Alguno me ha dicho que escribo
menos que antes, pero es que España se despeña a mayor velocidad que mi
capacidad de contarlo, y uno duda entre pararse a escribir o buscar en la caída
el famoso clavo ardiendo que ni ése queda ya porque los del cobre se lo han
llevado.
Iba a escribir sobre el 14-Z de la Infanta, pero me encuentro
con el 27-J de Bárcenas. El antiguo Rey Midas ingresando en prisión. El juez le
ha dicho “Vaya a la Cárcel”,
como en el Monopoly (¿por qué tiene que haber una cárcel en todo juego
inmobiliario?), y sin pasar por la
Casilla de Salida que en este caso es Génova por si le daban
un sobre para aliñar el talego.
Es un gran día para muchos y más
carnaza para el sainete de que la
Justicia es ciega, cuando todo el mundo sabe que a lo mucho
tuerta y a lo poco sorda. A mí, más que lo jurídico de si se puede o no se
puede, se debe o no se debe, me ha llegado al alma el KIT DE BIENVENIDA que así
lo han llamado en la Tele.
El KIT DE BIENVENIDA es ese
paquetillo o atrezzo que le dan al preso. Han dicho que contiene papel higiénico,
preservativos… y 100 euros semanales para sus gastos.
Para empezar, lo de Bienvenida me
conmueve. Me recuerda al insuperable “One of us”, cántico ceremonial que
entonaban los “Freaks” en la película homónima de Tod Breuning para recibir en
su seno a la bella esposa “normal” del pequeñito Hans (no insistiré en la
escena por no herir sensibilidades; quien quiera que la busque). Le dan la
bienvenida a Bárcenas, habrá que ver si Don Luis dice “Bienhallado” o devuelve
una peineta.
Sobre los objetos muebles del Kit
no me pronuncio porque me suena a risa. Que le den un rollo de papel me hace
preguntarme qué ocurre si necesita más durante el mes. Lo mismo en cuanto a los
anticonceptivos. Es posible que éstos sí le hagan más falta, una vez que ha
demostrado que es un maestro en el arte de darnos a todos por la matrícula.
Pero el dato estrella es el de los
100 euros semanales. Es hermoso pensar que 100 euros semanales son 400 al mes y
que este preso deba ganarlos por robar y otros hayan perdido los 400 al mes que
les ayudaba a pagar sus alquileres para poder cubrir la paga de quien tiene –presuntamente-
millones en Suiza, pero esto es España y lo demás son memeces.
¿Qué hará Bárcenas con esos 100
euros? Dicen que debe gastárselos en la cantina, pero eso no me cuadra porque
en tal caso lo que hay que hacer es darle unos vales y punto como en el mejor Koljós,
o unos puntos y vale como en el mejor Gulag. Pues no, le dan pasta. Ojo, que a
este hombre le gustaba comprar cuadros, así que es posible que empiece a comprar
por cuatro céntimos los cuadros erófagos que dibujan los presos y acabe emulando
la colección de la Koplovich. Yo
le dejaría un tiempo en la cárcel, que seguro que con la cantidad de chorizamen
que pulula en ese lar conseguirá rehacer sus redes mucho más rápidamente que en
un partido político (y que se dé prisa, porque dentro de poco estarán con él ya
todos sus compañeros, dicen que le han puesto en la misma celda con Díaz Ferrán).
Este es el momento de demostrar
que todas esas docenas de millones que tiene por ahí fueron ganadas honradamente
y, sobre todo, demostrar que “es posible”. Veremos qué sabe hacer con 100
euros, y seguro que demuestra esa genialidad que le caracteriza para las
finanzas. ¿Recuerdan aquella película de Tim Robbins en la que un bancario
entra en prisión? Pues eso, a ver.
Lo único que echo en falta es que
el bueno de Bárcenas no haya dicho, cuando iban a detenerle, esa frase que todo
español de pro merece decir al menos una vez en la vida: “¿Pero esto lo sabe el
Fiscal General?”
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