Tras lo de Leonardo di Caprio y la otra en
el Titanic, o lo de Ethan Hawke y Julie Delpy en “Antes del Atardecer” sobre el
Bateau-mouche de París, pocos paseos “chico-chica en barca” han sido tan
románticos con el de Merkel y Rajoy apatrullando Chicago en bote.
No me quito de la cabeza la imagen de
Angela y Mariano charlando en no sé qué idioma con los buildings a su vera,
ella con melena medieval al viento como Wendy, él con su barba de Capitán
Haddock, hablando de “Crecimiento, crecimiento...” qué hermoso.
Merkozy es pasado, y Merkolland es un
infundio. Merkajoy es el futuro, otra vez España y Alemania como en Eurovisión,
las semifinales de Maceda y de Pujol, o la Guerra de los Treinta Años con un
“Camino Español” que pasa por la Valtelina y funde Hispania y Germania con
Francia asomada al balcón y con Bruselas como meta a por la pica de Flandes.
Angela viene de Angel, y Mariano de María, qué hermoso este “Coloquio Angélico”
tan parecido al del espíritu anunciador que se presentó en Nazaret para decir
que los tiempos iban a cambiar y que el barroco monje Carraciolo nos explicó en
cinco fases... De momento, parece que la Fase Uno de nuestro coloquio ha sido
que la Merkel nos aplaude las reformas, y la Fase Dos es que a Rajoy le invitan
a la cumbre europea de tres que serán cuatro (Alemania, Francia, Italia, y
nos). ¿Cuál será la Fase Tres? ¿Nos prestará algo el Banco Europeo? ¿Invitarán a
Frau Merkel a Doñana? ¿Saldrá Rajoy en el próximo “Españoles por el mundo”?
Un barco, Mayo, América, austeridad,
pioneros, pacto... Pues no, no sólo Rajoy y Merkel responden a este perfil.
Ahora me acordaba de otro barco que fue a América, se llamaba Flor de Mayo, o
Mayflower, llevaba a los pioneros de un continente que en aquél caso no fue
Europa sino América del Norte por el lado anglosajón. Allá por 1600 y poco.
Salían escapados de lo que consideraban “el desastre europeo de la falta de
austeridad” (o sea...), ellos pensaban que Europa no les dejaba ser lo
suficientemente austeros y querían más purismo y se subieron al barco, en aquél
caso se trataba de puritanismo religioso mientras hoy se trata de puritanismo
económico. Les espantaba el descontrol católico (sí, en aquellos tiempos lo
católico no era lo negro y triste que dicen hoy los anti, pues lo negro era lo
de los trajes holandeses de Rembrandt mientras que lo colorista, divertido y
erótico era lo católico de los cuadros belgas de Rubens, tan llenos de
troglúteos y tropezones, divino sectarismo actual) estuardo.
Cuando los líderes de la austeridad se suben a un barco, no hay quien los pare. Por eso, yo propongo que el modelo se repita con otras parejas: Soralcaba (Soraya y Rubalcaba) deberían hacer un paseo en barca por el Manzanares; Fapedal (Cospedal y Fabra) deberían subirse al miniferry de Cofrentes en el Júcar-Cabriel para limar asperezas, y Aidenas (Aido y Arenas) harían bien en recuperar la barca de Cantillana que regentara Curro Jiménez y convertirla de instrumento de bandidos en instrumento de progreso. Señores de la política, súbanse a un barco y noten el aire en sus mejillas, Mayo lo merece todo y a la Merkel la ha puesto contenta, si ella puede Ustedes también.
Cuando los líderes de la austeridad se suben a un barco, no hay quien los pare. Por eso, yo propongo que el modelo se repita con otras parejas: Soralcaba (Soraya y Rubalcaba) deberían hacer un paseo en barca por el Manzanares; Fapedal (Cospedal y Fabra) deberían subirse al miniferry de Cofrentes en el Júcar-Cabriel para limar asperezas, y Aidenas (Aido y Arenas) harían bien en recuperar la barca de Cantillana que regentara Curro Jiménez y convertirla de instrumento de bandidos en instrumento de progreso. Señores de la política, súbanse a un barco y noten el aire en sus mejillas, Mayo lo merece todo y a la Merkel la ha puesto contenta, si ella puede Ustedes también.
"Les espantaba el descontrol católico (sí, en aquellos tiempos lo católico no era lo negro y triste que dicen hoy los anti, pues lo negro era lo de los trajes holandeses de Rembrandt mientras que lo colorista, divertido y erótico era lo católico de los cuadros belgas de Rubens, tan llenos de troglúteos y tropezones, divino sectarismo actual) estuardo."
ResponderEliminarCorsario, no tenía yo el día hoy para darte caña, pero creo que debes revisar esto. Hay pintones emblemáticos de los Países Bajos como Vermeer, protestante de Delft, o Pieter de Hooch, que usan ampliamente el color en sus cuadros. Rembrandt lo plasma así porque es su estilo personal, pero me temo que en muchoa trajes de la época sí había color. De hecho, muchos trajes de Rembrandt son coloridos, como "la Novia judía", o algunos trajes de "La Ronda de Noche", y otros en los que predomina el rojo, lo que es oscuro es el entorno, la composición.
Y la católica España no es que fuera mucho más colorida, sobre todo comparada con Francia. Ciertamente, los católicos son más permisivos y es fácil también distinguir hoy en día en los Países bajos y en en Bélgica las iglesias católicas de las protestantes por los ornamentos y por algunas diferencias fundamentales. También se distinguen las casas y a algunos protestantes acérrimos que quedan en algunos pueblos muy cerrados que van vestidos a la antigua usanza. Pero, a pesar de eso, te aseguro que hay mayor diferencia cultural entre un holandés católico y un espapñol católico que entre un holandés protestante y un holandés católico.
Saludos
Cicero
Da caña, todo lo que quieras. Pero juegas con algo de trampa porque este es un blog que a veces tiene un estilo más canalla y otras más técnico, hoy tocaba el tono creativo más que el informativo, así que necesitaba poder decir cosas sin el rigor de la Academia. Pero aun así, acepto el reto y defenderé mi texto académicamente.
ResponderEliminarTodo lo que dices me parece muy bien dicho, por ejemplo adoro los rojos del buey muerto de Rembrandt, y está claro qeu ninguna escuela pictórica ni nungún cuadro se basa en el negro salvo casos raritos. Pero también e verdad que Vermeer, y toda la escuela flamenca del norte (me da pánico meter la pata con la terminología, tú me corriges si acaso) es mucho más austera aunque tenga color, es la misma diferencia entre un rojo florentino y un rojo veneciano aunque sean el mismo rojo, y yo me refiero a eso.
Alues a la católica España pero eso no lo he dicho yo en ningún momento, deliberadamente, y me he limitado a citar a Rubens que está en este lado político pero no en el estético. Para entender la complejidad de los matices bastaría con mirar la serie de cuadros del Rey de España hechos por Velázquez y por Rubens, no tienen nada que ver y es el mismo rey y el mismo catolicismo.
Por supuesto, estoy contigo en lo de la proximidad entre holandeses de diferentes religiones antes que con españoles de igual religión. Es la pena, y la causa de tantos desencuentros que hubo en el pasado. Hay un cuadro de Rubens sobre una ermita cercana a la capital a la que la Gobernadora Margarita gustaba de ir para intentar quedarse emparazada y dar a aquellas tierras un sucesor hispano-flamenco que es todo un símbolo de lo que pudo ser y no fue en aquel entendimiento difícil pero no imposible, el de Egmont y Horn. En fin, que hoy no tenía previsto hablar de historia ni de arte, pero bien está el reto.
En todo caso, me alegro de tus aportaciones sobre el arte, la mentalidad y sociedad de estos lugares que conoces mucho mejor que yo.
Salu2
Zarafin
Creo que de historia del arte sabes más tú que yo, lo único que ocurre es que yo estoy por esta zona y me voy a ver museos de vez en cuando: el Rijksmuseum, el Louvre, el Beaux Arts de Bruselas, poco conocido pero con unas obras maestras impresionantes. Los tengo a tiro de piedra, como quien dice. Por eso los he visto a todos, a los flamencos de origen belga y a los flamencos de origen paisobajense (no digamos Holanda porque es un término que no engloba toda la zona).
ResponderEliminarPero si nos poemos a comparar a Rubens con sus angelotes y musas regordotes por todas partes creo que no estamos hablando de lo mismo porque la pintura de los países bajos es, sobre todo, costumbrista y en las costumbres no suele haber angelotes envueltos en telas volando ni mozas rollizas luciéndose. Te diría que sí, que son más austeros, más envarados en su comportamiento y que el color tiene también que ver con la luz del norte, que no es amarilla como la del sur, sino de una tonalidad más blanca. Pero si miras cuadros de Pieter de Hooch, costumbrista, puedes darte cuenta de que sí usan el color en la vida cotidiana, nada que ver con la visión de Rembrandt. De hecho, las decoraciones tradicionales de las casas antiguas holandesas (las que muestran al público como históricas) que yo he visto en mis estancias en esa zona son de color más bien claro, con la cerámica de Delft, armarios de roble o pintados de blanco y amarillo...
Yo creo que hicciste un poco de trampa al comparar el catolicismo flamenco con el protestantismo porque el catolicismo español de la época era tela marinera y ese del que se quejan los españoles. Ciertamente en esta zona las cosas eran distintas, lo han sido siempre, existían los beguinatos, por ejemplo, instituciones que en otros lugares no hubieran funcionado y que de hecho, fueron prohibidas. La religión que se introduce se adapta a lo que hay previamente, y aunque lo rechace y lo prohiba siempre queda un residuo importante en la forma de funcionar por lo que no es lo mismo un católico de filipinas o de México que uno de España. Funcionan como estratos.
Por cierto, las gordas fuertotas y saludables de Rubens, salvando el movimiento contínuo al que el pintor las somete, son un tipo de mujer que existe por aquí arriba auqnue en los cuadros están un poco exageradas.
Saludos
Cicero
Una cosa que es de agradecer en ti es que cuando se te hace notar un posible fallo lo admites y te defiendes si crees que no es un fallo, pero tu actitud es muy correcta y amable. En un sitio me acaban de censurar un comentario simplemente porque dije que habían cometido un error con la nacionalidad de un cantante, que es otra...
ResponderEliminarEn fin, que gracias por aceptar con esa simpatía la caña que te doy a veces.
Saludos
Cicero.
Es que escribir un blog, sobre todo cuando se hace por amor al arte, implica un cierto exhibicionismo y eso conlleva a su vez ser como un actor que sale al escenario cada equis tiempo a que lo vean a uno y entonces debe asumir el riesgo que eso tiene: que le tiren un tomate si lo hace mal.
ResponderEliminarEn ese caso distingo quién lo tira y qué tipo de tomate es. En mi blog, creo que someto al lector a cierta tortura desde el principio, y que si aguanta hasta el final para hacer un comentario se ha ganado el derecho de que se le lea, y muy probablemente lleve razón o al menos su razón, porque no será ningún cantamañanas. En tu caso me consta que todos tus comentarios tienen calidad, y así me ha pasado también con todos los que han dicho algo alguna vez, ojalá hubiera más gente así comentando cosas aunque no coincidiéramos, aprenderíamos mucho (yo por ejemplo he aprendido de tu comentario un pintor que no conocía, el tal De Hooch)
Me quedo con todo lo que has dicho de los museos, te envidio mucho, que lo sepas.
¡Y mira a ver en qué otros blogs te metes, Cicero!
Salu2
Zarafin