sábado, 27 de abril de 2013

EL LICENCIADO VIDRIERA Y EL PRESIDENTE PANTALLA







Hace justo 400 años que se publicó la historia del Licenciado Vidriera, dentro de las Novelas Ejemplares de Cervantes (1613, editado por Juan de la Cuesta).

   El relato cuenta la historia de Tomás Rodaja (suena como Rajoy), joven instruido que marchó a Italia y allí, tras ser víctima de un filtro de amor, se convenció de ser de vidrio y rehuyó el contacto de los hombres por si le rompían.


   “Imaginose el desdichado, que era todo hecho de vidrio, y con esta imaginación, quando alguno se llegava a él, dava terribles vozes, pidiendo y suplicando con palabras, y razones concertadas, que no se le acercasen, porque le quebrarían, que real, y verdaderamente el no era como los otros hombres, que todo era de vidrio de pies a cabeça. …Dezia, que le hablasen desde lejos, y le preguntasen lo que quisiesen, porque a todo les responderia con más entendimiento, por ser hombre de vidrio, y no de carne, que el vidrio, por ser de materia futil, y delicada, obrava por ella el alma con más promptitud, y eficacia, que por la del cuerpo pesada, y terrestre.”

   Bueno, pues ya tenemos la explicación de por qué Rajoy prefiere el plasma: Rajoy es un hombre culto y ha leido a Cervantes. Del vidrio hemos pasado al plasma por milagro del siglo, pero el personaje es inmortal y español. La antítesis del capitán de Tercios que se mete aun donde no le llaman, es la de este lumbrera que huye del propio miedo y enloquece a gusto con tal de amagar.

   Hay una diferencia entre Vidriera y Pantalla: Vidriera seguía apareciendo a los demás en su forma humana aunque aturdida; Pantalla ya no aparece sino en su forma prodigio, apantallado, plasmado en plasma, plano como un sello, o como una Verónica taumatúrgica que refleja a quien creyeron Mesías. Si alguien dijera mañana que Rajoy se ha vuelto holograma y que se fue con Hugo Chávez no habría pajarito que pudiera desmentirlo.

   En la misma novela encontró el Presidente la base cuando dijo eso de que a él no le gusta la notoriedad de aparecer mucho en público, que eso es de narcisos:

   “…el Caballero un dia, le dixo: Sepa el Licenciado Vidriera, que un gran personage de la Corte le quiere ver, y envía por el. A lo qual respondio: Vuessa merced me escuse con esse señor, que yo no soy bueno para palacio, porque tengo verguença, y no se lisonjear.”

   Y en cuanto a que tenga miedo de hablar por si en su propia sede le miran mal, tomemos otro párrafo de la famosa novela: “El respondio: No quiero, porque no me le paséis a Genova”.

   En fin, me temo que debemos acostumbrarnos a que nuestro Presidente se haya convertido en un cristal; tendremos que hacerle un traje especial de saco y ponerle a dormir metido en paja hasta la cabeza como a Rodaja, le veremos andar por en medio de las calles por si le cae una teja y lo rompe, y lloraremos por lo que fue el buen muchacho y en qué quedó, todo por culpa del vidrio, pobre Rajoy, digo Rodaja.

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