lunes, 14 de marzo de 2011

JAPON, Y A PENSAR

Hoy no procede utilizar el ingenio, porque la tragedia de Japón nos borra todo afán de entretener. Pero la mente no descansa, y aun en medio del estupor hay ideas que van tomando cuerpo.

Una de ellas es el poder de la imagen. Lo de Japón, aun dentro de su horror, ha sido mucho menos grave en pérdidas humanas que lo de Haití, Indonesia… pero algo tiene que nos estremece mucho más que otras catástrofes, al igual que ocurrió con la tragedia de las Torres Gemelas o con el 11-M: se trata de catástrofes “urbanas” –si se me permite- y lo que las cámaras recogen son coches que flotan como juguetes, comercios reventados por el agua y autobuses colgados en azoteas. Parece que esos episodios estremecen a los occidentales mucho más que ver hectáreas enteras de campos de arroz o de caña devastados, aunque sepamos que eso significa muerte para miles de campesinos y hambre para docenas de miles, o que ver seres perdidos apenas ataviados con una camiseta y buscando a sus padres entre chozas, no lo vemos tan próximo, tan acechante. Los comics de Superman no se iban a las selvas del caribe, sino que plantaban el terror en la Quinta Avenida, parece que eso es lo único que puede conmover a un occidental…no sé.

Otra cosa que me viene a la cabeza es la progresiva sensación de inseguridad que vienen imponiendo los acontecimientos. Desde el inicio de la crisis, parece que nuestros mayores no saben predecir nada, ni las arremetidas del clima, los estornudos de la tierra, el precio del petróleo o las revueltas del Islam. Están fallando demasiado los que nos prometían el control, y la gente ya está empezando a buscar en internet lo que decían Nostradamus o San Malaquías sobre esto o sobre lo otro; me temo que los telepredicadores y los recaudadores de secta van a hacer su Agosto desde este mismo Marzo, y algo me dice que la razón va a ceder sitio a la emoción tonta, esperemos que no surjan los salvaplanetas como antes los salvapatrias, enciendo una vela por la libertad y la calma aunque ya no confío, quizá exagero. Al tiempo, que será corto.

En España y en el mundo parece que resucita el debate nuclear, ya nadie se fia y cuando se habla de grados de seguridad parece que esos grados son tan fáciles de desbordar como los diques por la ola. Cuando nos dan las noticias, usan excesivamente el “por el momento”, y ese “por el momento” cada vez es más efímero. Para eso que no predigan, nos toman por tontos. Y lo peor, todas las informaciones llevan cuño de interés: los estados que informan tienen intereses en perjudicarse unos a otros, las cadenas que informan están plagadas de publicidad de empresas estatales que venden electricidad, los grandes presidentes están a partir un barril con los sacapetróleos, o directamente son accionistas, a nadie interesa la verdad, todo parece gobernado por gente que no tiene hijos, todo genera dudas y recelo, es falso que el Hombre al final reacciona, aquí sólo reacciona el pueblo, pero el pueblo no es el Hombre. Una vez más, si a todas las especies vivas les preguntasen cuál de ellas sobra, todas menos una contestarían lo mismo. Esto no es ingenio, sino hartura y miedo.

Para otro día dejo el hablar de China. Japón es fuerte, pero el embite ha sido muy duro, necesitará financianción, profesionales, crédito, energía, y no estaba en su mejor momento. ¿Aparecerá el vecino rival para ofrecer su patronazgo? ¿Es este el momento en que el nuevo gigante mostrará su capacidad para ayudar a cambio de mandar? Como digo: para otro día.    






4 comentarios:

  1. Interesante artículo y bien escrito, aunque no estoy del todo de acuerdo contigo.

    En lo de Japón ha influído, efectivamente la imagen, pero de una forma distinta a lo que dices. No sólo porque sea un país rico y urbano (aunque también existe, evidentemte, cierta identificación), sino porque las imágenes del tsunami son las más impresionantes que ha habido nunca sobre una catástrofe natural. No las supera las imágenes del tsunami de Indonesia -lo digo porque yo he visto muchas imágenes de tsunamis ya que me interesa desde hace años la sismología-, que fue mucho más mortífero. Y estas imágenes han sido posibles gracias a la tecnología y a que había japoneses con cámaras avisados del tsunami, lo cual en otros casos no ocurrió. Y ante estas imágenes en las que el mar lo arrasa todo nos sentimos muy impotentes porque si te pilla no hay salvación posible.

    Sin embargo, no todo el mundo reacciona igual: recuerdo que cuando sucedió lo de Haití esperábamos que llegasen los americanos a ayudar y algunos se quejaban de que iban a invadir el país y otras chorradas, en lugar de ponerse a pensar que la gente necesitaba de auqellos soldado que los ayudasen, pero no había jucio moral en contra de los haitianos. Ahora, abunda la gente horrorizada y también aquellos que dicen que los japoneses se lo merecen por matar delfines y ballenas, incluso alguno hace alusión a que es una venganza por lo de Pearl Harbour (burradas de toda suerte he leído estos días). Pero no parece que haya muchas intenciones de donar dinero para ayudar, cuando en lo de Haití doné hasta yo, que nunca dono nada, ya que es un país muy rico y se les supone con la fuerza como para salir adelante. A mí me da la impresión de que lo de Haití nos afectó más. O a mí me afectó más.

    Y en lo de la racionalidad... En fin, es caso perdido. La ciencia nunca va a poder con los deseos mágicos de buscar explicaciones sobrenaturales a las cosas porque la ciencia no da certezas absolutas, sólo apunta caminos, y el ser humano sin un dios o varios que lo guíe se angustia mucho. Lo paradójico es que usan datos científicos para manipularlos al gusto de la creencia del momento y si un telescopio da datos sobre tormentas solares ya dicen que eso es el fin del mundo... Ahora mismo, con los terremotos, puedes explicar la tectónica de placas y que el ser humano en eso no interviene por muy malo que sea (sobre todo el perverso y degenerado ocidental, culpable por tener energía electrica en casa y usar teléfono móvil) que no te van a creer.

    Los políticos es caso aparte. Tengo mi propia troría, pero es muy compleja de explicar y además, no me conviene hacerlo. De todas formas, de la necesidad de buscar un político que nos guíe -cual macho alfa en la manada- nos llevamos estos chascos. ¿Cómo van a predecir lo que ocurre? ¿Acaso son el oráculo de Delfos?

    Un saludo

    Cicero

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  2. Bueno, dices que discrepas en algo... me centraré en lo más claro: dices que Haití inspiró más compasión que Japón; puede ser como dices porque de hecho allí se fue mucha gente voluntaria, y no creo que vayan a Japón; pero yo no me refiero a qué nos da más pena por la gente sino a qué nos parece más impactante como fenómeno. Sinceramente, no había oido nada y me sorprende lo que cuentas sobre que la gente diga que los japoneses se merecen esto, me parece fatal, aunque sí estoy de acuerdo contigo en que inspiran menos piedad al parecer mejor preparados. En lo restante, me parece muy bien lo que dices.

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  3. Te dejo dos enlaces por si te interesa verlos. El primero es una página de FB que se titula: "japon tuvo terremoto y tsunami porque cazaba las ballenas". Aunque te lo dejo en español yo tuve noticia de estas opiniones descerebradas en Francés, concretamente, leyendo un artículo de Le Monde. Parece ser que para la estupidez y mezquindad no hay nacionalidad.


    http://www.facebook.com/pages/japon-tuvo-terremoto-y-tsunami-porque-cazaba-las-ballenas/135038353230905

    El segundo enlace está en francés y trata sobre como algunos americanos han interpretado el tsunami japonés como una venganza por Pearl Harbour. los comentarios de los americanos están tomados de facebook y en inglés. De nuevo corroboro que para la estupidez y la mezquindad no hay nacionalidad.

    http://www.viceland.com/blogs/fr/2011/03/15/tsunami-contre-pearl-harbor/

    Cicero

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  4. pues te lo agradezco mucho y los miraré pero no hoy, voy a estar desconectado unos tres días, y luego te diré algo. Gracias!

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