miércoles, 8 de junio de 2011

EL SANTISIMA TRINIDAD Y LA CRISIS ESPAÑOLA (II). CONTESTACION A UN VALIENTE GRUMETE.


Querido Grumete Anónimo:

por supuesto que no me tomo a ofensa lo que dices, quedas enrolado y me gusta mucho tu aportación.

   Demuestras mucho dominio del tema y una gran afición así que me alegro de ver que mi entrada ha sido leída por gente con tan alto nivel, eso me motiva mucho más.

   Tengo la intención de contestarte a todo lo que dices, aunque para ello quiero localizar algún texto que quisiera poner literal, y ya sabes que los hombres de mar tenemos un problema con los libros que quedaron en tierra o se humedecen en los camarotes, pero quedo emplazado a ello.

   No obstante, te digo ya que no he pretendido hacer ningún ejercicio de patrioterismo aludiendo a Villeneuve, pues los propios franceses e ingleses también lo consideraron alguien errático. Por supuesto que no era un absoluto incompetente, y pido disculpas si he querido dar esa sensación; era tan incompetente como los generales romanos que se enfrentaban a Anibal y parecían ridículos frente al genio del cartaginés, cuando se trataba sencillamente de que no estaban a la altura de un genio. Eso le pasó a Villeneuve frente a Nelson, y la mediocridad del primero se refleja en que no supo aprender de las derrotas anteriores contra el segundo, pues en Trafalgar pasó algo muy parecido a Abukir; Escipión derrotó a Aníbal porque aprendió de éste y le imitó al menos con su propia táctica, ya que en estrategia nunca hubiera podido superarle.

   Sin perjuicio de ampliarlo en otro comentario o entrada, te indico ya lo que a mi entender son los grandes errores de Villeneuve y los que no. No considero errores haber elegido retirarse a Galicia en lugar de a la Martinica cunado estaba en el Caribe; sí fue un error haber derivado hacia Cádiz en lugar de al Canal de la Mancha pues tomó la decisión sobre unos datos muy pobres y equivocados; fue un gran error salir a batallar en Trafalgar pues su consejo de oficiales  había decidido no salir; fue un error colocarse en línea completa cuando ya las derrotas de Abukir y la de Finisterre le habían demostrado que esa formación podía ser insuficiente e inefectiva contra los ingleses y especialmente si eran mandados por Nelson; fue un error ordenar virar en redondo todos los barcos a la vista de la táctica de Nelson; fue un error no dejar a Gravina que se desmarcara de la retaguardia hispano-francesa para flanquear el ataque inglés. Sus errores se justifican en parte por la falta de seguridad en el apoyo de Napoleón, y la sensación de que precisaba una victoria para quitarse la mancha de haber impedido -con su ausencia- la invasión de Inglaterra por no haber acudido a las playas de Boloña, su temor no era congénito sino el propio de los militares que deben capear los planes caprichosos de un jefe impulsivo como Napoleón (a los militares de Hitler les pasaba igual); pero fue un error no desobeder la orden de abrirse al Mediterráneo en dirección a Nápoles cuando sabía que eso podía significar la pérdida de la flota; eligió el peor día para obedecer, cuando otras veces no había tenido problema como al volverse de América o girar hacia Cádiz. Fue un error también salir ese día preciso pues amenazaba tormenta y era evidente que el mal tiempo podía por sí sólo desbaratar el bloqueo inglés; los británicos ansiaban como agua de mayo un combate, y Villeneuve les dio exactamente lo que querían.

   Es verdad que había problemas de miedo a las deserciones, deavenencias entre los marinos españoles y franceses, reyertas incluso que hacían preferir un combate a permanecer en tierra todos juntos, pero lo cierto es que eligió el mal peor en varios momentos decisivos, ya sea por ineptitud, por orgullo de mantener a ultranza las enseñanzas académicas recibidas en su juventud aristocrática o por incapacidad de darse cuenta de por qué los fanceses habían sido derrotados una y otra vez, a Gravina no le pasó eso y tomo buena nota del encuentro de Finesterre, donde Villeneuve tampoco quiso dejarle salirse de formación y acometer a Nelson.

   Lo que dices que hizo Villeneuve en Abukir, es lo que no dejó hacer a Gravina en Finisterre, tomar la inciativa, haciendo valer su superior mando y llevando a un pequeño desastre como cuando los romanos con doble mando se entorpecían a sí mismos ante Aníbal.

   En Abukir, que yo recuerde, los cables del Guillaume Tell se cortaron no para acometer a Nelsono sino para escapar, y no fue al aparecer Nelson sino a la mañana siguiente. Pudo salvar también otro navío que no recuerdo y dos fragatas, pero es que Nelson no llevaba fragatas en esa expedición y por eso no podía perseguirlas ya que son más ligeras que los navíos.

   La culpa de Abukir, entre muchas otras cosas, procedió de estar los barcos muy alejados, no creo que hubiera servido de mucho tener los barcos que dices más adelantados aún, y los espectadores directos vieron claro que el error francés consistía en que los barcos estaban muy separados de tierra y también separados entre sí, así lo vieron los que acudieron a la Expedición Bonaparte y vieron el combate desde tierra, lo cierto es que los buques, aunque fueran de 80 cañones, habían sido muy desmantelados para llevar cañones a tierra y orientando los que permanecían en los barcos hacia el lado de tierra, pues nadie esperaba que apareciera Nelson...

   En definintiva, Villeneuve no era un vegetal del mar, en eso estoy de acuerdo, era un marino cuyos errores se ven muy claros a posteriori y en ese sentido no es justo juzgar con la información de hoy y según los medios de hoy, pero también es cierto que por nerviosismo, miedo, envidia, o torpeza, fue una persona a la que le vino muy grande el destino de las guerras napoleónicas, y su torpeza es mucho mayor que la de Grouchy en Waterloo o la de otros, pues en mi opinión Trafalgar fue mucho más decisivo que todas las demás batallas en que Napoleón finalmente fuera derrotado: al igual que pasó con la Guerra de la Independencia Española, se batalló en tierra pero se ganó en el mar, todo por un dia de octubre de 1805 en que los hispano-fraceses perdieron el dominio del mar para más de un siglo.

   Bueno, Grumete Anónimo, ahora te ruego que me corrijas en lo que mi memoria no haya sabido decir o aprender bien, pues se ve que tienes artillería gruesa y sabes emplearla muy bien, ¡no te preocupes en tirar a dar que esto es un juego!

Bienvenido al mar          

Zarafin

4 comentarios:

  1. Como sé que algunos me piden fuentes:

    Ya he podido encontrar mis libros en la sentina: todo lo que he dicho de Villeneuve y del Santísima Trinidad puede contrastarse en los siguientes títulos:

    - TRAFALGAR. José Cayuela Fdez. y Angel Pozuelo Reina. Ariel

    - TRAFALGAR. Roy Adkins. Planeta

    - NAVIO SANTISIMA TRINIDAD. UN COLOSO DE SU TIEMPO. Marcelino González. La Espada y la Pluma.

    - LA EXPEDICION BONAPARTE. Robert Solé. Edhasa

    - LAS CAMPAÑAS DE NAPOLEON. David Chandler. La esfera de los libros.

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  2. Corsario, no quisiera que esta incursión en tu navío te apartara de tu ruta, navegas por el XXI y yo tengo mis fronteras en el XIX ,y que este cambio de derrota te apartara de posibles presas o aliados, por lo que prefiero mantenerme en tierra firme y abordarte cuando recales en cualquier puerto cercano como ha sido esta ocasión.
    No pretendí en ningún momento demostrar las virtudes náuticas de Villeneuve, tal vez la mejor que tuviera fue la de conocer sus limitaciones y claro está que no era un Odiseo. Pero, bajo mi acertado o no punto de vista, se ha convertido en el chivo expiatorio de todos, de los franceses por supuesto, de los españoles también y de los británicos, no les quedaba otra opción, eso sí, son los que mejor lo consideran.
    A tenor de Abukir el error fue de la disposición de la escuadra, que estaba fija, y yo dije que había solicitado poner los barcos más potentes delante, debí decir al norte de la línea y a barlovento, normalmente NNO en la rada.
    Acerca de que cortó cabos para huir, te remito una carta que le envió a un compañero cuando era prisionero de los británicos después de Trafalgar.
    Carta personal de Villeneuve a Armand Simon Marie Chevalier Blanquet Du Chayla
    “No te escondo que supe con asombro que tu también fuiste entre los que pretendieron que, durante la noche fatal del combate de Abukir, hubiera podido zarpar con la retaguardia para socorrer a la vanguardia. Sólo la mala voluntad, la mala fe o la ignorancia más pronunciadas han podido avanzar tal absurdidad. ¿ Efectivamente , cómo es que unos navíos fondeados bajo el viento de la línea , teniendo a la mar dos enormes anclas , una pequeña , cuatro betas , hubiesen podido zarpar y bordear para llegar en lo más duro del combate antes que los navíos ya peleando hubiesen sido reducidos diez veces ? Digo que la noche entera no hubiera sido suficiente… A bordo de los navíos de la retaguardia, la idea de zarpar y meterse en lo más fuerte del combate no le vino a nadie, porque era impracticable.”
    Opinando sobre su premura en Trafalgar, esto se lo comunico a Villeneuve el Almirante Decres, poco antes de enviar al almirante Rosely a relevarlo del cargo.
    "Su Majestad promete su estimación y expresa las gracias a aquellos que sin temores ataquen a un enemigo mayor o de iguales fuerzas, en un combate a muerte. Este es el deseo de Su Majestad, no importa que los buques sean destruidos si ellos se hunden llenos de gloria. El recomienda y Ie ordena no vacilar en iniciar el ataque"
    El tema es largo y podríamos entrar en aguas calmas y dormir a tus seguidores que esperan otras costas, no te quito razón, pero no me importa largar trapo no en defenderlo, mas bien en comprenderlo, no estuvo en el sitio y momento adecuados y ha quedado así para la historia, “Vae victis”.
    Paralelismo con Grouchy en Waterloo, le veo más en su aventura Antillana, los dos se limitan a cumplir las órdenes del Emperador, en Trafalgar para mi seria mas cercano a Ney en Waterloo, cuando las dos mil inútiles cargas de caballeria contra los cuadros………sin apoyo de infantería y artillería.
    Lo dicho buena caza y buena singladura.

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  3. Bueno, lo primero es darte la enhorabuena por tan magnífica documentación, así que reitero mi admiración y espero que sigas haciendo comentarios tan interesantes.
    No tengo argumentos para discutirte tus fuentes, ya he puesto las mías que recogen otros documentos de otras personas, obviamente la carta que citas es del propio Villeneuve, así que es inmejorable aun sabiendo que él puede ser el primero en ser parcial.

    Lo segundo es que realmente pensamos muy parecido sobre Villeneuve, a salvo matices de estilo y ganas de enfatizar unas cosas u otras.
    Coincido contigo en que es injusto buscar chivos expiatorios para hacer fácil una catarsis, pero no voy a seguir sobre eso porque estaríamos mil años (lo de aburrir a los seguidores no lo tengo tan claro, hay una cosa maravillosa que se llama tecla y quien quiera que la pulse para hacer zapping).

    Lo tercero, sobre Ney, no seas mala persona porque el tema me gusta y tiendo a enrollarme. Me pide el cuerpo polemizar de salón sobre eso, pero no lo haré, aunque sí te cojo el guante y te diré las dos diferencias que veo entre la carga de Ney y la de Villeneuve: Ney era uno de los mejores o el mejor, a diferencia de Villeneuve, y había demostrado muchas veces ser hábil, competente y valiente; y de ahí la segunda diferencia:L yo creo que la carga de Ney fracasa sobre todo porque no se vio acompañada de la infantería que recogiera el fruto de un ataque tan suicida. Lanzar a la cballería a estrellarse contra los cuadros de la cumbre y la otra ladera precisaba de una segunda línea de infantería que aprovechara el desconcierto aliado; al no hacerlo así Ney se vio dando rodeos como un tonto contra las bayonetas enemigas, aunque les hiciera su daño. Napoleón n oquiso mandar la Guardia Imperial ni otros refuerzos en su ayuda, es verdad que al parecer salió sin el permiso de Napoleón o cuando éste estaba apartado por salud, y que en todo caso quería guardar la infantería por el ataque de flanco de Blücher, pero ese momento pudo ser el decisivo si con Ney y la infantería hubieran desbaratado a los anglo-holandeses para luego ocuparse de los purusianos. en fon, el famoso tema de Ney y Grouchy, Derlon... La Cartuja de Parma.
    Hasta pronto, Anónimo.

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  4. Corsario, me alegra que también navegues por mares más antiguos, y también que en el fondo coincidamos con el personaje, mi intención mas que polemizar ha sido defender al pobre Villeneuve, precisamente es eso, la persecución y abordaje hasta hundir su navío y que los mismos franceses que lo denigran inscriben su nombre en el Arco de Triunfo en la misma columna que Lannes y Poniatowsky, lo que me da que pensar, normalmente nadie es tan malo o tan bueno, las cartas que mencioné aparece en “ Les Marins de Napoleón”, de Auguste Thomazi, Paris : J. Tallandier 1978. Luego viene la cosecha propia, mis divagaciones, opiniones, etc. acertadas o no y siempre debatibles.
    Siguiendo la estela nos lleva a “Waterloo!Waterloo!Waterloo! morne plaine!, comme une onde qui bout dans une urne trop pleine……..” no pongo en duda los valores de Ney, le brave des braves,pero si objeto que no fue capaz de manejar fuerzas conjuntas, que era lo que se precisaba en aquel momento, no le achaco la derrota, pero si una vez tomada La Haye Sainte acerca la artillería a caballo, los cuadros no habrían resistido y esa noche dormiría en Bruselas, el paralelismo que pretendía hacer con Villeneuve era que cargar sin apoyo es como salir en línea ante Nelson, Grouchy …..se limitó a cumplir órdenes, seguir a los prusianos hasta Wabre. Pero aquí nos haría falta mas tiempo que a Odiseo en regresar a Itaca.
    Como ya te dije, mi preocupación es que te he obligado a cambiar el rumbo y que eso te aparte de tu destino.
    Afavoreixi el déu dels vents, el velam del teu vaixell

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