jueves, 9 de febrero de 2012

LES RUEGO QUE ME DISCULPEN

   Les ruego que me disculpen si en estos días estoy algo callado. De hecho, tampoco sé si mi voz les llega. Algo debe estar ocurriendo en el mar, porque desde hace días siento bajo el barco una corriente enloquecida que me arrastra mar adentro. Habitualmente navego cerca de la costa, a escondidas para obtener informes; pero hoy me siento a cientos de leguas de los hombres, así que no tiene sentido que hable de sus cosas.

   Una niebla densa rodea el barco desde hace varias jornadas, y a su través me llega un permanente graznido de miles de sonidos, incoherentes y agresivos. Como no son humanos, ni quiero admitir que se trate de animales, he preferido pensar que soy yo el que sufre de alucinaciones: tanta lejanía me debe haber llevado a un punto misterioso. El hechizo me mantiene abatido, más por prudencia que por dolencia; sólo espero que la corriente cese y la niebla luzca y el ruido entienda y mi barco aguante.

5 comentarios:

  1. Pues si ve usted que tal, señor Corsario, encendemos fuegos en la costa y tiramos de sirenas. Las que hacen ruido en la niebla, digo, no las de la cola de pescado.

    Al menos podrá hacerse una idea de dónde andamos los de tierra, hasta que la niebla levante.

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  2. Es mejor sentirse a miles de leguas de los hombres que estar entre ellos, Corsario.
    Navegue libre y sin ataduras. En tierra todo es bastante anodino.

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  3. El griterío... Sí, mejor mar adentro. Cuídate, Corsario, descansa y espero que sigas escribiendo porque siempre tienes cosas interesantes que decir. Pero creo que no debe ser fácil para ti en ocasiones porque sueles pensar y argumentar lo que dices, mientras que una consigna gritada mil veces no requiere mayor esfuerzo que la garganta.

    Saludos

    Cicero

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  4. Estimado corsario, disfrute del hechizo, componga una melodía con los sonidos que escuche, sujete suavemente el timón, dejando el barco oscilar sobre la corriente, la tripulación descansa y no teme encantamientos...y la niebla abriga hasta que se disipa.

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  5. Queridos pescaditos,

    sois todos dignos de un barco propio.

    Masxus, píllame una sirena de ésas que seguro que nos cuenta una historia.

    Mameluco, no me negañas, sé que lo anodino de tierra es lo que más te divierte :)

    Cicero, debes ser de los pocos a los que oir cien veces lo mismo sigue sin impresionarle, gracias por ello.

    Covi, su mensaje es un bálsamo, haré todo lo que ordena.

    Zarafin.

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