar reducir los agravios, en lugar de reducir el número de agraviados que deciden ir a un juzgado.- Esto último es un fracaso, pues significa que habrá una porción de gente que se desengancha del sistema, y decide buscar la justicia por su mano o lo que es peor, se desmoraliza sobre la bondad de acatar el sistema.

- Justicia atractiva.- Hay que animar a acudir a la Justicia, no disuadir de ello. Con las mujeres maltratadas, o los abusos infantiles, se anima a denunciar. ¿Qué privilegio tienen estas víctimas que no tengan las víctimas de un robo, una estafa, o un insulto?

Deben saber que ya hay bastantes elementos que disuaden de acudir a la justicia, y no hace falta que inventen nuevos:

a)      la lentitud de la tramitación y la desidia del sistema;

b)      la inseguridad de las decisiones judiciales tan contradictorias a veces;

c) la falta de formación o experiencia de algunos jueces (ya sea por formas de acceso de cuartos turnos, abogados “amiguetes de reconocido prestigio”, jueces sustitutos, formas de examen de poca exigencia en épocas de gran necesidad de jueces, falta de experiencia en caso de primeros destinos...)

Estos elementos ya son disuasorios, pues hacen que la gente no confíe en que la Justicia funcionará como debe. Los acuerdos a que llegan los abogados son un fracaso y una aberración desde el punto de vista teórico, porque en puridad ambas partes saben perfectamente cuál de las dos tiene la razón y debería ganar el pleito. Si se renuncia a una parte de las pretensiones en un acuerdo es porque uno nunca sabe cuánto va a tardar un juez en darle la razón, ni si el juez sabrá lo necesario para dársela, ni si le tocará este juez o el otro que dice lo contrario. Es decir, los acuerdos de abogados sólo tienen como fundamento los defectos de la justicia, pues si ésta funcionara bien nadie renunciaría a lo que el juez debía reconocer. Sin embargo, para los políticos y para el Consejo General del Poder Judicial las transacciones judiciales son un éxito cuando deberían ser una VERGÜENZA. En un asunto judicial no basta con llevar razón sino que: 1) tienes que llevar razón; 2) poder probarla, y 3) que el juez te la dé. Si no estás seguro de eso es cuando empiezas a pactar, renuncias a una parte y te retiras, bastante enfadado por cierto.

A todo esto se añade el que ya existen importantes costes disuasorios privados en la actuación judicial. Un particular debe pagar abogados y procuradores si tiene suficientes ingresos (la justicia no es gratuita sino para gente de pocos recursos); presentar informes periciales en muchos casos si pretende que le hagan caso; en los asuntos con lesiones muchas veces debe gastarse el dinero en un perito de su confianza porque la peritación que presentan las compañías no es fiable por interesada y las que hacen los forenses no recogen en ocasiones todo lo que quiere manifestar el particular; sufre el coste de días perdidos acudiendo a declaraciones muchas veces reiterativas, actuaciones de mero trámite; debe pedir documentación en oficinas en las que no se lo ponen fácil y además también le cobran o le hacen perder varias mañanas para obtenerla, etc., luego no es barato para un particular acudir a la justicia, pone mucho de su bolsillo así que hablar de “copago educativo” a estas alturas es un sarcasmo.

-          Justicia dignificante.- Hay que tratar al ciudadano con mucho más respeto que el habitual en los juzgados. Hablar de disuadirle es una inmoralidad, porque con sus impuestos paga para que haya un sistema. Hablarle de poner una “tasa simbólica” es faltarle al respeto, como si fuera tonto y necesitara símbolos para recordar lo cara que es la Justicia cuando la gente lo que necesita es que le arreglen pronto su asunto. Si la tasa es tan simbólica habrá que preguntar si se puede pagar también con “dinero simbólico” y no con euros.

Al ciudadano hay que explicarle bien las cosas cuando está en un juzgado; hay que dejarle que se explique; dedicarle un minuto al menos a hacerle sentir bien; hacerle las preguntas en un lenguaje que entienda y no repetirlas más alto cuando no la entiende a la primera; mirarle cuando se planta ante un mostrador y no mantener la vista pegada al pupitre o al ordenador a ver si se cansa y se va; respetarle los horarios de atención al público y, ya que estos son cortos, al menos respetarlos estando ahí para lo que quiera ver, se trata de su asunto. Es absurdo, por ejemplo, citar a los ciudadanos para practicar diligencias en los juzgados cuando éstos están de guardia, ya que lo normal es que los imprevistos de la guardia acaparen a los funcionarios y especialmente al juez, con lo que al particular le harán perder la mañana esperando horas a que le puedan atender...  Eso no es cuestión de dinero, porque se supone que el funcionario de justicia debe actuar correctamente, cuesta lo mismo hacer las cosas bien que mal, amablemente o de mal humor, y normalmente cuando uno se centra en hacer bien una cosa la termina antes y queda más satisfecho.

Y ahora unas cuantas cosas para ahorrar dinero, o rentabilizar mejor el que se gasta:

Vaya por delante que en lo que voy a decir no hay una crítica general a todos los funcionarios, sean de justicia o de la administración, ni a los jueces, fiscales, secretarios, abogados, procuradores, peritos, etc., pero sí una crítica a un sistema que se lo pone muy difícil a los que lo quieren hacer bien, y muy fácil a los que lo quieren hacer mal. Hay multitud de personas de buena pasta en la administración y en la justicia; si no fuera por esa buena pasta de tantos, -a los que no se puede pedir que sean héroes- el sistema habría quebrado mucho antes. Pero vayamos a lo defectuoso:

1.- Apertura de juzgados los sábados.- Los juzgados trabajan sólo de lunes a viernes, por las mañanas. Teóricamente de 8 a 15, pero realmente hasta las 9-9.30 no aparece nadie, y si aparecen es para dejar el periódico o el bolso, irse a tomar el cafetito, luego se toman otro a media mañana, que si el cigarrito que tengo que salir, y a partir de las 13 ya estoy nervioso que me voy para casa y recojo a los niños y al súper así que no moleste. Se agilizarían los asuntos y por tanto mejoraría la calidad, sin necesidad de gastar más dinero. Si no se quiere ampliar el horario, al menos que se exija un cumplimiento cierto del existente, porque se pierde muchísimo tiempo.

2.- Ejecución de oficio de las sentencias.- (Salvo declaración en contra del beneficiado por ellas). La gente piensa, cuando va a un juzgado a reclamar un dinero, que la sentencia que le da la razón le va a poner el dinero en casita, y no es verdad. Tras la primera sentencia hay que pedir un segundo trámite de ejecución para obtener el cobro, hay que presentar nuevos escritos, nuevas copias, pagar abogados por impulsar todo eso... cuando estaba claro que el que acude al juez no es para tener un papel precioso sino para ser resarcido. Si se iniciara de oficio esa ejecución se ahorraría tiempo, papeles y dinero.

En la ejecución, además, la justicia debería tener un acceso mucho más ágil y más rápido a los registros públicos y de Hacienda para localizar bienes del ejecutado. Para eso no hace falta una tasa nueva sino hacer un programa adecuado y la voluntad de hacerlo. La misma maquinaria que funciona para que el Estado cobre sus impuestos debería ponerse al servicio de los ciudadanos que ganan una sentencia.

3.- Señalamientos de juicios con racionalidad.- No pueden señalarse veinte juicios para una mañana como hacen en muchos lugares, ni tan siquiera diez, y yo diría que no más de cinco. El propio juez puede acabar mareado, de mal humor, agotado, y el resultado de esa vista será nefasto para alguien o para él mismo.

Es cierto que muchos de los juicios señalados no se celebran, pero también es verdad que buena parte de esas suspensiones son por culpa del propio juzgado que ha cometido algún error que propicia la suspensión, o que podía haberla decretado antes una vez que la causa se le ha hecho saber. Pueden ponerse muchos menos juicios cada día, pero al mismo tiempo señalar juicios en muchos más días, pues un juzgado no suele señalar juicios más de dos o tres días a la semana. Debe pensarse que al ciudadano le supone mucho coste en horas perdidas estar esperando a su juicio señalado para las 10.30 y que luego acabe celebrándose a las 12.45 porque antes había señalados otros 8 y se han alargado. Hay gente que se pasa a veces tres horas esperando su turno, mientras ve al juez que ha de atenderle tomándose el café en el bar del juzgado porque está muy cansado. La solución para eso no es la que se aplica normalmente, es decir, la de meter prisa a la gente que ya está dentro de su juicio, porque la gente lleva quizás dos años esperando para ponerse ese día ante el juez y le irrita mucho que no la dejen hablar ni medio minuto y le achuche el juez diciendo que acelere porque hay cola de juicios esa mañana (pues no los convoque, así de claro).

4.- En la Policía.- a) Todos los funcionarios de policía deberían tramitar las denuncias que les lleguen, en lugar de enviar a la gente denunciante a otros cuarteles o retenes. El peloteo entre Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil irrita a la gente a la que le hacen perder horas y días peregrinando de un departamento a otro, y las horas perdidas son dinero tirado. Funcionarios de seguridad lo son todos, y que ellos deriven luego el asunto a donde sea pero que no hagan al ciudadano cargar con el coste de la división de competencias.

c)      debería permitirse a los policías practicar más diligencias sin necesidad de permiso judicial previo pues nos encontramos ya en un estado democrático en el que la policía se debe presumir más acorde a la Constitución. Algunas diligencias deberían suprimirse directamente, como es el caso de la asistencia letrada a la primera lectura de derechos a los detenidos en comisaría y declaración si manifiestan su negativa a declarar en comisaría y prefieren hacerlo en el juzgado; para ese caso sobra la presencia del letrado de oficio que se limita a estar de espantapájaros. Esa asistencia absurda hay que pagarla, y además obliga al letrado de guardia a estar corriendo continuamente de comisaría al juzgado y viceversa sin poder atender debidamente ni uno ni otro sitio, y obligando a duplicidad de asistentes.

d)      Las ratificaciones de los policías en los juicios podrían hacerse por escrito sin asistencia a la sala, a menos que lo pida alguna de las partes. Cuesta mucho dinero mantener a un buen puñado de policías que se pasan la mañana haciendo pasillo ante la puerta del juzgado esperando declarar, y luego pasan para un minuto, se ratifican y se van. Ese policía hacía mucha más falta en otro sitio, y para suplirlo hay que pagar a otro compañero, o dejar desatendido un servicio.

5.- El fiscal no tendría por qué asistir a las comparecencias para decidir la prisión preventiva de un detenido. Su posición suele ser igual que la el juez, y si discrepan el juez decide por su cuenta a pesar del fiscal, así que dicha presencia supone que el fiscal pierde unas horas en una actuación para la que el juez debería ser suficiente. El detenido tiene ya la garantía de su letrado, y se debe presumir que el juez tiene bastante preparación profesional para entender desde el poder judicial lo mismo que puede entender el fiscal. Ahorrarse comparecencias de este tipo ahorraría muchas horas de fiscal, y éste podría dedicarse a las cosas que de verdad precisan su concentración. La alternativa muchas veces es que no asista físicamente a aquellas actuaciones en que se exige su presencia, pero eso no debe contentarnos pues implica asumir que tenemos una ley que no podemos cumplir.

 6.- Potenciar los juzgados de paz.- Para juicios de escasa cuantía que a veces saturan los juzgados de primera instancia. En muchos casos no se utiliza esta posibilidad, existente en la ley para asuntos de hasta 90 euros; incuso podría aumentarse este límite hasta los 200 euros –por ejemplo- sin ningún problema.

7.- Potenciar registros públicos de los condenados en sentencias civiles o penales.- Es decir, poder conocer fácilmente la identidad de los que han sido llevados a juicio con anterioridad y condenados. Ello evitaría muchos pleitos, y con ello ahorraría dinero público y ruinas privadas. La intimidad será un derecho maravilloso pero la sociedad también debe protegerse; si la gente pudiera saber los antecedentes judiciales de una persona evitaría ponerse en situaciones conflictivas con ella, y también los incumplidores compulsivos y estafadores se lo pensarían dos veces antes de considerarse tan impunes. Podría empezarse con asuntos de alta gravedad, o cuantía, para experimentar con la medida.

8.- Las faltas penales deberían computar como antecedentes penales, y no reservar esta categoría a los delitos. Hay gente especializada en cometer faltas de escasa cuantía sabiendo que aunque le condenen no le quedan antecedentes penales, lo que dificulta la acción de la justicia, y además pierde el miedo a cometer reiteradas infracciones. Si quedaran antecedentes penales de ello, el delincuente se lo pensaría dos veces, reduciría las infracciones y con ello nos ahorraría a todos dinero y disgustos.

9.- Podría ahorrarse mucho dinero en la jurisdicción contencioso-administrativa (es decir, aquella en la que pleitea un ciudadano contra la administración).- De varias maneras.

a)      una es ampliando el ámbito del silencio administrativo positivo, lo cual horroriza al poder. El silencio positivo significa que si a un ciudadano no le contestan en plazo a una petición o recurso, se entenderá que le han dado la razón. Como la administración siempre se protege, sienta como supuesto habitual el silencio negativo, es decir: si no le contesto es que se lo rechazo y váyase usted a los juzgados. Eso es muy fácil para la Administración, que se limita a no resolver y pasar la patata a los jueces, que deben tramitar todo un expediente para analizar lo que el funcionario de turno no ha querido ni mirar. Debería, pues, cambiarse al silencio positivo en muchos más casos, y así la administración se obligará a trabajar más para resolver sus asuntos; es posible que no lo haga a pesar de todo, pero en tal caso estará incurriendo en una responsabilidad que podrá exigírsele a ella y a su funcionario incompetente.

b) obligar a la administración a resolver de oficio y favorablemente muchos asuntos en los que el ciudadano lleva razón.- La ley obliga a la administración a apreciar de oficio importantes situaciones a favor del ciudadano, pero no lo hace y obliga a éste a acudir al juez para que lo haga cumplir. De igual manera, hay asuntos en los que la administración sabe sobradamente que el juez va a dar la razón al ciudadano si se llega a los juzgados, especialmente cuando ya hay numerosas sentencias siempre en el mismo sentido, pero aun así no da su brazo a torcer y sigue resolviendo los expedientes previos de una manera que sabe que va a ser tumbada en sede judicial. Si se dignara reconocer esta realidad y resolviera ya conforme a lo que va a ser la sentencia definitiva, ahorraría mucho esfuerzo, dinero, horas de juzgado, papeleo y tensión al particular.

c) permitir a la administración allanarse de forma anticipada a una demanda.- En ciertas ocasiones, la administración que se ve llevada ante el juez de lo contencioso-administrativo se presenta el día de juicio y se allana (es decir, “se rinde”) a la demanda del particular. Eso podrá haberlo hecho mucho antes, ahorrando a todos dinero, tiempo, notificaciones, mañanas perdidas de abogados y clientes, y de Abogados del Estado que deben comparecer sólo para decir que se allanan. Ahorrarían muchas tramitaciones.

d) fijar la competencia en el juzgado del lugar del domicilio del recurrente y no el del lugar de la administración que dicta el acto recurrido, o permitir al menos al recurrente optar entre ambos lugares. Esto es especialmente importante en asuntos en los que la decisión última de un asunto periférico corresponde a una autoridad central. Reduciría las causas de suspensión al facilitar la asistencia del particular y de los testigos al juicio y la aportación de las pruebas.

10.- El Estado se lucra de la lentitud judicial.- Por via de los intereses que rentan los depósitos y consignaciones judiciales. Es decir, la gente que pleitea tiene obligación, en muchos casos, de consignar dinero en una cuenta judicial; eso ocurre para ciertos recursos, para prestar fianzas, para efectuar pagos de deudas, para impedir desahucios o lanzamientos, para asegurar dinero ocupado a detenidos... todo ese dinero queda depositado en un banco (Banesto) y genera una renta, que es para el Estado. El dinero, al devolverse al particular o a quien tenga derecho a recibirlo, se entrega en su principal pero no en sus intereses, que se los queda el Estado.

En los Presupuestos Generales del Estado de 2010, la cifra prevista de ingresos por este sistema es de 61.000.000 € (equivalente a 10.149.546.000 pesetas, apartado 52000 de los Presupuestos). Para que se hagan una idea, esta cifra es casi 3 veces la que presupuesta el Estado para ingresos por Tasa del Juego (24.000.000 €, apdo. 30901), y llega casi a lo mismo que recauda por Impuesto de Sucesiones y Donaciones (72.000.000 €, apdo. 11900). Esos 61.000.000 € se los está quedando el Estado y se originan por la dilación de los procesos. Si éstos fueran más rápidos, el dinero estaría menos tiempo en el Banco generando intereses para el Estado, así que saquen Ustedes la calculadora y pregúntenle al conseller valenciano si a él le llega algo de esto, o si no le llega nada por estar trasferida la competencia a la Generalitat, que yo me pierdo.

11.- FACTOR DE CALIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN / VERSUS EFECTO DESMORALIZANTE DEL SECTOR PUBLICO.- Bajo esta denominación se hace referencia a algo tan complejo que es difícil ponerle nombre pero que todo el mundo entenderá: Si la Administración se aplicara a sí misma los niveles de calidad que exige a empresas y particulares, todo funcionaría mucho mejor y habría muchos menos pleitos, nos ahorraríamos muchísimo dinero incluido el que se dedica a Justicia. Por el contrario, la Administración debería darse cuenta de que los vicios de su conducta muchas veces resultan desmoralizantes y generan un efecto devastador en la economía de todos, además de multiplicar la actividad judicial.

a.- Si actuara con cierto sentido de la rapidez y legalidad, evitaría muchos pleitos, pues se resolverían muchos expedientes que, de otra manera y ante la inoperancia administrativa tienen que acabar siendo vistos por un juzgado de lo contencioso-administrativo. De igual forma terminan en el juzgado muchos asuntos en los que ni siquiera resuelve, o resuelve mal de forma interesada o consciente de la debilidad de la resolución. Ello no ocurre por una especial maldad de la administración, sino por cierta molicie en la que al final espera que sólo uno de cada equis ciudadanos tengan dinero, tiempo y energías para ponerse a pelear con el poder, y en la que por tanto le compensa hacerlo mal pues sabe que sólo unos pocos se animarán a protestar.

b.- Si actuara con cierta calidad, y sus funcionarios cumplieran sus funciones, no estarían sometidos a denuncias por prevaricación (dictar resoluciones injustas o ilegales), y mucho menos darían lugar a procesos por corrupción, cohechos propios o impropios, malversaciones, y toda la ralea de delitos cometidos por funcionarios o autoridades, lo cual aligeraría el peso de la Justicia y su coste.

c.- Si aplicara la eficiencia a sus funcionarios reduciría la conflictividad, y esto es posible pues funcionarios hay demasiados. En el primer trimestre del 2011 se fueron al paro más de 200.000 personas, pero seguro que casi ninguna era funcionaria. En el segundo trimestre se han creado en la Comunidad Valenciana unos 70.000 empleos, pero un 40% aproximadamente eran en el sector público. Es decir, las personas “normales” están sufriendo una crisis terrible, un paro galopante y una escasez de recursos asfixiante, mientras que el sector público no se entera del problema y se indigna si le “congelan” o si le “rebajan un 5%”; el número de funcionarios no hace más que crecer en términos absolutos y en términos relativos y encima nos siguen diciendo que la falta de calidad en la función pública es culpa de que la gente molesta yendo a los juzgados y hay que ponérselo todo aún más caro para que valoren el tiempo que hacen perder a esos millones de antiguos funcionarios y miles de nuevos. Demasiado. Todo el dinero que hay que aplicar para pagar a tanto funcionario debe servir para exigirles que hagan bien su función, y no para pedir nuevas tasas a los que ya ni trabajan.

d.- La corrupción pública fomenta la corrupción privada. La crispación pública fomenta la privada. La insolvencia pública provoca la insolvencia privada.

   Es desmoralizante para un ciudadano, un empresario, un cualquiera, enfrentarse a un poder que está corrompido. Eso le hace ver que sólo entrando en el juego de esa corrupción conseguirá sus fines, y ello le lleva a saltarse la ley. A partir de ahí, es sólo cuestión de tiempo que uno o varios de los intervinientes, o en su caso alguna de las víctimas de éstos acabe en conflicto grave, y de ahí al juzgado (en el mejor de los casos, siendo el peor el de la ruina, la depresión, el abandono de la actividad). La falta de respeto a la ley tiene un coste que habría que cuantificar, pues genera inseguridad y la inseguridad resulta cara. Los sobreprecios, los regalitos, las invitaciones, deben incorporarse en los costes y con ello se deben rebajar otras partidas que merecerían más atención, salarios, medidas de seguridad, informes, etc., y todo ello finalmente termina en un problema mayor. Una administración sana permite que los ciudadanos se concentren en sus fines, y se animen a actuar conforme a la ley, lo que significa dejar menos margen a los conflictos e incurrir en menos causas de ir a los juzgados.

   La crispación pública genera total malestar en los particulares, se paralizan los proyectos, nadie se atreve a proponer o a invertir, pues percibe en el ambiente que la iniciativa efectuada bajo un mandato se echará abajo cuando mande el adversario. Esta situación tiene una consecuencia: la provisionalidad de todo lo que se inicia, que puede venirse abajo por causas puramente personales, políticas, o de revanchas. Con ello, las inversiones y los proyectos no se cuidan, no se plantean para durar sino para tomar el dinero y correr, y eso finalmente degenera en que se cumple por la mínima o ni siquiera, dando finalmente al mercado un producto defectuoso que tarde o temprano generará conflictividad y presentación de demandas.

   En cuanto a la insolvencia, es obvio lo que voy a decir. Si la administración no paga, arrastra en su incumplimiento a miles de empresas y particulares, autónomos, proveedores y acreedores. El poder público se ha dedicado a financiarse del sector privado, lo sigue haciendo, embebido en sus fastos, contratando a sus amigos, comprando a sus favoritos a precios sin revisar, etc., y sobre todo, dejando de pagar a quien le ha apetecido. Ha montado una política de gastos estructurales sobre un sistema de ingresos coyunturales, y ahora se ha quedado en el aire. La situación está mostrando ahora todos sus horrores, pero lo peor es que no aprenden, pues en muchísimas administraciones no se enteran de la que está cayendo, en otras piensan que la gente ya sacará sus reservas del calcetín para capear el temporal y todas sin excepción piensan que todo da igual con tal de no perder las elecciones. El sector publico va a ser uno de los odiados de esta crisis, pues ha quitado a todos el dinero para pagar sus propias deudas que nunca debió contraer, ha drenado el mercado de dinero y nadie puede prestar a los privados ni aun queriendo, encima nos pide adelanto de impuestos, subidas a los que aún pagan, etc., todo para tapar su ineptitud. Deja de pagar a una empresa y ésta deja de pagar a sus empleados, éstos dejan de pagar al banco si son propietarios y el banco ejecuta sus hipotecas, o dejan de pagar el alquiler si son arrendatarios y el dueño les lleva al juzgado para recuperar la vivienda (nunca las rentas, que jamás obtendrán), y después de generar toda esa conflictividad el poder público se inventa ahora cosas para disuadirme de ir al juzgado porque molesto, y me dice que tendré que pagar por un servicio que posiblemente llevo pagando toda mi vida y nunca más usaré otra vez porque ya sólo me quedarán ganas de ir a un comedor social de Cáritas...

Realmente, vivimos unos tiempos hechos para idiotas... que son los que tienen suerte de no ver lo que tienen delante.


A CONTINUACIÓN DE DICHA ENTRADA, AÑADI UNA SEGUNDA (JUSTICIA II) EN RESPUESTA A CIERTO ALTO RESPONSABLE DE LOS ORGANOS (de Justicia), que decía algo así como que la gente iba más de la cuenta a los juzgados, y que una tasa se olvidarían de práctica tan asocial (Lo he dicho con mis palabras irónicas, pero es que quise responder porque se trataba no de un político sino de un miembro de la judicatura, de quien realmente esperaba algo más a la hora de analizar EL ESTADO PSICOLÓGICO DE QUIEN ACUDE A LA JUSTICIA)


...Ha dicho algo así como que puede ser bueno implantar tasas judiciales porque la gente se ha acostumbrado a acudir a la justicia tantas veces como quiere. (¡!)

Mire, hoy no ha estado fino, y no pasa nada, pero reléalo y verá. A mí me da igual porque me rijo por la ley del mar que sólo ordena sobrevivir, pero claro, si esto lo lee un pobre ciudadano... Se pensará para sus adentros: “si esto es lo que se atreve a publicar el juez de más arriba, qué pensará y no dice; y si eso piensa y no dice, qué pensarán los de más abajo...”. Porque, vamos a ver, Usted lo que está queriendo decir es que, de cada diez veces que uno va a un juzgado, unas cuatro o cinco son por placer, ¿no? o por aburrimiento. Vamos, que cuando los jueces ven entrar a los humanos por la puerta de la sala de juicios se piensan para sus adentros: “¡otro dominguero!”.

Recuerdo la obra “Príncipe y Mendigo”. El príncipe cambió sus ropas con su doble y salió a la calle para descubrir lo que había en el mundo; allí sufrió en sus carnes lo que era la justicia del rey. Eso podrían hacer muchas autoridades para comprobar lo que ocurre “al otro lado”, el lado oscuro de la calle, ése que nadie quiere pero que afecta al 98% de los epsilones, que son casi todos menos los del coche oficial y vado. Algunos podían dejarse por un día las puñetas, las corbatas, los escoltas, las VISAS, los botellines cerrados de agua mineral y todos los “punto.org”, y vestirse de tergal roto, zapato de rejilla con agujero y aftershave Deliplus (y gracias). Sniff...

A los que piensan que a la Justicia se acude “tantas veces como se quiere”, yo les diría algunas cosas. De momento, hay muchos sectores de gente que nunca pisarán un juzgado, ni aun queriendo, porque se sienten “persona non grata”; y no me estoy refiriendo a los traficantes de drogas, los tironeros, los etarras, etc., que esos se sienten muy a gusto. Me refiero, por ejemplo, a los maridos y padres, que saben que llevan todas las de perder en un pleito de familia, separación, divorcio, modificación de medidas, pensiones alimenticias, custodia y visitas a los hijos... toda vez que el padre o marido es siempre –como se sabe- un ser abyecto. Me refiero a los empresarios, a los que nunca se les verá demandar contra los trabajadores en un juzgado de lo social, porque ya se sabe que todo empresario es por definición un desalmado ladrón de plusvalías y que un empleado o un piquete jamás incurre en deslealtad, robo, absentismo, daños... y también me refiero a los trabajadores que nunca van a poder probar sus quejas porque a nadie interesa buscar testigos entre sus asustados compañeros de trabajo. Me refiero a los sin papeles y otro tipo de ilegales que nunca acudirán a un juzgado a denunciar haber sido víctimas de ciertas coacciones, proxenetismo, violencias, etc., porque tienen miedo de ser expulsados, o en su caso represaliados por la falta de protección contra las redes denunciadas. Me refiero quizá a los discriminados por la Administración que no se atreven a demandar porque la tendencia del poder judicial es hacer piña con el poder ejecutivo y presumir que éste lo hace todo siempre bien a menos que el mortal muerto haga maravillas para probar lo contrario. Me refiero a los varones que nunca denunciarán a una mujer por malos tratos físicos o psíquicos, o a tantas mujeres adineradas que nunca denunciarán los malos tratos porque las llamarán pijas, o a tantas mujeres menos adineradas que tampoco denunciarán porque el denunciado las buscará a la salida del juzgado.

¿Sabe Usted cuánta gente prescinde de acudir a un juzgado para obtener un desahucio, y se limita a pactar con el inquilino el que éste se vaya renunciando a las rentas adeudadas? ¿O sabe que incluso a veces no sólo se renuncia a esas rentas sino que se les paga a los ocupantes para que dejen la casa? Y eso no es por filantropía, sino porque la gente no confía en el sistema para obtener justicia, ya que el reloj de ésta parece de arena y tumbado. ¿Sabe cuánta gente acepta una conformidad en el campo penal aunque sea inocente, todo con tal de asegurarse una condena de menos de dos años de prisión y así al menos evitar el riesgo de entrar en la cárcel si el juicio se tuerce? (previa petición muy calculada por las acusaciones de una pena de algo más de tiempo, para incentivar esa conformidad y ahorrar a la justicia el coste de un proceso). ¿Sabe Usted cuánta gente se ve obligada a ir a un juzgado por el nefasto funcionamiento de la administración y los privilegios de los políticos? ¿Es a esos a los que Usted se refiere al decir que van al juzgado tantas veces como quieren? Quizá no sabe Usted que cada día que un kiosquero, un taxista o un fontanero va al juzgado, le cuesta mucho dinero porque deja de hacer caja, y se le tiene quizá dos horas esperando su turno, o le dicen que vuelva otro día, o que aún no hay nada de lo suyo y que no moleste... O que si en lugar de ser un autónomo es un trabajador por cuenta ajena, tampoco va al juzgado por si le echan del trabajo por las horas perdidas en ir y venir a por justicia.

Parece que, además de por diversión de dominguero, a veces la gente tendría motivos para querer ir a un juzgado y aun así se abstiene. No hablemos de los motivos económicos (la justicia no es gratis sino para los pobres), las incomodidades, la vergüenza de reconocer ciertas cosas, los prejuicios sociales, etc. Yo sé que Usted es hombre de bien y que bastante hace ejercitando la reflexión y acertando en muchas cosas (ojalá todos hicieran la mitad de ese esfuerzo), pero hoy era el día de ejercitar no sólo la cabeza sino el corazón y probar con la empatía, que es ponerse en el lugar del otro. Por eso no quiero personalizar ni simplificar los problemas, pero sí recordar esa famosa expresión del castellano que dice: “más guapo callado”.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

DE PEPE BOTELLA A ANA BOTELLA. MEDIO LLENA, MEDIO VACIA... MEDIO ALCALDESA.

 Para el SEÑOR DE SINGAPUR que alguna vez se equivoca y entra en mi blog: ANA BOTELLA, de la que voy a hablar, es la esposa de JOSE MARIA AZNAR, que fue Presidente del Gobierno de España hace unos años (1996-2004). Ayer la nombraron Alcaldesa de Madrid.

Antes de decir nada, quiero ser honesto y confesar que arrastro un PREJUICIO contra Ana Botella, no como persona (que seguramente será una gran mujer y a la que respeto y no me meto en su vida) sino como personaje PUBLICO, por culpa de una FOTO. Hay dos fotos de la democracia que me han bajado la bilirrubina hasta las antípodas y ya nunca volví a ser el mismo. No están entre ellas la foto de Tejero ni la de las Azores ni la de Aido levantando el puño ni la de De Juana Chaos... ni tantas otras que suponían grandes PIFIADAS POLITICAS, porque la política ahí se queda, se supera si se puede y se cambia por otra. Las fotos que más me deprimen son las de las pifias PERSONALES, aquéllas en las que se descorre la cortina humana de quien nos gobierna y vemos a un lilliputiense mediocre y zafio, al que sólo dan ganas de clicar en “minimiza” y “ya no me gusta”: la primera fue la foto de FELIPE GONZALEZ EN EL AZOR en 1985, y la segunda fue la de los AZNAR EN EL ESCORIAL, en 2002 casando a la hija.

Centrándome en esta segunda debo decirles que, desde la boda de la niña, ya puede la Señora Botella hacer malabarismos, arreglar el paro, dejar abrir empresas o dar besitos a su marido en el teñido, que no me sirve. Si a mí me hicieran Primer Ministro de su Majestad, nunca se me ocurriría casar a mi hija en el Santísima Trinidad si aún existiera, en el Victory de Nelson si lo hubiéramos capturado o en el Orient que llevó a Bonaparte a Egipto. Primero por respeto a sus titulares, y segundo por no irritar a los españoles. Quizá exagero, y habrá opiniones diversas, como los que ven la botella medio llena o medio vacía siendo la misma cosa. Para mí, Ana Botella es la de la foto del Escorial, media persona o persona mediana, y por tanto nunca podrá pasar de MEDIO ALCALDESA.

Es muy divertido ver a las FEMINISTAS SOCIALISTAS debatirse en silencio entre ser feministas alabando que una mujer sea la primera alcaldesa de Madrid, o ser socialistas criticando que sea del PP y ascienda por el nepotismo de “ser esposa de”. Claro, que para eso primero deberían callarse por haber visto cómo el PP ponía muchas más mujeres en el poder que el feminista PSOE, y callarse también por haber sido ellas igual de nepotistas con hijas, esposas... Por si alguno no conoce la palabra “Nepotismo”, le diremos que viene de “sobrino” en latín, y consiste en la práctica de enchufar parientes en el gobierno, en origen sobrinos porque así se produjo con los Papas y clérigos, que por célibes teóricos no tenían hijos a quien pasar sus poderes y lo hacían con sus sobrinos (o descendientes ilegítimos), caso de los Borgia, de los Farnesio, de tantos, hasta que en 1692 el Papa Inocencio XII dictó la bula Romanum decet Pontificem para acabar con esta práctica. Lo del nepotismo había sido el Plan-B que los Papas habían encontrado una vez que en 1059 otro Papa (Nicolás II) les estropeara a los religiosos el Plan-A, que era transmitir el poder a sus hijos directamente, cosa que hasta entonces se hacía pues el celibato no estaba instaurado como obligatorio. Nicolás II quiso acabar con eso de tener compañeras o concubinas, (lo que se denominó Nicolaísmo), y también con la Simonía (que era la venta de favores o cargos religiosos, y que tomaba su nombre de cuando Simón el Mago quiso pagar a San Pedro para que le transmitiera sus secretos para hacer milagros). He hecho esta digresión vaticana sobre NEPOTISMO, SIMONIA Y NICOLAISMO para poder decir que los laicos podían aprender de esos curas que tanto critican, y que desde hace muchos siglos han dictado normas para no incurrir en los mismos vicios que nuestros democratísimos líderes civiles repiten a diestra y siniestra: enchufar a parientes y vender favores.

Ha hecho mal Ana Botella en hablar en su discurso de la legitimidad de su nombramiento. Nadie se lo discutía, y si alguien lo ha hecho el tonto es él, porque la mujer estaba ya en la lista. Es cierto que la lista viene hecha, que la gente no vota nombres sino papeletas y que los partidos no son democráticos, pero eso puede decirse para cualquier otro político de los miles que nos sobrevuelan. Lo que se puede discutir es LO DE ANTES, lo de cuando fue puesta ahí, para escarnio de tantos que podían merecerlo más pero no estaban casados con Jose Mari. Al parecer, Doña Ana es técnico administrativo, y ha estado en otras concejalías antes. Sí, muy bien, pero ¿por qué estaba ahí? ¿Hubiera estado alguna vez en algún sitio si no hubiera sido “señora de”? ¿La hubieran llamado de Tele-5 para ser comentarista como hizo algunos días, si no hubiese estado empadronada en La Moncloa? Por cierto, no sé qué fue de aquella aventura.

Me gustaría saber si GALLARDON hubiera puesto alguna vez a Doña Ana de Número Dos si su señor marido de ella no hubiera susurrado a los caballos del otro aquello de: “Anda, Alberto, por mis viejos tiempos y por los futuros tuyos, no sabes la ilusión que le haría a mi Ana..., ¿qué te cuesta?” Y Alberto Ruiz, que no sabe decir que no, dijo que sí. Aznar actuó en Madrid como Napoleón en 1808: imponiendo en el trono a su esposa Ana Botella igual que el Emperador impuso a su hermano Pepe Botella (José I para los que le añoramos). Algo debe haber en la BOTELLA que cierra el paso a otros de más mérito, será el TAPÓN.

Y ya pueden ir cinco ministros a la investidura, ya pueden aparecer Melchor, Gaspar y Baltasar trayendo oro, empleo y olimpiadas, que no me vale el sistema. Las ALCALDÍAS GANANCIALES no me gustan como no me gustan las concejalías hereditarias, las diputaciones comanditarias ni los escaños troncales. Y menos si hablamos de quien cuando sólo era esposa se paseó por el Escorial como si fuera Juana de Arco trayendo noticias de San Quintín. Qué hará cuando sea ella la que firme. ¿Bautizará al nieto en la Plaza de Colón? ¿Llenará de leche de burra el estanque del Retiro para bañarse como Cleopatra? O quizá meta el Azor en el estanque e invite a Felipe González a pasearse juntos aunque enemigos, como La Reina Luisa de Prusia y el zar Alejandro, o como Gala Placidia y Ataúlfo, a partir un timón.

Hay quien se queja de que Gallardón haya aceptado ahora ser Ministro cuando hace unos meses engatusó a los madrileños para que le revotaran, pero para mí es más grave lo otro, lo de la herencia que se dejó alquitranar en el tacón, la número Dos. Y no me vale eso de que “la pobre mujer no tiene la culpa de ser la esposa de un político de renombre, a ver si va a tener menos derechos que cualquier otra mujer”; porque yo le contesto: “no, si los derechos los tiene: el de afiliarse, estar diez años trayendo cafés, otros diez haciendo informes, otros diez pegando sellos, otros diez yendo a plenos, y luego presentarse a las elecciones locales como número Uno de su pueblo de tercera, y si gana pasarla a la Diputación antes de que desaparezca, y si sobrevive meterla de número cinco en Navarra para pelearse con los 14.86% de Amaiur”, que es el derecho normal de cualquier española con ambición política. Cualquier otra cosa es Nepotismo, o Simonía, o yo qué sé (¿no es así, Gallardón Junior?).

martes, 27 de diciembre de 2011

¿500.000 MILLONES PARA LOS BANCOS? (II. EUROPA, INDICE Y CORAZON)



Nos debatimos entre la Europa de los Indices y la Europa del Corazón. Luego les contaré un chisme sobre esto, pero ahora hablemos de economía, porque voy a dar algún dato más que se añade a lo de ayer.

Hablábamos del regalito del Banco Central Europeo a los bancos: 500.000 millones de euros hace unos días (regalo en forma de subasta de dinero, entregado al 1% anual a 3 años). La operación me parece un escándalo, y me encanta ver que algunos en la prensa piensan lo mismo. Miren: el BCE presta a los bancos dinero al 1%, y los bancos con ese dinero compran deuda pública que les será retribuida al 5, 6 o 7%. El negocio es redondo. La redondez se matiza al decir que, para entrar en la subasta de ese dinero, los bancos han tenido antes que retratarse un poco adquiriendo bonos ICO, FROB... (en el caso de España, pero poca cosa: apenas se han colocado unos 5-6.000 millones del ICO, y algo más, y que encima deberán ser devueltos al 4% con nuestro dinero).

Yo me pregunto donde está el negocio... para nosotros, los que no somos banco. Con ese dinero que reciben ahora, el Banco de Sabadell podrá pagar la CAM, y el Popular podrá por fin hacerse con el Banco de Valencia, etc. En fin, el MONOPOLY sin pasar por la casilla de la CARCEL. ¿Que por qué aceptan eso los Estados? Supongo que 1) porque son tontos; 2) porque están dominados por los bancos mismos; 3) porque de paso se liberan de parte de sus problemas de Cajas de Ahorros, préstamos públicos dudosos...; 4) alargan el problema al semáforo siguiente esperando que cambie el viento; 5) les da igual porque no lo pagan ellos ni van a perder sus sueldos; 6) consiguen un alivio de semanas que les viene muy bien para hacerse fotos.

Hay algo más. Este MEDIO BILLÓN entregado a los bancos ahora, es “casualmente” una cifra muy parecida a la deuda de MEDIO BILLÓN que en el primer trimestre del año 2012 tienen que colocar los países europeos más fuertes (Alemania, Francia, Italia y Bélgica). De ese medio billón, unos 170.000 millones deben colocarse, también “casualmente”, justo en este mismito Enero de 2012. ¿Les suena a algo? ¿Quién iba a poder comprar toda esa deuda si no se les daba antes el dinero? Bueno, de momento hay cuatro gobiernos que se salvan, justo los que más mandan.

Dicho de otra manera y ojalá me equivoque: los grandes de Europa han abierto la mano del BCE con lluvia de millones para enchufar su propia deuda, y dejando las migajas para que los bancos hagan algo de negocio.

Queda fuera REINO UNIDO, claro, pero es que ése se ha salido del rebufo, y pienso que ahí está un poco la clave de todo. No sé por qué, coinciden dos cosas: a) la salida de tiesto de UK en la última cumbre, no queriendo saber nada de Euros ni medidas, y b) el gancho de derecha de Francia y Alemania, que le han dicho a Cameron: “¿Ah, sí? Pues mira lo que te pierdes ahora por listo: nos vamos a sacar 500.000 millones para nosotros solitos; la próxima vez te lo piensas dos veces”. Algo me huele todo esto a rabieta Zarcosyana y Merkelúcia para hacer ver a la Inglaterra quién tiene aquí el poder de salvarnos o de arruinarnos. Puede leerse también en la prensa económica que precisamente en estos días está presentándose y aprobándose en Gran Bretaña una reforma del sistema financiero que tiende a resolver sus problemas internos para no depender más de las veleidades continentales ni ultramarinas... ¿Será que todo en el fondo es una pelea de bancos? “Allá van leyes, do quieren reyes”, que decía el imaginario castellano, y que ahora habrá que cambiar por el “Allá van reyes, do quieren bancos”, como en los mejores tiempos de Carlos I y los Fugger o de Francisco I y los Médici.

Esta entrada se titula, en segundas nupcias, como “Europa, INDICE Y CORAZON”. Al comienzo les he dejado una frase sobre esto, pero era una trampa, para luego llegar aquí. Los índices no son los del IPC, el IBEX, o el Nasdaq, ni el corazón es el alma de Da Vinci, Luis Vives o Erasmo. Me estaba refiriendo a algo más pedestre: índice y corazón son el nombre de dos dedos de la mano, concretamente los dos dedos siguientes al pulgar. ¿Qué por qué hablo ahora de esto? Les sugiero que miren en Internet, si aún la pillan, la portada de THE SUN de 10 de Diciembre de 2011, correspondiente al día posterior al portazo británico a los acuerdos europeos sobre el euro (http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/politics/3990486/Euro-crisis-Britain-stands-alone-after-David-Camerons-historic-veto.html.). Verán una foto del Premier Británico Cameron con el sombrero bombín de Churchill y haciendo un gesto con la mano: muestra el puño cerrado salvo los dos dedos índice y corazón, que están alzados formando una V que mira al propio Cameron y no al espectador (como es lo habitual en el signo de la victoria).

La foto, por supuesto, es un montaje, como todo en el siglo XXI, pero tiene mucho sentido, al menos para un británico y para un francés. El bombín, por supuesto, recuerda al Churchill de la resistencia frente al ogro europeo que entonces fue Hitler y que hoy sería la mezcla de Merkel y de Sarcozy haciendo de Petain. El gesto de los dedos es un desafío, que viene de muy lejos, concretamente de la Guerra de los Cien Años. En aquellos tiempos, de mitad del XIV a mitad del XV, los ingleses comenzaron la guerra presentándose en suelo galo y causando estragos en las filas francesas de una forma tan aplastante como viene haciendo el último Barcelona cuando se planta en el Bernabéu. La flor y nata de Francia se vio aniquilada en diversas batallas sucesivas, de las que las más llamativas fueron las de Crecy y la de Agincourt. ¿Cómo ganó Inglaterra tan fácilmente? Gracias a los arqueros. Los ingleses habían desarrollado una maestría pasmosa en el manejo del arco largo, de unos 2 metros de longitud y flechas de 1 metro (todo aproximado y con variantes, con origen real en el arquero galés), de madera de tejo, de adiestramiento lento que exigía mucha fuerza y aprendizaje durante meses y años. Tener a un pobre bretón practicando con el arco durante meses era muy costoso porque entre medias dicho inglés tenía que comer y si podía vivir, así que tal fuerza de choque sólo podía estar a la altura de unos pocos o de uno, el rey. Por ello constituyó una fuerza muy difícil de igualar.

La dificultad era también ideológica: Francia se consideraba a sí misma (como siempre) la cuna de la caballería, y despreciaba a los arqueros que provenían de la plebe. Sí, sí, hasta que docenas de francesitos a caballo, pimpollos engalanados al galope sobre sus bestias perfumadas, cayeron atravesados por una cortina de flechas diabólicas que cada pocos segundos caían sobre sus monturas y sus pechos, dando con todos en el barro muchos metros antes de alcanzar la línea enemiga. A lanzazos y hachazos acabó la plebe inglesa con tanto señorito hundido en el suelo como si fueran calabacines. Fueron los primeros tiempos, antes de que llegara Juana de Arco, Gilles de Rais y toda la mística de San Dionís. Europa se horrorizaba del mecanismo perverso, aunque admiraba por otro lado la apuesta inglesa de jugarlo todo a un tiro de arco, y sin llegar al espanto que causaba la ballesta –que por ser máquina contraria a la honra del combate humano resultó condenada por el Papa-. Cuando Steinbeck nos cuente a su manera los Hechos del Rey Arturo, estampará en su libro una escena siniestra en la que un caballero pasa de largo junto a unos sujetos que practican con el arco, y no entiende por qué tanto empeño; se le contesta que se fije bien, porque esos arqueros dirimirán el futuro.

Todo esto viene a cuento de que los franceses, cuando capturaban un arquero -o por derivación a cualquier soldado- de la Inglaterra, le cortaban esos dos dedos, el índice y el corazón de la mano derecha, porque eran los necesarios para tensar el arco. Era lo más humillante que se le podía hacer a un prisionero de las islas. En sentido contrario, cuando un inglés quería ofender a un francés, le enseñaba esos dos dedos en gesto significativo de que tenía la capacidad de acabar con él de una forma humillante. La imagen de Cameron en The Sun es, por este motivo, una pequeña obra maestra del arte gráfico, por todo lo que cuenta en un sólo chispazo de blanco y negro, y a mí me ha servido para hablarles de Burgundia, Reims y Chretien de Troyes. Quizá para Cameron y Sarcozy, todo esto de los 500.000 millones siga siendo un capítulo más de su Guerra de los Cien Años, haciéndose gestos de fanfarria y chulería, con Alemania como invitada intentando colar a los Nibelungos y Rajoy como monosabio para cuando la bestia se rebote.

lunes, 26 de diciembre de 2011

¿500.000 MILLONES PARA LOS BANCOS? EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD... DE HERODES.


 El miércoles pasado, el Banco Central Europeo (BCE para los amigos) prestó unos 500.000 millones de euros a los bancos europeos. Y nadie dice nada. Se supone que esa misma cifra es la que hace pocos días habían acordado los jerifaltes de la Unión Europea para dotar un fondo de rescate extraordinario para países; ya vemos por dónde lo han aplicado. Se supone también -porque así lo dicen- que a la banca española le han tocado unos 100.000 millones de esa pedrea, y otros tantos a la italiana. Se supone, por último, que la Sra. Merkel venía oponiéndose a usar el BCE para ayudar a los países y ahora de repente lo usa para ayudar a los bancos... Miren, yo no entiendo nada, y menos aún entiendo que esto no sea portada en las páginas... ¡de sucesos!


Espigolando por las páginas de internet, he leido comentarios de nuestros prebostes diciendo que “a ver si con esto se reactiva el crédito para las familias y empresas tan necesitadas...”. Otros, menos hipócritas, dicen que “a ver si la banca puede con ello adquirir deuda soberana y aliviar así las carga de déficit de los estados”, refiriéndose sobre todo a Italia y España. Y los de más allá, más claritos, dicen abiertamente que “a ver si con ello los bancos pueden sanearse de sus propias deudas”. A mí la verdad es que todo esto me daría un poco de risa si habláramos de cinco millones, de quinientos, de cinco mil; con cincuenta mil ya me mosquearía. Pero no, son quinientos mil. O sea, que aquí estamos matando a Aena y subastando la lotería Nacional para mendigar 13.000 millones, y faltándonos aún unos 17.000 con un déficit del 6% que realmente van a ser 40.000 (si el déficit llega al 8%) para salir de la bancarrota. Y los banqueros españoles se van a llevar 100.000.000.000 €, o sea, unas seis veces la cantidad que sacaría a España del déficit.


Rajoy se echa al Montoro y aquí nadie se cae del Guindos. Los españoles distraídos a ver si el Rey habla de Urdangarín, y mientras tanto los financieros haciendo cuentas de a cómo salen. La prensa ya viene avisando de la reforma bancaria que viene; dicen que los bancos deben fusionarse para alcanzar un fondo de unos 60.000 millones, a ser posible 150.000, y que lo que no llegue ahí será pasto del paté-de-banc. Bueno, pues yo ya sé con qué van a hacer los bancos esa kermesse: con los dineros que Europa les va a regalar, dineros que salen de los gobiernos que antes nos los quitan a nosotros, o sea a Ustedes. Esos bancos (pobrecitos, hay que salvarlos), van a dedicar su dinero a pagar sus propias deudas a los tiburones de los paraísos fiscales; lo que quede, lo usarán para comprar otros bancos; si algo queda, adquirirán deuda pública a unos intereses que nuestros Estados tendrán que devolver a porcentajes odiosos pagados con nuestro paro y nuestras medicinas, y al final de todo lo que quedará, si queda algo, será una sucursal donde antes había cinco porque el único banco supérstite dirá que en China le exigen unos Ratios Uva y que necesita un ERE para echar a otros 5.000 humanos, y que su ruina le impide evitar nuestros desahucios y encima le debemos millones, todo sea por Metrópolis y para salvar la ESTABILIDAD ((¿¿ñññ??)).   


Vamos, todo ese panorama gracias a nuestro dinero, el que nos quede a quien le quede. ¿Es eso el progresismo, la tecnocracia? ¿Hay que ir a Harvard para pergeñar ese plan? ¿Y dónde hay que ir para decir que ese plan es una basura? Yo no sé si lo que digo es una tontería, pero me encantaría que alguien me lo explicara. Me encantaría que alguien me dijera por qué el BCE no ha prestado nada a los Estados, ni 15.000 míseros millones para que España arregle su déficit al 6% sin tener que endeudarse más y llegar al 8%, y sí puede dar 100.000 millones a los bancos españoles para que inviertan en las Islas Caimán ("se va al Caimán, se va, se va..."). ¿Por qué no dar ese dinero directamente a los Estados, prestarlo, si es que no se quiere adquirir su deuda? ¿Es que los Estados no podrían dedicar ese dinero a otorgar buenos créditos ICO (no como la ridícula emisión ofrecida a los ayuntamientos, que apenas ninguno ha querido, vamos, que en una provincia como Alicante sólo han sido como 4 los pueblos que los han aceptado por lo ruinosos que resultan)? ¿Es que con la cuarta parte de ese dinero no podía el Estado solventar el déficit de las Autonomías, tan rabiosamente endeudadas con todos sus proveedores de farmacias, justicia, sanidad, escuelas, seguridad, etc., y dejar que todo el mundo cobre y pague sus créditos salvando a los bancos pero por la vía de evitar la morosidad privada y no por la vía de dejarles invertir nuevamente en sí mismos y en sus acciones oro para sus cuatro gordos del Consejo de Administración?


Me vanaglorio de saber leer, de saber entender, de escuchar... pero claro, si me lo ponen fácil. Reconozco que esto de los 500.000 millones de euros para los bancos ya no lo sigo, no soy capaz de encontrar el beneficio de ciertas cosas, especialmente cuando desde hace 4 años me vienen diciendo lo mismo indicando que es algo excepcional y que así beneficiará a todos. ¿Cuántos cientos de miles de millones llevan aplicados desde hace cuatro años a los bancos y SOLO a los bancos? Los ciudadanos somos los más inocentes del mundo, nos dejamos hacer, nos callamos, algunos se indignan y se acampan porque viene el Papa, o porque a Garzón se le abren diligencias, o porque la ley electoral no les gusta... pero aquí nos están arruinando a marchas forzadas a base de Decretus Bruseliensis, y no decimos nada. Yo espero que mi cabeza sea tan torpe que no entienda lo obvio del barquero, y aspiro a que el Señor de Guindos, actual ministro de Economía y anterior delegado de Lehman Brothers, sea tan listo que me vaya a salvar a pesar de mi ignorancia. Pero de momento, en esta Navidad, lo único que veo es que nos han colado un gol que va a dejar esta generación más entregada aún a los cuatro ricos de cuatro bancos que en algún sitio moran y que supongo que existen porque de vez en cuando hablan para decir lo malitos que están. 

Aquí, el pueblo, sin cestas de Navidad, sin cartas a los Reyes porque no hay ni para sellos, sigue bajando la cerviz y pensando que “los políticos saben lo que hacen”. A mí que me lo expliquen, pero no veo Reyes Magos, ni mula ni buey -que alguien se los habrá comido ya-, sólo veo a los soldados de Herodes que vienen a desahuciar a los Santos Inocentes, a quedarse con lo poco que les queda, cuadrar sus balances hechos con un ordenador de Molok y cargarse toda una generación de ciudadanos, o dos. O tres.

viernes, 23 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

 
A todos los navegantes, los piratas malos, corsarios de paises enemigos del Rey y a los de paises aliados por tratados, los soldados de costa de dondequiera, los bañistas, los agentes de la aduana del Rey, los contrabandistas, los comerciantes, marineros, habitantes de tierra, maestrantes, viajeros fuera de sus tierras, correos del mar, peces y sirenas...
En estos días estoy aprovechando para reparar mi barco en punto por descontado secreto. Os concedo una tregua cuyo fin no avisaré, por mi propia naturaleza. Pero estad tranquilos en la Navidad, que sé que muchos celebráis y yo lo intentaré con la tripulación alrededor de un buen fuego y compartiendo el mejor ron con los prisioneros de rescate.
 

Meto en una botella un pliego con el siguiente mensaje, y lo lanzo en este momento al mar: Feliz Navidad, Bon Nadal, Merry Christmas, Bo Nadal, Fröliche Weinachten, Zorionak, Joyeux Noel, Zalig Kerstfeest, Buon Natale, Pozdravlyayu s prazdnikom Rozhdestva, Feliz Natal...

Zarafin.


sábado, 17 de diciembre de 2011

LA LOTERÍA, EL TURRÓN, Y LA HUELGA DE LA AVIACIÓN (O “EL CLÁSICO”).



Desde hace unos años se ha dado en llamar “El Clásico” al partido de fútbol entre Real Madrid y Barcelona. La verdad, no sé por qué. Desde pequeñito tengo en la cabeza la definición de ”clásico” y ésta no obedece a ningún enfrentamiento ni a nada que se haga en calzones.

La definición la guardo de aquellos tiempos en que había libros. Debo a la editorial Bruguera las lecturas maravillosas de algunos textos de Tirso, Victor Hugo, Goethe... En su colección “Libro Clásico” incluía en un cuadradito de la contraportada la siguiente definición: “CLASICO: Dícese del autor o de la obra que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier literatura o arte. (Diccionario de la Real Academia Española)” Les confieso que a veces he dedicado casi tanto tiempo a leer esa definición como al contenido del libro. De aquellas manías viene el que ahora pueda contarles esto.

Sobre el fútbol se hace mucha literatura, y en ocasiones es un arte, pero de ahí a que sea considerado como digno de imitar en los partidos Madrid-Barcelona... No sé, yo lo que recuerdo son los dedos en el ojo, las patadas, las lesiones simuladas, el porquéporqué, las cabezas de cerdito en el césped, los insultos racistas, los insultos raciales, la lunas rotas, las crispaciones de patio-cárcel, los latiguillos politizados, las peleas de minuto 87, las filípicas a los árbitros antes de un partido y las catilinarias a los árbitros después de un partido... ¡Vaya! Si esto es el modelo digno de imitación, ¡cómo será el modelo que hay que evitar! Sí, a veces hay alguna jugada, pero qué menos podíamos exigir a dos equipos que entre los dos adeudan –me parece- unos mil millones de euros.

En realidad, con la palabra “clásico” aplicada al Madrid-Barça/Barça-Madrid lo que están queriendo decir es que ya se ha convertido en una referencia de nuestras vidas, no sabemos estar sin ellos. En tal caso podríamos admitirlo, pero yo creo que habría otras muchas cosas que ya forman parte de nuestra existencia y que merecerían mucho más el calificativo de “clásico”. Sin ir más lejos, y ya que estamos en Navidad, tenemos a la vista el GRAN CLÁSICO DE TODOS LOS AÑOS: LA HUELGA DE LA AVIACIÓN. He puesto en el título la Lotería y el Turrón para disimular, porque yo a donde quería llegar era a la huelga. Vamos, he seguido el modelo Urdangarín de poner dos cosas de relleno junto a la de verdad, como cuando se presentan tres presupuestos a la aprobación de una Administración Pública.

Este año la huelga no es de controladores. Qué pena porque ya no saldrá en la tele el chico rubio ése que los defendía y que tanto gustaba a las señoras (Ah, no, que dicen que ya no salía). Ahora es de pilotos. De IBERIA, que es una compañía aérea. Parece que los pilotos están enfadados porque Iberia va a formar una Serie B para trayectos cortitos y les va a hacer un “puenteo aéreo” para sortear sus derechos laborales. Parafraseando a Shakespeare y a los catalanistas de anteayer, diremos que algo huele a podrido en los hangares, porque nadie apoya esta huelga salvo ellos mismos. Los tripulantes de cabina no se suman, nadie aparte de los pilotos, lo que nos hace pensar que su interés va a ser difícil de explicar. Si su postura no genera adhesiones entre sus propios compañeros de Aterriza como Puedas, ¿cómo van a esperar que los demás los toleremos?

Pero a ellos les da completamente igual, y aquí es donde la anécdota pasa de coyuntural a estructural y se eleva al Olimpo de lo “Clásico”: empieza a tener vida propia, se produce con o sin impulso humano pues adquiere marchamo divino, fatídico de fatum, en Dinamarca o en Torrejón de Ardoz. En las mentes de los españoles ya se ha insertado a fuego la convicción de que en Navidad tendremos huelga de aviones, la convoque Agamenón o su porquero. Eso no sería muy grave dado que las mentes de los españoles ya no son de interés salvo para Richard Atenborough (el de los documentales de la 2 sobre insectos), pero lo malo es que en las mentes de los extranjeros también se está convirtiendo en un clásico: todo bárbaro que imagine España ya sólo visualiza dos palabras: Sol y Huelga. Y eso sí que puede generar muchísimo daño a miles de personas y a toda nuestra economía que hoy vuelve su vista al turismo como clavo ardiendo.

El hecho es en sí lamentable, se mire como se mire. A partir de cierto momento –yo creo que ya se ha producido- vamos a dar por hecho que en toda Navidad Española habrá huelga, aunque luego no la haya. Es más, me parece que cuando no se produzca la echaremos de menos, como echaríamos de menos una Navidad sin Lotería y sin Turrón. “No es lo mismo”, diríamos, y alguien añadiría: “¡Cómo se pierden las malas costumbres...!”. 

Sobre esto, pase lo que pase, sólo les digo una cosa puramente personal: a veces un corsario debe demostrar fiereza, y hoy lo voy a hacer. Voy a lanzar una advertencia a todos aquellos que se atrevan a entorpecer o siquiera ensombrecer el viaje navideño de Mademoiselle de la Gouttelette (Marquise de Saint-Andres de Laplage aux Pharenchant des Mers), que está a punto de partir. ¿Lugar? Ni yo lo sé, pero desde hoy declaro su viaje bajo protección, tengo espías en muchos puertos y cualquier incidencia me llegará en pocas mareas. De Ustedes muy pocos conocerán al Capitán Toni Barceló, mallorquín, que con sus lanchas cañoneras asustaba a todos los bandidos del mar balear y a los siervos de la Inglaterra en el asedio de Gibraltar (¡si le hubieran dejado a él...! pero claro, era plebeyo, demasiado plebeyo). Pero seguro que ninguno conoce al corsario de Benidorm Alférez de Fragata Don Juan Bautista Pérez. De él aprendí una frase que nunca sabré si iba en serio o era fanfarronada, pero el caso es que le sirvió para apresar a un inglés del mar. Le dijo que “o se rendía inmediatamente o tenía en la bodega ducientos frascos de fuego para inundar su cubierta”. Pues bien, llevo a bordo ducientos frascos de fuego, para el caso de que el clásico de la huelga de aviación perturbe del modo más mínimo a Mademoiselle de la Gouttelette, cuya historia y peregrinaje no es objeto de mi incumbencia pero sí su afán y calma, por secretos designios que no cabe revelar sin poner en peligro los planes del Rey. Avisado queda.

viernes, 16 de diciembre de 2011

AMAIUR Y LOS ASOMBROSOS.


   (larguita y jurídica, aviso)

No sé por qué todo el mundo dice que los ABERTZALES tienen ABOGADOS MUY BUENOS (¿?). Es muy fácil ser un gran abogado cuando tienes delante a LOS ASOMBROSOS. Basta con leerse las leyes, y pedir su cumplimiento delante de un corral de gallinas.

Llevamos años oyendo que los abogados de etarras son muy hábiles, pero es mentira. Ahora oímos que los abogados de Bildu, Amaiur, y toda la retahíla, son muy hábiles, pero tampoco es cierto. Sencillamente son abogados, o ni eso, pero al parecer SABEN LEER.

Llevamos días con la tontería de que si AMAIUR puede o no formar grupo parlamentario. He oido varias cosas que me espantan: 1) que si no hay que permitirles formar grupo aunque tengan derecho a ello, simplemente porque son pro-etarras, 2) que además se les debe impedir porque eso les da derecho a más tiempo de micro, a más dinero y a conocer los secretos oficiales; 3) que su derecho a formar grupo es una cuestión dudosa; 4) que los reglamentos se interpretan y que para eso está la decisión política; 5) que si hay precedentes de casos semejantes en que se ha concedido; 6) que si hay un informe que ha servido de base a la decisión de denegárselo pero el informe no está firmado, es interno, ni se sabe de quién; 7) que el PSOE y los demás se han abstenido porque dicen que el informe de la Mesa del Congreso no es oficial...   Todo esto es lo que dan de sí los ASOMBROSOS, que son nuestros gobernantes (los demás aparte de Amaiur) y no paran de asombrarme, yo que ellos COBRARIA ENTRADA.

   Voy a hacer un comentario a cada cosa.

   1) SI TIENEN DERECHO según las normas, habrá que CONCEDERSELO y punto aunque sean proetarras, y si no lo tienen debe rechazarse su petición.

   Si a alguien le molestaba mucho que los proetarras se plantaran en las Cortes, tenían que habérselo pensado antes, cuando se hacían fotos en las escaleras de San Sebastián, escribían articulitos ñoños y repartían caramelos en la puerta de los Batzokis. Ahora que pechen los Asombrosos y no se rasguen las vestiduras en las que se ponían chapitas con caras de presos y del Che Guevara.

   Me he leído el apartado en el que se basan los de Amaiur. Se lo copio para que conozcan la fuente del problema, y se lo explico brevemente. El artículo 23 del Reglamento del Congreso de los Diputados dice: “Los Diputados, en número no inferior a quince, podrán constituirse en Grupo Parlamentario... Podrán también constituirse en Grupo Parlamentario los Diputados de una o varias formaciones políticas que, aun sin reunir dicho mínimo, hubieren obtenido un número de escaños no inferior a cinco y, al menos, el 15 por ciento de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura o el 5 por 100 de los emitidos en el conjunto de la Nación”.

   Según parece, Amaiur ha obtenido 7 diputados entre las cuatro circunscripciones en que se presentó: las tres vascas más Navarra. Según parece también, -y es el argumento de Amaiur-, han obtenido más del 15% del global de los votos de dichas 4 provincias, y en tal caso estarían en el caso previsto por la norma. Frente a ello, los anti-Amaiur dicen que el 15% debe haberse obtenido en cada una de las cuatro circunscripciones, y como en Navarra no habrían llegado a ese mínimo estarían incumpliendo uno de los requisitos. Yo, señores, qué quieren que les diga: entiendo que efectivamente la redacción se presta a dudas (es lo que se llama una “laguna del derecho”, y que en tal caso nos encontramos ante la necesidad de interpretar. Pero la interpretación no es sinónimo de arbitrariedad. Toda interpretación debe motivarse, y debe además resolver conforme a las propias normas que el Derecho establece para ejercitar la interpretación. Para el Derecho privado se recogen en los artículos 1281 a 1289 del Código Civil. En Derecho Político las cosas son más complejas porque la Política es cosa compleja o de brujería, pero no significa que no haya criterios, que básicamente se centran en los dos elementos o fuentes que establece el propio Código Civil en su artículo 1 cuando dice que las fuentes del Derecho son la Ley, la Costumbre y los Principios Generales del Derecho. A falta de ley clara, tendremos que ver la costumbre y los principios generales. La costumbre parlamentaria da para todo hacia un lado y hacia otro, así que creo que no sirve. Entre los principios hay tres que para mí son muy claramente aplicables a este caso: el principio de “evitación del agravio comparativo”, el principio del “odiosa sunt restringenda” (es decir, considerar odioso todo aquello que restringe los derechos), y el principio “ubi lex non distinguit, nec nos ditinguere debemus” (o sea, si la ley no distingue, tampoco debemos distinguir nosotros).

   Siguiendo esos razonamientos, yo sinceramente entiendo que tienen derecho a su GP, si de verdad reúnen el 15% del total en sus cuatro circunscripciones. Doy por hecho que de verdad llegan a ese 15% (he oído también que la negativa es porque no llegan realmente, y en tal caso mi opinión sería la contraria, porque también soy contrario a aprobar a un alumno con 4.9 si el aprobado está en el 5, igual que no se deja votar a un joven al que faltan dos días para llegar a la mayor edad). El precepto no usa el término “cada una de las circunscripciones”, sino sólo “votos correspondientes a las circunscripciones” (frente a esta idea, podría decirse otra muy jurídica consistente en que para el caso de la Nación sí ha usado la palabra “conjunto de” y que por tanto si para las circunscripciones no la ha usado no es por descuido sino por intención deliberada, pero frente a eso también puede decirse que el uso de la palabra “conjunto” al hablar de la Nación es meramente retórico pues como la Nación es sólo una no añade ningún significado el introducir la palabra conjunto).

   2) EL MIEDO A QUE DISFRUTEN de más dinero, de más tiempo, o de acceso a los secretos oficiales.- No puedo creer que esto sea el problema, o el “POBEMA”, ya que hablo para los Asombrosos. Señores, nada de todo lo que tanto preocupa a la nación está recogido en la Constitución, en una ley Orgánica, en una ley general... se arregla en un pis-pás.

   Está en Reglamento del Congreso de los Diputados, y en sus disposiciones de desarrollo. Me he leído el Reglamento, y en relación al tiempo de intervención no hay ninguna limitación en el Reglamento de las Cortes; todo dependerá de acuerdos (si me permiten el chascarrillo gráfico: ”acuerdillos” porque son acuerdos de pasillo), o bien de decisiones del propio Presidente del Congreso en cada caso, según el artículo 73 del Reglamento. Respecto a la asignación económica, dependerá de acuerdos también internos y en último término de la Ley de Presupuestos Generales del Estado que aprueba el parlamento cada año. En cuanto a los secretos oficiales, es el colmo, porque tal supuesto acceso deriva, simplemente, de una Resolución del propio Presidente del Congreso, es decir, ni de una ley, ni siquiera de una orden ministerial, o de una disposición de un Subsecretario del Subsecretario del Subsecretario... Siempre se ha regulado por esta vía, por resoluciones de 1986, 1992 y la última de 11 de Mayo de 2004, recién estrenado Zapatero. Esta fue la que amplió el acceso concediéndolo a cualquier GP, en sus artículos 2º, 3º y 4º, de los que se desprende ahora que si la materia clasificada está considerada como secreto se comunicará a un diputado por GP, y si está clasificada como reservada se comunicará a los Portavoces de los Grupos. ¡Y ya está! Mañana, si quiere el Señor Posada, puesto de acuerdo con la Mesa si también quiere, puede cambiar ese tan espantoso acceso de Amaiur a los secretos secretísimos de las Españas. Mañana, si quieren las Cortes, pueden aprobar que Amaiur o cualquier GP necesite pintarse la cara de verde para acceder al estrado. Mañana, si a los diputados del PP les apetece, se puede aprobar que Amaiur o cualquier GP necesiten cantar la Parrala para recibir la décima parte de dinero que ahora y así arruinarlos, y también lo pueden aprobar aun sin que se cante la Parrala. ¿De qué estamos hablando?

   En cuanto al reglamento de las Cortes, que es esa cosa que parece intocable, les diré que ni ellos mismos se ponen de acuerdo para saber qué cosa es. Se trata de un texto de naturaleza muy discutida respecto de la que los autores no se aclaran o prefieren hablar del derecho sueco, de Italia, del siglo XIX..., en vez de definirlo para España, aparte de decir que es especial que eso ya lo sabemos. Hacen bien en no definirlo, porque basta con saber cómo se reforma, que es por mayoría absoluta, y que lo aprueban para sí mismas las Cortes, según el artículo 72 de la Constitución, que no lo incluye entre las materias que precisan se reguladas por Ley Orgánica en su artículo 81.

   3) Sobre que SU DERECHO sea., pues, CUESTION DUDOSA, a mí no me lo parece. Creo que tienen su derecho si realmente alcanzan el 15% de los votos del conjunto de las 4 circunscripciones (las 3 vascas y Navarra). Lo que pasa es que creo que ni ellos mismos asumían ese argumento, y con sus actos propios han generado la duda, porque al parecer querían renunciar, o dejar en cama con el griego Amígdalas al diputado por Navarra para que les salieran las cuentas, y que más tarde apareciera como Deus ex Machina. Pensaban que si el porcentaje se alcanzaba en cada una de las tres vascas ya no podrían impedirles tener GP. Pero en mi opinión no hace falta tanto truco.

   4) Que los REGLAMENTOS SE INTERPRETEN lo dicen como si hubieran descubierto la sopa de ajo. Se interpretan o no, dependiendo de si dejan lagunas. En este caso puede entenderse que la hay, pero repito que la facultad de interpretar no significa un derecho sacrosanto a sacarse de la manga cualquier argumento si no se sostiene en principios jurídicos. Es posible que los Reglamentos se interpreten, pero sobre todo “se aplican”. Bismark dijo que no le importaba no hacer las leyes mientras le dejaran a él hacer los Reglamentos y eso es porque, si se quiere, el Reglamento puede estar muy clarito, y si presenta lagunas se pueden corregir mañana y asunto arreglado.

   5) Lo de los PRECEDENTES... Uf. Precedentes suele haber para todos los gustos, así que depende de quién haya hecho el herbolario de anécdotas para que encontremos casos a favor y casos en contra, así que eso tiene un valor relativo, por mi parte más de salón que de efectividad, y por otro lado los antecedentes no tienen la más mínima fuerza vinculante. La costumbre sí puede tenerla, pero para ello debe ser demostrada en su contenido y en su convicción de ser fuerza de derecho. Si no, se convierte en mera anécdota que sólo por su reiteración uniforme (que no es el caso) puede llegar a servir de apoyo a nada.

   6) lo del INFORME JURIDICO... Esto sí que es de Berlanga, o de Austin Powers. Que salga alguien diciendo que hay un informe, pero sin firmar, de no se sabe quién... Vamos a ver. Las Cortes tienen un cuerpo de letrados del máximo prestigio. Antes se les llamaba Letrados de Cortes, cuando había también Abogados del Estado, Agentes de Cambio y Bolsa, Corredores de Comercio... la época de la democracia se llevó por delante buena parte de estos cuerpos o de sus denominaciones (porque la Democracia consistía en igualar a todos por abajo en la mediocridad), aunque algo quedó de sus funciones, para desgracia de los más vagos. Algunos de estos técnicos privilegiados aparecen firmando textos que uno puede encontrar en internet. Nombres como Pérez-Serrano aparecen en artículos, y otros como Astarloa Huarte-Mendicoa aparecen en el BOE como Secretario en las reformas del Reglamento. Créanme que se trata de personas con una preparación de máximo lujo, y lo sé porque cuando años ha pude acompañar al Diablo Cojuelo que se colaba por las claraboyas urbanas pude alguna vez mirar lo que escribían sus alumnos al escucharles, ésos sí que eran asombrosos, pero en el buen sentido. Señores, las cortes tienen o tenían técnicos maravillosos, no les echemos la culpa, no digamos que no saben firmar, o leer, o poner carátulas a lo que dicen. Digamos, por el contrario, que en las Cortes hay un montón de personas sin criterio que no se atreven a hacer algo y dar la cara a la vez, y que éstos últimos suelen ser los que tienen acta de Diputado y a los que yo llamo “Los Asombrosos” porque no dejan de Asombrarme (ahora en el mal sentido, en el peor).

    En cualquier caso, lo que es impresentable es que toda la nación quede paralizada porque no se sabe si un informe interno de las cortes es bueno o malo, está firmado o no, o de quién sea. Merecemos más. Mucho más que eso.

   7) si rarita es la posición del PP que no sabe cómo fundar su negativa, más rarita aún es la de los demás que se han abstenido, diciendo que como el informe no está firmado o no sé qué pamplinas, no han podido tomar una decisión. O sea, ¿que ni PSOE, ni PNV, ni CIU, ni CC, ni UPD, ni nadie, tiene un abogadillo en sus filas? Nadie tiene afiliado un estudiante de 3º de Derecho que se lea las normas? ¿Nadie sabe leer? ¿Cómo preparan todas sus iniciativas parlamentarias, sus borradores de leyes, si no pueden tomar postura mientras no se lo diga el propio letrado del Congreso? Asombrosos todos. Y luego cobran, y quieren pagas extras, y pensiones vitalicias, y coches oficiales... y no quieren reducir su número.

   En fin... no me quiero alargar. Señores, si quieren hacerles la puñeta a los Abertzales del Congreso no lo hagan de una forma que nos haga pasar vergüenza a los demás. Si quieren que no estén haberlo pensado antes. Si quieren que no hablen mucho en los turnos díganselo a Posada y que cambie el Reglamento de las cortes. Si quieren que no cobren dinero díganselo a Posada y que cambie el Reglamento de las Cortes. Si quieren que no accedan a secretos díganselo a Posada y que cambie el Reglamento de las Cortes. Si quieren que tengamos la fiesta en paz y podamos avanzar no nos distraigan con estas chorradas que hay mucha faena por delante, y dejen a los de Amaiur que calienten silla y que participen, cuanto más mejor.

   ¿Saben? Mi opinión –estrictamente personal- es que habría que hacer al contrario. Yo no les pondría pegas para hablar en el Parlamento. Al revés, les sacaría todos los días, cinco minutos diarios a que hablaran en el micro, para que todos vieran lo que tienen que decir. EL PEOR FAVOR QUE LE PUEDES HACER A UN RADICAL ES DEJARLO HABLAR MUCHO RATO, porque a partir de cinco minutos empieza a repetirse y a partir de los diez minutos empieza a dar miedo. Muchos votantes de estos partidos radicales dejarían de votarles si pudieran escuchar a sus líderes más de quince minutos seguidos, pero eso no interesa a los anunciantes.

   También les dejaría estar en la Mesa del Congreso, junta de Portavoces, incluso les daría la Presidencia del Congreso y Senado, que se obligasen a actuar conforme a la ley, a mediar, a ordenar, que vieran lo difícil y pesado que es tener que dedicar tiempo y energía a moderar las chorradas de cada iluminado, que vieran que es preciso leerse las normas para aplicarlas en el acto en lugar de mandar a sus maravillosos abogados etarras cada página para que de noche les manden por e-mail los truquillos para saltárselos...

   Hay que dejarles en primera línea para que todos veamos lo que tenemos, que queden en evidencia, ellos, o nosotros. Puede que me equivoque, claro, pero yo de momento me sigo Asombrando no con los “malos”, sin con los “buenos”.