lunes, 8 de noviembre de 2010

AL SEÑOR DE SINGAPUR QUE HA ENTRADO EN MI BLOG

Estimado Señor de Singapur,

  ha entrado Usted en mi blog, y se lo quiero agradecer con todo mi amor a flor de píxel.

Desde que soy Ablogado de Oficio he visto que los extranjeros me visitan más que los españoles, será porque no me entienden, pero no esperaba encontrar afecto en lugar tan lejano después de San Pablo Miki. No he derramado lágrimas por no oxidar el teclado y porque nadie me miraba, pero guardo la emoción como Frodo su anillo, aunque queme de poder.

¿Habla Usted español? ¿Es rich su tylor? ¿Por qué me ha elegido a mí, que no me hablaban ni los del bloque? Lo más cerca que he estado hasta ahora de un Señor de Singapur fue un cromo de Sandokán de la nocilla, pero estoy dispuesto a escuchar.
 
Sepa, no obstante, que no tengo patrimonio. Tampoco soy dueño de mi barco: es él quien me posee a mí. Eso sí, desde que desaparecieron el Galeón de Manila y la Escuadra de Barlovento no ha habido navío más gallardo que el mío por los mares del Sur. Claro, que soy un poco ilegal; me llamo corsario para que parezca que tengo patente, pero más bien soy piratilla. He pasado alguna vez por las costas de Usted, a veces ni me entero porque estoy en mi camarote escribiendo en la telaraña social como el Capitán Nemo -que en el latín de Europa significa Capitán Nadie-, y eso soy, como Ulises ante Polifemo recibiendo pedradas.

Por cierto, le estoy llamando Señor y cabe que Usted sea una Madame Butterfly. En tal supuesto la cosa podría cambiar, salvo que allí Madame Butterfly signifique lo mismo que aquí Madame Mariposa, en cuyo caso sólo podría ofrecerle mi leal amistad.

De cualquier forma, Señor o Señora, me ha visitado Usted sólo una vez. ¿Es que no le gusto? Mire que en España eso duele. Además, así no hay quien contrate publicidad y le recuerdo que aquí tenemos crisis. Por cierto, ¿Conoce Usted a Zapatero?...

Llegado a este punto tórrido me estoy acordando de que, aparte del de Singapur, hay otro señor que también lee estas cosas desde muy arriba: el Censor. Sé que hay uno porque a una amiga bloggera le han cerrado el chiringuito los de la Suprema. Señor Censor de Mordor: Usted no se enfade, que mi amor por el Señor de Singapur es tan casto como el de Ninet por el de Murcia, al principio. (Como sea verdad lo del Censor me muero, no puedo ser tan torpe, aunque si me ha leído significará que, al menos, ya he tenido dos visitantes antes del Armagedón... sí, a menos que… ¡¡el Señor de Singapur y el Censor sean la misma persona!!)

3 comentarios:

  1. No significa que en realidad esté en Singapur, puede ser un proxy (enmascarador de IP).

    Lo del censor pudiera haber ocurrido en caso de presunta vulneración de la ley, si es que ha habido previa denuncia de alguien, pero no me consta como práctica habitual en blogger. Durante años tuve blogs en blogger -ya no- y nunca me censuraron ningún contenido.

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  2. Gracias, Cicero, tendré en cuenta tus consejos porque soy nuevo en esto, y se lo diré a mi amiga.
    De todas formas, es más bonito pensar que la señal viene de Singapur y no que es un rebote de la Teletienda, ¿no?
    salu2

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  3. De nada.

    Puede venir la señal de Singapur, en efecto, todo es posible.

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