miércoles, 25 de enero de 2012
RAJOY LLEGARA TARDE A HENDAYA.
Hoy toca algo breve. (y perdonen el alineado, pero hoy la máquina no me obedece)
Cada vez que un hombre habla de minutos y mujeres se mete en un un jardín. Irving Wallace escribió el libro “Los 7 minutos”, y Paulo Coelho otro llamado “11 minutos”, y en ambos libros se rozaba la escatología, por decirlo fino. Se llevaban 4 minutos de diferencia. Ahora, otro hombre –español, ya era hora- ha sumado otros 4 minutos a la progresión y habla de los 15 minutos de retardo de la Señora Merkel.
Yo no sé, supongo que la Diplomacia tiene cosas ocultas o sabias que yo ignoro, pero no entiendo que un Jefe de la Diplomacia Española (que no otra cosa es un Ministro de Asuntos Exteriores) se deba permitir irritar de una manera tan gratuita a la señora que, después de las Parcas, más tijeras tiene en su mano para cortarnos el hilo de la vida. Ha dicho el Ministro que la Señora Merkel reacciona UN CUARTO DE HORA TARDE a las situaciones económicas, y no son declaraciones malinterpretadas: yo lo oí, igual que Rubalcaba “estaba allí”.
La Señora Merkel puede llegar 15 MINUTOS TARDE, porque para eso se lo paga ella, y también puede decir que España llega 15 AÑOS TARDE a todo, como nos ocurre, por no decir 15 siglos. ¿A qué viene decir esto? ¿Es que tiene Usted envidia, señor Ministro del PP, de que otros Ministros de Exteriores de España de los gobiernos del PSOE hayan pasado a la historia y Usted también quiere sumarse a la lista? Me refiero a los Morán, a los Moratinos... de los que sus allegados hablaban bien, pero que cuando tenían una cámara delante se transformaban en Nosferatu...
Miren, a mí lo de la tardanza me ha recordado, sobre todo, a Franco y Hitler pero al revés. ¿Recuerdan? La famosa frase de “Llegará tarde a Hendaya". Eran los tiempos de la II Guerra Mundial, y Hitler citó a Franco para intentar que éste entrara en guerra. El tren de Franco llegó algo tarde, según dijo la leyenda, por el ánimo de Franco de hacer esperar al ogro alemán y caldearle el ánimo. Serrano Suñer (a la sazón Ministro de Exteriores y sin embargo "medio cuñaooo") dijo que no fue deliberado, pero el hecho está ahí, el jefe de España llegó tarde a la cita con el alemán. Hoy, el jefe de España le dice a la alemana que es ella la que llega tarde. Debe ser que España y Alemania están condenadas a funcionar con 15 minutos de desencuentro, y por eso nos gustamos y nos malentendemos. No lo sé.
Lo que sí sé es que con ministros así no necesitamos Cojos Manteca ni indignados. Tampoco sé si, para recordarle la cosa de la hora a la Merkel, Rajoy llegará tarde a la cita con la alemana, como hizo Franco. Quizá así coincidan los dos por una vez.
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