No me refiero al General Mola, que eso es otra alarma, sino a la de los aeropuertos. Miren, me he leído la Ley Orgánica de los Estados de Alarma, Sitio y Excepción, he ojeado la Constitución y el Decreto Ley del 4-D, y con todo eso he llegado a dos conclusiones:
La primera es que el Decreto Ley es un poco chapuza jurídica. La segunda es que mola (yo no uso habitualmente esta palabra, y menos después de Camilo Sesto, pero aquí pegaba).
Lo de las deficiencias jurídicas me lo callo porque a ver si voy a dar ideas a esos abogados que ganan millones y que van con la corbata a la terminal y montan el mitin de los 10.000 euros; que trabajen. Tampoco quiero facilitar argumentos bien construidos a la leal oposición porque ya sabemos que ésta prefiere los que le salen en el Phoskitos con los cromos de “Cómo gustar a la mayoría”. Además, hablar de Derecho es un desperdicio cuando podemos hablar de Amor o de Pasión, y es una vulgaridad apelar a la Justicia cuando es mucho más cinematográfica la Venganza. En los espacios sometidos al Estado de Alarma (que al principio llamaban “alerta”, será por innovar), se deben estar cociendo historias hermosísimas que merecerán ser llevadas al cine cuando las conozcamos dentro de nueve meses o menos, con McGiver obligando a Barbi Controladora a dar a la tecla, o Ingrid Bergman a pie de pista diciéndole al Tabor de Regulares que siempre les quedará París; el controlador guapo rubio ése y la locutora sagaz… La estrechez de la torre y el cric-crac de las metralletas debe dar mucho juego, recuerden a Robert Stark en “Aterriza como puedas”, las blogeras del aire han soltado la lengua y los legionarios de la cabra ya están en la puerta 6, átense los machos. Yo propongo que hagan como en las iluminaciones de Navidad y las bombillas del “Felices Fiestas”, que las dejan puestas para el año que viene, y así tendremos una tradición navideña más, porque el Estado de Alarma ¡es guay!
Pero sí hay una cosa del Decreto-Ley que me ha gustado, y no quiero callarme porque eso sería discreto. Dice su texto que ha sido dictado, “a propuesta del Vicepresidente Primero del Gobierno y Ministro del Interior, dela Ministra de Defensa y del Ministro de Fomento, y previa deliberación del Consejo de Ministros”, cuando la Ley Orgánica sólo establece que lo declarará “El Gobierno”. ¿Qué significa eso? ¿Es que Zapatero no quiso intervenir? ¿Es que obligó a los pobres tres ministros a ponerse de escudos humanos por si salía mal la cosa, montando un numerito con el Rey en la embajada y ZP jugando al rol? ¿Es que han deliberado todos menos ZP, como suele pasar? Curioso que en ningún sitio el Presidente quiera asumir la propuesta, la deliberación o el mando. ¿O es que no ha sido idea de él, sino de los del “Trío de la Alarma ” que han querido ponerse la medalla ellos solitos? Al tiempo, que pasa volando, si hay controladores.
Pero sí hay una cosa del Decreto-Ley que me ha gustado, y no quiero callarme porque eso sería discreto. Dice su texto que ha sido dictado, “a propuesta del Vicepresidente Primero del Gobierno y Ministro del Interior, de
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