jueves, 15 de agosto de 2013

RAJOY, PLEASE, LA VERJA DE GIBRALTAR A FINISTERRE.












Hay que llevar la verja de Gibraltar a Finisterre. Aprovechando que aún es nuestra (vamos, que la puso Franco y que está en suelo español), podíamos contratar sin IVA a algunos autónomos y que la llevasen con nocturnidad hasta Finisterre o las islas Cíes léase Galicia.



Sí, señores, es un error considerar a Gibraltar como un conflicto cuando es una SOLUCION. La solución a todos los problemas de España sería que la península entera fuera británica (Portugal ya lo es como Greta Garbo, pasión de lapa), y el único que puede lograrlo es Mariano Rajoy O´no. ¡Ahora es el momento!



Ya sabemos todos que el PP sólo gobierna cuando obtiene mayoría absoluta porque para el resto de partidos es antidemocrático dejar que gobierne en solitario la mitad conservadora de España. Y ya sabemos que en España todo tiene que conjurarse para que el PP obtenga esa mayoría absoluta, y que “in dubio pro senestra”; por eso Rajoy debe hacerlo ahora, y no puede esperar a la próxima vez que –dentro de unos veinte años- vuelva a obtener su niña otra mayoría aplastante. La razón es sencilla: en veinte años no habrá España.



Señores, imaginen que toda España pasa a ser británica por corrimiento de la verja gibraltareña. Se acababa el problema del separatismo porque, ¿alguien imagina a Londres consintiendo a Artur Mas profesión sus referéndums o a Iñigo Urkullu profesión sus Bildus levantar una ceja (sin segundas)? ¿Qué habría hecho la Queen con Bárcenas, con los ERES, con los desahucios, las preferentes? ¿No estarían más seguras Ceuta y Melilla en manos británicas que en las manirrotas zarpas españolas?. Ya saben todos que para la izquierda española Gibraltar o Perejil o Ceuta y Melilla son trozos de roca por los que no vale la pena pelearse; ya sabemos por tanto que Canarias no deja de ser un trozo de roca algo mayor y que la península entera es un rocón pero al fin y al cabo rocón por el que tampoco discutir. Ya sabemos también que la nación puede ser discutida y discutible (la española, por supuesto, no las “históricas”); ya sabemos que la ley es algo que existe cuando yo mando y es un vestigio cuando tú mandas; ya suponen Ustedes la capacidad que tiene España de hacer algo útil cuando está permanentemente dividida porque es más divertido ver cómo cae el enemigo que ayudar al neutral a vivir feliz…



Señores, España como problema –que dijo no sé quién del 98 o del 27- dejaría de serlo si estuviéramos bajo el yugo anglosajón. Nos tratarían mejor los Estados Unidos y habría que aprovechar antes de que volvamos a poner sillas en el desfile de las Fuerzas Armadas; seríamos compatriotas de Churchill; también de Shakespeare lo que nos va a hacer falta ahora que Cervantes es catalán. Volveríamos a ganar Eurovisión alguna vez; podríamos doblar nuevamente algunas películas (“tres butroneros bengalíes”, “las cuatro nóminas”…); Kartoon sería una película de guerra y no una forma de taparse; The Cavern sería sólo el lugar donde surgieron los Beatles y no el despacho de Bárcenas; los Torys serían sólo un partido y no el símbolo de Ambiciones… tantas cosas que se arreglarían de un plumazo… Hasta la República dejaría de ser una aspiración de los listos, pues ya no tendríamos el apellido Borbón que a tantos disgusta porque dicen que lo puso Franco sino Windsor que suena a 007…



Háganme caso, señores del PP. Si no lo hacen ahora, será imposible en lo futuro porque la izquierda o la anarquía gobernarán de aquí a dos años y desharán lo poco que queda de El Estado Español; si a Gran Bretaña le interesa España es ahora, antes de perder Cataluña, País Vasco, Galicia, quién sabe si Valencia, Canarias, Baleares, Ceuta, Melilla, Perejil, Patones… Fíjense que el Gobierno británico es muy popular porque sus jefes no viven en un palacio (Moncloa) sino en una Street (que es uno de los Hombres de Harrelson), la gente volvería a querer a su gobierno y no le harían escarches porque allí tienen más educación y sobre todo tienen una cosa rara que se llama Policía.



Si no lo hacen por Ustedes –ya sabemos que la inmensa mayoría de Ustedes no alcanzarían puesto alguno en Westminster- háganlo por nosotros, háganlo por mí. Yo estoy dispuesto a soportar ser compatriota de Drake, Morgan y algunos más con tal de serlo también de Nelson y del Duque de York, y dejar de serlo de los Carlines. Renovarse o morir. To renovate, or not to renovate. Además en Benidorm lo agradecerán porque todos los turistas serán ya nacionales (españoles y británicos) y con eso podremos decir que el consumo patrio ha aumentado y nos rebajará la prima por lo menos hasta el 253.



Vamos, todo ventajas. No dejen que continúe sintiéndome como aquello del “Fiel pero desdichado” que ideó -en español- el padre de Marlborough como lema de su linaje.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario