No hay que sacar de tiesto el
discurso de Ana Bottles, ni el apagón del vídeo, ni el sempiterno “no nos
quieren” que suena a "Alberto de Mónaco ens roba”. Madrid 2020 no será, o será
otra cosa, pero los Juegos Olímpicos no se pierden por una presentación. Eso es
tan tonto como decir que a Urdangarín le podían negar un proyecto si no lo
presentaba con gracia, o que la
UGT podía rechazar un Curso de Formación porque el profesor
de paja fuera ágrafo. A las presentaciones se viene ganado y se viene perdido.
Es verdad que el café con leche de
My Tylor is rich dará que hablar como lo dio la Niña de Rajoy o la camisa celeste de Kennedy,
cositas que llenan minutos de tertulia y aderezan nuestras vidas como un
geranio, pero no se engañen: por suerte para el mundo, las estupideces de
nuestro país sólo son capaces de estropear al propio país pero no tienen
entidad para llamar la atención del mundo. Quien se acuerde de los chistes de
la hormiguita y el elefante sabe a qué me refiero.
Una cosa sí merece análisis: entraba
en lo previsible que Madrid no alcanzara los Juegos-2020; pero nadie contaba
con que tuviera tan pocos apoyos. Vamos, que hemos caído tan bajo como en
Eurovisión, al nivel de como cuando Zarkozy le puso la sillita a Zapatero en la
cumbre de los Hombres-G, que parecía el buen hombre como esas cuidadoras de
aseos de señoras que se sentaban en una sillita de enea con cara de madama de
puticlú y te vendían un pitillo para disimular. La cara de tontos no se nos ha
clavado por la derrota, sino por la humillación de ser los últimos, los
rechazados… hemos vuelto a los tiempos en que España se quedaba siempre fuera
de los Mundiales o de las Eurocopas a falta de alguien que sobornara a Malta.
¿Por qué nos ha pasado esto?
No quiero pensar que todo el
equipo español se haya equivocado en sus previsiones. No comparto a quienes
critican a la delegación española con cualquier greguería, porque las cosas no
se habían hecho mal; las obras y los proyectos son aceptables; la euforia no ha
sido tal sino prudencia calculada; ha faltado algo de chispa pero eso no ha
sido el problema; si se hubieran ganado los juegos todo el mundo estaría ahora
alabando el buen trabajo realizado. Ahora muchos se apuntan al sano deporte
español de hacer leña del olimpista caído.
Al paso de las horas, la cara de
novia plantada de Bette Davis se va transformando en cara de Hitler y la
puñalada por la espalda (Dolchstosslegende) que tan bien funcionara en Alemania
para explicarse el fracaso de la I Guerra
Mundial. ¿Por qué nos han traicionado los miembros del COI? Los analistas
empiezan a repasar las listas de “votos seguros” para ver contra quién van a
organizar “La noche de los votos largos”; más de 10 y más de 20 se han rajado a
última hora, qué diferente este tiempo de aquellas épocas en las que Carlos de
Habsburgo sabía obtener votos para ser Emperador, o los Borja españoles sabían agrupar
votos para ser Papas…
Desde 1898 pensamos que el mundo
está contra nosotros. No es cierto. Sencillamente van a la suya, como debe
ser. No es una hispanofobia, sino la “egofilia”
de cada país que aspira a ser algo, a diferencia del nuestro que en lugar de
hacerse a sí mismo se dedica a “pensarse”. En el caso de Madrid-2020 creo que
ha pasado lo mismo; es absurdo pensar que alguien ha querido castigarnos; sencillamente
creo que los electores han tenido una opción prioritaria de última hora, o
dicho de otra forma: han recibido un telefonazo. Es muy probable que Madrid tuviera
bastante seguros esos votos que ahora le han traicionado, pero que un buen puñado
de esos votos se han caído a última hora por presiones internacionales. ¿Quién
ha llamado a los señores del COI?
Pues en mi opinión, el teléfono
rojo de la Casa Blanca
ha intervenido a última hora y éste es mucho más efectivo que los teléfonos de
cerámica de Alcora dieciochesca del Palacio Real español (si los hay). El teléfono de los USA ha actuado en la última semana, si mi teoría no
falla, y es la siguiente.
¿A quien beneficia que España no
consiga unos Juegos? Claramente, a Francia. París viene aspirando a los Juegos
igual que lo hizo Madrid cuando cedieron ante Londres; mantiene su aspiración
para 2024, pues se supone que coincide con el centenario del París-1924, que
conoció los VIII Juegos Olímpicos nacidos gracias al también parisino Pierre de
Coubertin.
Evidentemente, si España hubiera obtenido
la Olimpiada
(mal dicho, Olimpiada es el tiempo entre juegos y juegos, pero en fin) de 2020,
hubiera sido imposible que Francia ganara los de 2024, pues como todo
el mundo sabe hay un código no escrito que hace que los Juegos salten de un
continente a otro sin repetir dos veces seguidas.
Así pues, en mi opinión, Francia
está detrás de la concesión a Tokyo de los juegos de 2020, no como preferencia
por Japón (que yo creo que les importaba un rábano) sino para que España no
fastidiara la futura elección por París. En ese sentido, nuestro amigo del
norte podría estar detrás de una (más) de las actuaciones internacionales que
casualmente afectan a España, como dicen que ocurrió con ETA, con
el atentado de Casablanca, con el 11-M…
Mi argumento es endeble –aparentemente-
porque desde hace mucho tiempo se sabe que París aspira a celebrar sus juegos,
y por lo tanto la diplomacia francesa debía haber actuado ya desde tiempo antes
y no habría motivo para un cambio de última hora en los “miembros traidores” del
COI.
Pues sí, pero no. Miremos el
escenario internacional de los últimos 15 días: la guerra de Siria, Obama
queriendo hacer de Bush y su Parlamento queriendo hacer de Joan Baez. El
probable uso de armas químicas ha llevado a los USA a promover un ataque contra
Al-Asad, pero se ha quedado solo. Los Estados Unidos han hecho su arrancada de
caballo y se han encontrado con la parada de burro de su amigo británico que,
al igual que los torys de la Reina Ana
en 1700, se han mostrado contrarios a una guerra internacional. Obama se ha
visto de golpe solito en el estudio del fotógrafo y ése ha sido el momento en que la
siempre oportunista Francia (o sea su primer ministro Hollande reconvertido en La Fayette) ha acudido a
retratarse con el yankie como en tiempos de Washington, dejando a la España de Gálvez marginada
a pesar de tanto trabajo. Ya tenía ganas la France de hacerse la foto del aliado fiel (léase servil), que desde
tiempos de De Gaulle no había ocasión tan clara y una vez sufrido el boicot antifrancés de los USA en tiempos de la
Guerra de Irak.
Hollande en los fotolitos ha hecho
de Aznar en las Azores. Aznar tuvo de premio Perejil, y Hollande ha tenido de
premio París-2024. Estoy convencido de que, cuando se citan ambos presidentes
para hacerse la foto del francés leal, no hablan de Tocqueville sino de cambio
de cromos, y que uno de esos cromos (¡ahora o nunca!) era el Olímpico.
Así que no hay que azotarse por lo
bien o lo mal hecho por España en Buenos Aires. A nadie le ha importado si
España merecía o no los Juegos, ni si Ana Bottles ha aprovechado su curso
Mangold de inglés o su Coach de gestualización; España ha sido ignorada,
sencillamente, porque había que apoyar a París, ya que éste apoya al Emperador cuando éste se lo exige.
Aquí, en España, seguimos jugando
a aquello de burlarnos de las Azores, y de rechazar Disneylandia, la Fórmula 1, las bases USA,
etc., etc., y eso está muy bien, pero lo que no se puede pretender es jugar
además a tener un lugar en el G-8, en el G-20 (sentados), también etc., si
somos un país que no sabe cuáles son sus aliados y qué costes tienen las
alianzas.
No hay nada peor en el ámbito
internacional que la incoherencia. Lo más sangrante, además, es que en España “lo
internacional” es lo “interprovincial”, ya que tenemos tantas naciones aquí
dentro, lo cual también se percibe fuera.
En fin, que yo más que pretender
hacer unos Juegos Olímpicos, me conformaría con hacer la próxima edición de
Humor Amarillo o de Juegos sin Fronteras jugando a romper una piñata mientras
la cabra bizca revolotea. O eso o hacerse adulto. Ah, y ¡Viva Madrid!
La culpa es de los franceses, junto a la culpa es de la pérfida albión se llevan el 90% de las causas por las que todo el mundo está en nuestra contra. España el eterno país llorón de "es ques", de la "culpa es de los demás", de "nos los merecemos por nuestra cara" del desprecio a las otras opciones sin siquiera conocerlas pero sobre todo de la excusa y la culpabilización a los "demás" mejor si es francia o inglaterra (y si es en fútbol italia), así en españa no cabe como en otros paises modernos cuando las cosas no salen analizar, autoevaluarse, pensar las cosas fríamente y mejorar objetivamente sino quejarse ya que por defecto todo se ha hecho perfecto y se merecía todo y si no se ha conseguido es por alguna "mano negra".
ResponderEliminarQuerido anónimo, quisiera contestarte pero no sé si interpreto bien lo que dices y me gustaría que me aclarases tu mensaje.
ResponderEliminarCreo que dices que no deberíamos echar la culpa a los demás porque las culpas son de España y debemos estudiar nuestros defectos. Yo estoy de acuerdo. Si Francia o Inglaterra causan algún daño a España no es porque "nos odien" sino sencillamente porque luchan por sus intereses; yo me quejo de que España no hace lo mismo.
En lo demás, no sé si te he entendido bien, por eso prefiero no contestar.
Saludos
Zarafin