viernes, 6 de mayo de 2011

BILDU Y LAS RUBIAS

Vamos a tener que convivir con Bildu, así que más vale que nos acostumbremos, como cuando el padre de familia trae a casa un hijo secreto de 17 años y hay que llamarle hermanito y cederle una habitación.

Al enterarme de que Bildu era una combinación de entes, no sé por qué imaginé que se trataba de una mezcla etimológica, y pensé en una fusión de Dildo y Bildung. El primer concepto tenía sentido, pues tanto éste como los partidos políticos tienen funciones semejantes, al menos para un hombre y no sigo. Pero con Bildung algo fallaba, pues se trata de un palabro alemán que significa “formación intelectual”, y eso ya no tiene nada que ver con la política.

Entonces me he metido en Internet, a ver su programa e ilustrarme. En la página oficial el apartado de programa está en blanco; sin embargo, hay fotos de las fiestas como el aberri eguna. Y he pensado: fiestas sí, programa no… ¿por qué dirán que no son españoles?  

No obstante, no me he rendido y no he parado hasta encontrar algo programático. En algún apartado aparece la mención de que es un grupo “soberanista, progresista e izquierdista”. Yo, la verdad, no había visto un triángulo más difícil desde lo del Príncipe Carlos. Imaginaba a Stalin o a Trotski alabando el soberanismo y algo no cuadraba; imaginaba la palabra progresismo escrita en el pavimento de Tianammen y tampoco lo pillo. Debe ser algo lingüístico, pensé. Recordaba el movimiento obrero de la I Guerra Mundial, cuando la izquierda propugnó una guerra de clases internacional en lugar de una contienda entre paises soberanos. Anteayer se murió el último de los combatientes de esa guerra y nos lo podría haber confirmado (le honro, creo que soy el primero, otros se han limitado  a hacer burlas con su edad). Podría preguntarle a Montesquieu, pero también está muerto, según Alfonso Guerra.

Como la cabeza ya no me da para entender a los partidos, me paso a las emociones, y ahí sí veo una novedad: en bildu hay rubias. No crean que soy frívolo; cuando lo de Suárez muchos asesores tenían claro que Adolfo ganaba por su sex-apeal, y no digamos Felipe. Frente a tales galanes poco tuvo que hacer Calvo Sotelo, ni Ansar a pesar de abdominales. No sé si suena políticamente horrendo, pero comparen las pintas de los bildus y las anteriores de los batasunos, no me negarán que algunos ya se van pareciendo al yerno o nuera que Usted toleraría aunque Usted no pensara como los vascos y las vascas. Los más maduros sabrán de lo que hablo si cito al bello Enrique Curiel o al primer Verstringe. La democracia tiene estas cosas, y no me importa: es lícito degradar el discurso cuando todo lo demás también se degrada ante nuestras narices y los Parlamentos y Sálvame aproximan posturas, así que yo paso de hablar del Tribunal Supremo y del Constitucional, de Rubalcaba y de Oreja, y me paso a lo frívolo, a mirar los zapatos de los bildus y los peinados de las bildas para distraerme, ya que los voy a tener al lado durante mucho tiempo y un día. Y si en algún momento alguno saca una idea, o el amor, que me despierten.

3 comentarios:

  1. No me he fijado en las rubias. ¿Tanto han cambiado el look? Sí que he visto que ahora parecen más de pueblo -¿o es que son de pueblo?-, menos de uniforme jarrai, con cortes de pelo más convencionales, auqnue hay cierta tendencia al flequillo encogido, que o bien es un rasgo étnico y se les corta automáticamente o una superstición para tener la frente más despejada con el fin de comunicarse telepáticamente.

    En fin, haces bien. Yo tampoco encuentro grandes cosas que ver en la política y me dedico a leer sobre otros asuntos. Todo está atascado en lo mismo de siempre. Mucha gente coge un bloque ideológico y tira con él, pase lo que pase con reflexión cero. Puedes decir que no es lógico, que no es justo, pero da igual. No hay manera de que entiendan algo que se sale del esquema. Y si a eso le sumamos la aficción desmedida por el victimismo, y más en este último siglo XX en el que había que ser víctimas de algo para obtener reconocimiento, tenemos la paranoia montada. Buen post, como acostumbras.

    Cicero

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  2. Pues sí que hay algunas rubias, métete en sus páginas y lo verás. Yo espero que nadie lo vea por el lado "machista" y rollos de esos, era más bien un símbolo irónico de que se preocupan más de su imagen y de agradar como ciudadanos normales, en lugar de estar todo el día gritando como sólían hacer los otros. el actuar como puede hacer cualquier mozuela de barrio o como cualquier pija me indica que se trata de personas más cercanas a mí, menos cismáticas y con las que quizá pueda entenderme mejor que con los que sólo ladran y tiran piedras. Por supuesto que sus ideas me dan terror, pero eso no me importa si al menos saben guardar las formas.

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  3. Pues yo echo de menos el clásico "mullet" éuscaro. Ah, que tiempos aquéllos en los que los jarretxos compartían look con los baloncestistas lituanos y Billy Ray Cirus...

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