Los agujeros de Islandia nos marcan el ritmo. Primero fue el agujero del volcán ése de la nube que dejó en tierra a media Europa, y ahora es el agujero bancario que va a dejar bajo tierra a la otra media. Caen simpáticos los islandeses, será por esa leyenda urbana de que realmente no existen. Son poquitos pero dan.
Acaban de decidir por referéndum (palabra muy poco nórdica, pero hay que ver qué partido le sacan) no pagar las deudas de los bancos, que se arruinen los bancarios y los depositarios tontos, pero no más rascar a los inocentes para que el ejecutivo de lujo cometa errores sin castigo. Ya está bien.
La noticia parece insignificante y por eso no la veo en las primeras planas de internet, pero poco a poco irá saliendo, me parecen muchísimo más importantes los agujeros que rodean a Islandia que los que rodean a Berlusconi, y éstos están siempre en portada. Reino Unido ya ha amenazado con contraatacar, Bruselas saca morro y los demás deben estar sacando del armario el cuento de “el traje nuevo del Emperador”, sí, ese que decía que todos aceptaron la idiotez de que el Emperador portaba un traje invisible hasta que un niño dijo que el Emperador iba desnudo. Aquí el traje no es de Camps sino de los ciudadanos, nos han dicho que llevamos uno que nos ha hecho el Gobierno y es mentira, no llevamos nada porque se lo han dado todo a los bancos diciendo que era por nuestro bien, y ahora vemos al Santander con casi 9.000 millones de beneficio (es sólo un ejemplo) mientras los ciudadanos van matándose por las carreteras porque para ahorrar cuatro céntimos nos han quitado las luces de las carreteras y las travesías de los pueblos.
Cuando era pequeño oía hablar de Carlos I y los banqueros Fugger, los Papas y los banqueros Medici… y pensaba que no podía ser que sólo una familia fuera tan importante para marcar las crisis. Ahora pasa igual y nos parece fashion proteger a los bancos, nos dicen que es eso o el desastre, y si no que coman bollos –que dicen que dijo María Antonieta-. Pues bien, ahora será la hora de la verdad, hay un país que ha dicho que no, veremos los efectos cascada; si eso obliga a rescatar a España; si el Santander se hunde y con él el Ayuntamiento de Villaabajo; veremos qué dice la Merkel , Sarcozy y la madre que los crió; la sensación de tomadura de pelo está creciendo tanto que no entiendo qué hace el mundo que no saca cuentas. Por supuesto, en España a por uvas, qué va a decir el Gobierno que -como no sabe nada- hace caso a Europa por si acaso, y qué va a decir la oposición que por no coger la calculadora más que para contar votos no se dedica a contar los euros que nos cuesta la vagancia de los que mandan. ¡Por favor, que alguien me lo explique!
Empieza a dar la sensación de que por ahorrar unas migajas de pérdida a unos bancos enchufados hemos creado una ruina a millones de familias por las que nadie se preocupa, y si esa idea se llega a fundamentar bien por algún iluminado la crisis política va a ser volcánica. Gracias, Islandia, aunque te equivoques.
¿Este era el post que te iban a censurar?
ResponderEliminarLos islandeses han hecho bien. No tenemos por qué pagar las deudas de las pifias de los bancos. Pero en España me da la impresión de que el caso es distinto, no se trata de depósitos de ahorradores inversores, sino de un bien de primera necesidad. Otra cuestión es lo de la gente que asumió hipotecas muy por encima de sus posibilidades contribuyendo así a la burbuja inmobiliaria y actuando con absoluta imprudencia por mucho que el banco le diera facilidades. Uno debe saber dónde están sus límites económicos. Y los especuladores, que no sólo fueron grandes propietarios, sino gente corriente, sin demasiados medios que también compraban con la intención de especular con un bien de primera necesidad como es la vivienda.
A mí eso del pueblo inocente y los banqueros malos malísimos no me convence del todo porque en el caso español si la gente se hubiera contenido y hubieran mantenido los pies en la tierra no comprando a esos precios (compraban porque pensaban que era un inversión, que luego lo podrían vender aún más caro especulando sin darse cuenta de que estaban ya en lo alto de la pirámide y de lo absurdo y peligroso del tema dados los sueldos que la gente corriente cobra) los bancos no hubieran podido hacer la pifia. Digamos que con gran enorme culpa de los bancos unos y otros se complementaron para llegar a esta situación. Si no hubiera habido interés especulativo por parte de una gran parte de la población la burbuja no hubiera sido posible.
Cicero
yo no echo la culpa a los bancos, que miran por su interés, sino a los gobiernos que los han privilegiado tanto coo si fuera de vida o muert emantenelros, y no se han planteado lo mismo pensando que también es de vida o muerte arbitrar un sistema pra que millones de personas no se arruinen.
ResponderEliminarESte no era el censurado, ya pondré algo sobre eso
Los lobbys...
ResponderEliminarCicero
ferocis
ResponderEliminaret insistentis
ResponderEliminarCicero
:)
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