Sinde tenía que haber hecho una lista, como la hizo Schindler, una lista que hacía falta para salvar algo.
Cuando preparó su borrador de ley, la lista de Sinde se pasó de ídem. Tenía que haber apuntado en un papel el nombre de todos los partidos con los que podía haberse reunido de antemano. Y tendría que haberse apuntado también en la lista aquellas cosas que era aconsejable incluir, si es que quería salvar algo para el BOE. Nos hubiéramos ahorrado el hacer el ridículo sacando a la palestra un texto que se echó al barro, gastando luz, taquígrafos y pixels de internet.
Ahora la ministra Sinde ya tiene su ley, como el oro, y ya veremos con el tiempo si se trata de una ley Sinde-fensa, Sinde-cencia, o Sinde-terioro. Alex ya está en la Iglesia, la "Menistra" en su ensalada y Alejandro en su Sanz, y a funcionar con canon de Fidias o de Rubalcaba. Arrieritos somos.
Sí, pero... los que criticaban a la ministra de "La patada en la tecla" y han conseguido que el control sea judicial no saben muy bien en dónde se han metido. Conste que soy un defensor de las libertades, pero fiarlas todas a la tutela judicial puede ser el Malagón de una Málaga que ni San Quintín. ¿Se imaginan a un Juzgado adoptando una medida urgente para cerrar una página web? Llega la orden, y el Juzgado de huelga; el funcionario de baja por depresión y al final la orden llega al montón adecuado, que es el quinto por la derecha detrás de la pila del armario de los que están por notificar, el ordenador sin el programa porque la autonomía de turno lo ha cambiado y están todos haciendo el cursillo de hoja de cálculo, el secretario concursando y el juez en una academia de autoestima, al final el juez resuelve pero hay un error en la notificación y cierran la página de Carmen Lomana en lugar de la del Wikilís, vamos lo normal en un juzgado celtibérico, si no está conforme recurra y en cinco años a Madrid y en doce a Strassssburgo, para entonces ya ni habrá ordenadores ni música creada por humanos... mejor hubiera sido dejar a la Sinde sacar Sinde-mora su ley; total, los Reglamentos ya los hará la SGAE.