lunes, 7 de marzo de 2011

JOHN GALLIANO EN LA CARCEL DE READING

Líbreme el cielo de defender lo que ha dicho John Galliano. Está echado y bien echado; lo políticamente correcto es cubrirlo de infamia y prohibir decir su nombre como hicieron con Eróstrato (condena que logró que nadie olvidara su nombre).

Pero cumplidas las formalidades y concesiones a la ética, no tardemos mucho –por favor- en volver a la estética. ¿Nulla aesthetica sine aethica? ¿Nulla aethica sine aesthetica? (dicen que se dijeron en un diálogo entre Aranguren y Valverde, creo recordar). Lo cierto es que, una vez que pase el remolino del latigazo verbal de Galliano, las aguas deberán asentarse y nos obligarán a reconocer que John Galliano es, antes que nada, un gran artista, un creador mágico, un esteta.

Juan Carlos Antonio Galliano Guillén es un genio o geniecillo hispano (gibraltareño de padre y gaditano de madre), que se vio catapultado tras saltar los Pirineos. Francisco Rabanero también lo hizo de niño y fue Paco Rabanne. Balenciaga tuvo que hacerlo y muchos le creen francés, como al otro y como Picasso o Juan Gris, cosas del destierro. Los tres modistos tienen en común una raíz ibérica; los tres fueron muy influidos por la figura de su madre española, costurera en dos de ellos y enamorada de la ropa en el caso de Galliano. Los tres proceden de una familia débil en la que la figura del padre no ayudó al progreso del hijo, siendo la parte femenina la que decantó todo el peso de la magia y de la gloria. Algún día deberíamos hacernos mirar esa manía tan nuestra de hacer que nuestros vástagos se injerten en suelos ajenos como única forma de progresar. Rodeado de escándalo, criticado por los puristas, los serios, los doctos y esencialistas, John Galliano ha multiplicado la moda por el arte y le ha restado la pesadez. No soy un experto en diseño porque saben Ustedes que soy corsario y sólo veo ropas femeninas cuando arribo a la Isla de la Tortuga en busca de ron, pero a veces capturo navíos con señoras y ellas me hablan de ese tal Galliano en las noches estrelladas de cubierta. Dicen que si no fuera por gente como él no valoraríamos la ilusión de generar una nueva colección; verle salir al final de sus pases, esperar su guinda, sus cambios, sus vuelos… (parece que hablo de Curro Romero)

Al final, toda la polémica se olvidará y él deberá volver a crear, porque el genio –igual que la estupidez- es difícil de ocultar. Pero le queda un amargo pasillo que atravesar, y sólo pido que no se quede por el camino. A otro esteta y producto de su madre a pesar de su padre, Oscar Wilde (fue el primero en autodenominarse “profesor de estética”), le pasó algo parecido. Tenía éxito a raudales, pero cometió un error; incurrió en el tabú, ayer lo era la homosexualidad, hoy lo es el antisemitismo, los orcos patosos se lanzaron a por él, era lo único que habían podido encontrarle y se vio entonces que se la tenían jurada desde tiempo hacía, la irritación que provoca el enfant terrible exitoso y la ausencia de padrinos por su origen plebeyo hicieron el resto. Provocó él mismo un pleito por difamación, como ahora Galliano quiere demandar también, y le salió mal, lo mandaron a la cárcel de Reading (no sólo ésta) y ahí se pudrió, como quieren hacer con Galliano en la clínica. Wilde creó aún una pequeña joya en la cárcel, el De Profundis, además de la Balada famosa; cuando salió le miraban como apestado, pero era sólo cuestión de tiempo, él hubiera remontado si la salud y su Bosie le hubieran sido afectos. Galliano debe salir de su hoyo, de su cárcel de Reading, y volver a ser un profesor de estética, porque eso le sale de maravilla, incluso aunque nos parezca odioso lo que inventa –que a mí no me lo parece-.

10 comentarios:

  1. Bueno, no creo que sean comparables los insultos nazis de un borracho con la homosexualidad de Wilde. La homosexualidad de Wilde era un asunto privado, ambos mayores de edad y sin injuriar a nadie, sólo viviendo su vida quizás demasiado a la ligera, cosa que los tiempos no permitían. El padre de Bosie se sintió ultrajado y actuó en consecuencia, pero en principio (y por lo menos hasta donde yo he leído del asunto), la relación de ambos amantes no tenía por objeto humillar a nadie. Por desgracia, tuvieron que pasar mucho tiempo y muchas penalidades los homosexuales para ser un poco respetados, que tampoco tanto porque el prejuicio sigue existiendo. Tienen más derechos, pero siguen siendo maricones, la menos para una gran parte de la población, aunque quizás ahora se diga más en voz baja que hace unos años, lo cual no significa que no se diga.

    John Galliano, de haber vivido en la Alemania de Hitler, hubiera sido un candidato ideal para se gaseado: de aspecto agitanado, quizás de ancestros judíos, como gran parte de los ibéricos y con más pluma que una piara de avestruces. Por eso lo absurdo y tremendamente patético de sus insultos. Es muy posible que él, insultando de esa manera, sólo desease proyectar el aborrecimiento que siente hacia ciertas personas y que esté acostumbrado a hacerlo desde su pedestal sin plantearse lo que realmente significaron las cámaras de gas y el genocidio. Una forma de provocar... en privado. Pero se le olvidó que es un personaje público y que ello conlleva sus servidumbres. Dior vive de la imagen y la imagen, sobre todo si es un negocio, es algo sumamente frágil porque son los sueños de glamour lo que se venden. Y los sueños de glamour son sagrados ya que es lo que reconcilia a tanta genta con las cuarenta horas semanales, los trenes a rebosar de sudorosos humanos multicolores en hora punta, los pisos de 30 metros en la banlieu de París... Y un tipo borracho y solo profiriendo insultos nazis como lo haría cualquier pobre desgraciado que ha perdido el norte no vende glamour, por muy artista que sea. Quizás, como pintor o escritor maldito se le hubiera perdonado más facilmente, pero los pintores malditos son de otros tipos de sueños sórdidos, muchos menos ligeros y comerciales.

    No veo tanto problema aquí en lo políticamente correcto (Todo lo relacionado con el nazismo tiene muy mala prensa en centroeuropa ademas, de ser un delito el negacionismo, mientras que en España las cosas son un poco distintas la no haber sufrido la II G. Mundial.) como en otro caso en el que se le niega a un profesional de la psiquiatría a decir en la prensa determinada opinión sobre un político, crítica, aunque no insultante, porque incumple el código deontológico, como he leído esta mañana en un caso que me ha dejado un buen rato cavilando porque he comenzado a pensar que estamos llegando a extremos nada saludables para poder decir la verdad o alguna verdad.

    ¿Que se pasan al juzgarlo? Pues es posible que sí, al fin y al cabo estaba borracho. ¿Que seguirá siendo artista? Pues también. ¿Que irá a la cárcel? Pues no. Pagará una multa. ¿Que lo mismo saca dentro de un año una colección para árabes pudientes que odian a los judíos? Si lo hece se forra.

    Cicero

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  2. Estoy conforme en todo lo que dices, por supuesto no he pretendido decir que sean dos casos iguales los de Galliano y Wilde, y si empezamos a buscar diferencias salen miles, pero sí he buscado el paralelismo de dos hombres de éxito y heterodoxos que de golpe se ven abucheados por ir contra el tabú de su época. Si nos ponemos estrictos, lo de Galliano tampoco era público porque él estaba en su esfera privada y le provocaron (no es una disculpa), él nunca hubiera hablado así de saber que estaban grabándole y si hubiera estado en su juicio, ha pedido perdón mil veces después de eso; y Wilde no hacía nada para humillar a nadie en concreto, pero sabía desde hacía tiempo que era motivo de escándalo silencioso entre las gentes y no se abstuvo por ello de seguir porque no pensaba que fuera a ser tan grave su conducta, de hecho el juicio contra el padre de Bosie lo empezó Wilde cuando dicho padre le puso una misiva insultante en una tarjeta, aun sabiendo que el juicio iba a ser un escándalo en sí; y le aconsejaron irse del país cuando estaba a tiempo y tampoco quiso porque estaba bastante seguro de que no podía pasarle nada, pero todo se fue torciendo en el juicio.
    En fin, no pretendía que hiciéramos una tesis sobre Wilde, ni tampoco tener que dedicar demasiado tiempo a decir todo lo previo que debe decirse para que no me acusen a mí también de nazi o cosas raras, mi unica intención es transmitir algo: haya insultado o no, es un gran artista, y al final de los tiempos eso es lo que quedará (o debe quedar) con independencia de las anécdotas del momento

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  3. Te había puesto un comentario de respuesta, pero ha desaparecido ya publicado y no tengo más tiempo hoy para comentar. Otro día será.

    Un saludo

    Cicero

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  4. Vaya, lástima, porque tus comentarios siempre tienen miga, te ruego que cuando puedas hagas -al menos- un resumen

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  5. Por lo de que te llamen "nazi" o "cosas raras" no deberías preocuparte. Tiene más que ver con los prejuicios de determinadas personas que con lo que tú escribas, en realidad. Puede darse el caso de que llegue una persona a tu blog buscando encontrar algo así como "lucha contra la opresión capitalista" y si no lo encuentra, del berrinche se le puede ocurrir llamarte nazi como en otro siglo te hubiera llamado "zuavo" o "hugonote", pero cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe leer tu blog y darse cuenta de que tus planteamientos son equilibrados y con sentido común además de que en modo alguno incitan a ningún tipo de reacción radical.

    Por otra parte, no estoy del todo de acuerdo contigo en el tratamiento a Galliano. Una persona común -como yo, que no disfruto de fama ni soy artista- si comete el error de proferir esos insultos en un lugar público puede ser denunciada, con la circunstancia de que muy probablemente en Francia esos delitos de insultos racistas sean más graves que en España, dada su historia. A cualquier persona proferir esos inultos le traería problemas en su trabajo al tener que hacer frente a un denuncia y tener que acudir a un juicio. por cierto, que un bar sí es un lugar público, no la casa de uno.

    Creo que al mismo tiempo que una facción de la soiedad condena de una forma excesiva a Galliano, otra facción lo defiende demasiado porque es "artista", pero a mí no me parece que esto sea justo. En el caso de Polanski, por ejemplo, que también es un gran artista, acusado de una violación con agravantes a una niña de 13 años, una gran cantidad de artistas salió en su defensa y fue acogido por Francia sin ir a la cárcel. Cualquier otra persona ante un delito semejante no hubiera recibido apoyo ni se le hubiera perdonado, por mucho que hubiera sido un estupendo reponedor de estanterías en un supermercado o el más trabajador y talentuoso de los albañiles.

    Cicero

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  6. Querido Cicero, me temo que -lo siento por ti ;) - estamos totalmente de acuerdo. Del primer párrafo te agradezco tu mención a mi (nuestro) sentido común.
    Tu segundo y tercer párrafo podrían ser también míos: los insultos o infracciones de un famoso se tienen que tratar exactamente igual que a otro, ni "comprenderle" por ser artista ni "recargarle" más tampoco por ser famoso; limitarse a ver qué ha hecho y castigarle. El caso de Polanski que pones es perfecto y me da rabia que no se me hubiera ocurrido antes. Ni más, ni menos, que a los demás. Lo que pasa es que en este asunto (Galliano) creo que estamos sólo en uno de los extremos, el de que de momento van a por él en exceso, no veo que los mismos que se escandalizan por esto hayan dejado de ir a una recepción de la Reina de Inglaterra porque su nieto Harry se hiciera fotos borracho con la cruz gamada, a eso me refiero un poco, y que el tiempo pondrá cada cosa donde debe, y Galliano debe pagar por lo que ha hecho y ya lo está pagando. No estoy en el grupo de los que le defienden, sino en el grupo que se rie de los que son hormigas y aprovechan de la crisis del elefante para criticarle, decía Napoleón que los hombres se miden por la categoría de sus enemigos, y ahora muchos pretenden hacerse importantes sumandose a la crítica al importante, es todo y no tiene nada que ver con la justicia.

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  7. Llegará el ansiado día, oh, Corsario Zarafin de veloz nave en el mar de píxeles, en el que no estemos de acuerdo. Y ese día, que pasará a la historia de la blogografía y será señalado como el de la victoria del desacuerdo, lo celebraré con un Te Deum.

    ;-P

    Cicero

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  8. Bueno, pues en eso no estoy de acuerdo

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  9. http://www.youtube.com/watch?v=Osa7vU2-9m4

    Cicero

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