¡Bien! El gobierno catalán ha encargado ya la redacción de la
Constitución Catalana, y es una gran noticia, lo digo en serio. A diferencia de
lo que opinan muchos, especialmente en la Derecha, yo creo que a los nacionalistas
(y a los independentistas) hay que ponerles siempre un micrófono en la boca: no
hay modo mejor de desenmascarar la cretinez que dejándola hablar.
Ah, y conste que no critico que hagan lo que quieran, cada uno es libre de degradarse en público como prefiera.
Por supuesto, me niego al cansino ritual –tantos años ejercitado- de los
cinco párrafos previos diciendo todo aquello de mis respetos a los catalanes,
que si el gobierno y el pueblo no son lo mismo, que si lo mejor es la unidad y
la comprensión entre los pueblos, etecé etecé; cada uno ya se sabe lo que es un
discurso inteligente y lo que es un discurso inútil, así que cada uno que se lo
recite antes de acostarse y déjenme ir al grano que la depresión sólo me da
diez minutos de energía al día.
Ahora van a redactar su Constitución. Bien, tendrán que mojarse y por fin
les oiremos hablar de algunas cosas.
Vaya por delante que no es la primera vez. Para quien no lo sepa, y al
margen de las anécdotas históricas de la segregación napoleónica, la previa de
1641 en que a los pocos días de independizarse se entregaron al Rey de Francia,
o la más previa de 1462 en que se entregaron al rey de Castilla Enrique
IV, y la más seria de 1873 en la Primera República, Cataluña ya se declaró independiente
dos veces en la idílica Segunda República.
Lo hicieron en la mañana del 14 de
Abril de 1931 antes incluso de que se declarara la República Española; en la
tarde de ese día, por acuerdo con Madrid e inspirados en el pacto de San
Sebastián firmado entre el PSOE, los republicanos catalanes y algunos más, se
proclamó la República Catalana como Estado integrante de la Federación Ibérica.
Hermoso principio de una llamada legalidad democrática (nacida de unas
elecciones municipales, no legislativas ni constituyentes, y en las que los
partidos monárquicos obtuvieron 22.150 concejales frente a los
5.875 republicanos –cuatro veces menos- pero en las que ya se sabe que una cosa
es la legalidad jurídica y otra la legalidad democrática de la calle especialmente
si es la de las ciudades).
Volvieron a proclamar el Estado Catalán
el 6 de Octubre de 1934, en lo que fue un verdadero golpe de Estado llamado la
Revolución de Octubre, y que consistió en que la tan traída legalidad bucólica de
la Segunda República no podía soportar que gobernara la Derecha Republicana, a
la que había que impedir entrar en el juego democrático como fuera: en las
elecciones de noviembre de 1933 –las primeras con verdadero sufragio universal
en el que votaron las mujeres- habían ganado las elecciones con el partido de
la CEDA (3.365.700 votos fueron para partidos de
derechas, 2.051.500 para partidos de centro y 3.118.000 para los partidos de
izquierda), pero no había manera de que el ganador de unas elecciones
republicanas fuera conservador porque eso no molaba; hubo varios cambios de
gobierno y, cuando al final de casi un año la CEDA pidió –y obtuvo- que se
incluyera en el día 4 de Octubre de 1934 la impresionante cifra de TRES
MINISTROS de su partido en el Gobierno de la nación (por supuesto, de
Presidencia nada) en la que había arrasado electoralmente, no pasaron ni 48
horas y el día 6 de Octubre ya teníamos a la Esquerra Republicana de Cataluña,
al PSOE de Largo Caballero y a la FAI, la CNT y algunos más levantándose en
Huelga General y alzando la revolución por las armas en multitud de lugares del
país (sólo triunfó en Asturias y en Cataluña, pero el movimiento había sido
orquestado para toda España como se comprobó para cualquier espíritu imparcial)
y, por descontado, declarando el Estat Catalá independiente y generando un baño
de sangre. A eso se le llama legalidad democrática republicana e “integradora” y
a esa bandera se le rinde hoy jolgorio como si no fuera una de las más
sectarias, excluyentes y violentas que ha conocido la Historia de España, pero
será que me hago mayor (más o menos como le ocurrió a Unamuno, a Marañón, a Ortega y Gasset o a Baroja, gente rarita y antisistema, vamos).
Hoy se retoma el asunto y de momento ya
han hecho su liturgia de declaración de independencia, rasgamiento de
vestiduras, letanía de agravios castellanos, cultos al Sol y al Grande Oriente
por si acaso, falta aún el “momento quema de libros y de archivos” y otros
igual de sublimes… La verdad es que muchas cosas ya no hacen falta, porque el
Gobierno de todos (el de España) es LELO, y los restantes partidos nacionales
están encantados de ser megafashion con la República Federal con lo que el Estado
Catalán, en el más suave de los casos, existirá dentro del engendro España País
de las Cuatro Esquinitas que durará menos que la CEI Soviética, y en el menos
suave será como… yo qué sé, si es un rollo.
Pero disfrutemos mientras podamos. La
constitución catalana.
Tengo gran curiosidad por ver cómo regula
esa constitución algunos puntos. Parece que van a descubrir al redactar su Constitución
lo que ya tenían con la española, va a ser precioso.
Tendrán que aclarar en imprenta:
- Quiénes forman el pueblo soberano de
Cataluña. A ver a quién excluyen, qué hacen con los inmigrantes de todas
partes, qué hacen con los valencianos y mallorquines, cómo tratan a los
franceses catalanes, a los italianos catalanes, a los marcianos catalanes… cada
frase será un millón de callos pisados y unas cuantas embajadas así que va a
estar guapo el tema.
- Quiénes pueden votar en ese pueblo soberano
para decidir la independencia y para organizarla después. Habrá que ver qué
hacen con todos los pasaportes catalanes dados a pie de patera, todos los
sainetes de banderitas regaladas con dinero de rescate, etc.
- Qué lengua va a ser la oficial de
Cataluña. A ver qué le cuentan a todos los charnegos que han votado como lerdos
a los partidos separatistas.
- Cómo van a regular la relación de Cataluña
con la Iglesia Católica. ¿Serán laicos y se enfadará el obispo de Solsona y las
casullas de Montserrat, o serán respetuosos y se enfadarán los postmodernos más
los okupas más Ada Colau?
- Cómo van a recoger aquí su famoso
DERECHO A DECIDIR, que tanto les enamora, para ver si lo incluirán en los
derechos que la sagrada Cataluña concede a Lérida, a Tortosa, a Llibia, a L´Hospitalet,
a Tarrassa, a Reus… ¿Van a dejar a los demás lo mismo que ellos ahora consideran
irrenunciable para sí?
- Cómo van a hablar de las Fuerzas
Armadas Catalanas y cuál será su misión y a ver quién se afilia a las mismas y
qué requisitos se exigen para integrarlas.
- Qué requisitos se van a establecer para
obtener la nacionalidad catalana.
- Qué requisitos se exigirán para ejercer
cargos públicos en Cataluña… Seguro que muchos votantes a favor se quedarán fuera
del grupo selecto de mandamases, ahora lo verán.
- Qué van a decir respecto a Andorra
-Qué declaración de derechos
fundamentales van a hacer para mejorar la que ya tienen en la Española, a ver a
quién le conceden derechos fundamentales y a quién no, especialmente en cuanto
a educación, sanidad… visto lo que han hecho con una simple Autonomía, imaginen
lo que harán con una Constitución.
- Qué harán con la libertad de empresa,
de comercio, de circulación… Va a estar bonito.
- Qué van a decir sobre la pérdida de
nacionalidad catalana.
- Qué van a decir sobre reforma de la Constitución,
quiénes podrán decidirla y cuántos años tardarán en poder solicitarla –es decir,
durante cuántos años estará blindada para impedir que nadie la remueva-, sobre
la firma de tratados internacionales, sobre la firma de concordatos…
- Cuántas cámaras representativas van a
tener, si una como tienen ahora o dos como España y que tanto les gustaba como
lugar para hablarse con intérprete, y así dar voz a las comarcas o los
territorios, y veremos discutir a la Conca del Tremp, el Pallars Sobirá, Urgell,
los exiliados del Rosellón y la Cerdaña… los compañeros valencianos, los
camaradas de la LAPAO… Agárrense que vienen curvas.
- Qué van a hacer con los jueces, los funcionarios,
los maestros, los miles y miles de no catalanes ni catalanistas…
- Qué régimen de competencia judicial van
a establecer para los no catalanes españoles.
- Qué van a decidir sobre los matrimonios
mixtos o hijos de doble filiación catalano-española
- Et Cetera… Si ponen lo que quieren
poner, se quedarán solos porque no quedará nadie que cumpla el baremo. Si no lo
ponen, se quedarán solos porque parecerá un texto tan de la Señorita Pepis que
la gente se reirá. PERO A ELLOS LES DA IGUAL, POR SUPUESTO, Y A MÍ A ESTAS
ALTURAS TAMBIÉN.
Son muchas cosas que nos van a divertir a
los que ya pasamos de preocuparnos con la voluntad suicida de un Estado. Dicen
que el chimpancé es inteligente porque es capaz de reconocerse a sí mismo en un
espejo; Bueno, de momento la Constitución Catalana es un espejo que se van a
poner delante los mismos catalanes, que de esa manera empezarán ¡¡POR FIN!!!!!!
a ponerse verdes entre ellos, y nos dejarán a los demás en paz, ya veremos si
con cuestiones inteligentes o simplemente tribales.
Ya no hará falta ver SÁLVAME
por las tardes, bastará con conectar por WebCam con la comisión de redacción de
la Constitución Catalana, si es que nos dejan verlo.
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