domingo, 1 de mayo de 2011

EN LOS CEMENTERIOS NO HAY NADIE. O LA VISITA DE LYNNE MANSUR.


Lynne Mansur es una mujer –la única- que durante la boda del Príncipe Guillermo se fue a ver a Lady Di. Mientras cientos de miles de humanos abarrotaban las pantallas de la tele, Lynne estaba apoyada en el muro exterior de la finca de Althorp, en Northamptonshire, perteneciente a la familia Spencer y distante cientos de kilómetros de donde se celebraba la boda. La reja de acceso estaba cerrada, pues según informa el periódico sólo la abren al público dos meses durante el verano, así que Lynne no ha podido acercarse al panteón donde reposa Lady Diana.

La foto la refleja con gesto desolado, ojos cerrados y frente hacia arriba, dando muestras de cansancio por haber hecho un largo viaje y por no haber obtenido el fruto deseado. La imagen es muy bella, tremendamente humana, incluso en lo estrambótico de una fan cuya devoción le lleva a desplazarse quién sabe desde dónde, sólo para acompañar a la madre del novio, por supuesto fallecida.

La devota afirma no estar poseída por ningún imán morboso, y define su actuación como un impulso de amor. No obstante, nadie puede negar que este tipo de visitas se presta a todo género de comentarios góticos.

Entonces me ha venido a la memoria una frase que oi hace unas semanas. La pronunció la medium que ha aterrizado en Tele5, esa señora rubia que parece ver espíritus al lado de vivos y nos va contando lo que hacen y piensan. Tengo motivos fundados para creer que es honesta. En cierto momento le preguntaron si, dadas sus facultades, tenía miedo de ir a los cementerios; entonces contestó: “¿miedo? ¿por qué? ¡si en los cementerios no hay nadie!”. Viniendo de ella, la frase sonaba lapidaria, nunca mejor dicho. Nuestro afán de acercarnos a los seres queridos nos lleva al último lugar donde les vimos, igual que los toros sacados al ruedo tienen a refugiarse en el último lugar por el que vieron la salida. La creencia de que los espíritus son visitables en el cementerio donde reposan sus cuerpos implica un salto en el vacío prácticamente igual de generoso que el de considerar que el espíritu ha sobrevivido, y aceptamos tanto lo uno como lo otro, como si fueran datos y parejos. Nunca me han parecido más solitarios los cementerios que cuando oi aquella frase de la medium, daba la sensación de que ni siquiera los espíritus de los fallecidos querían saber nada de sus antiguos porteadores.

5 comentarios:

  1. ¿Lynne Mansur existe?

    No he visto la foto ni la noticia.

    Me ha gustado tu post de hoy.

    Cicero

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  2. vaya, gracias, no esperaba que gustase a casi nadie. Sí existe, o al menos sí existe la noticia que ley en prensa el domingo, no estoy seguro si en el mundo, el pais o el ABC, estaba en un lugar donde estaban todos ellos, lo miraré y te lo confirmaré.

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  3. Para Cicero: He buscado en esos periódicos y no lo veo, creo que debió ser en otros de Valencia: Levante o Las Provincias, de los días 29-30 de abril o 1 de Mayo, no puedo decirte más, en internet no lo localizo. Juraría que el nombre lo memoricé bien (no lo apunté) porque ya entonces pensé en escribir esto, pero puede que en alguna letra me equivoque. Lo siento!

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  4. Gracias, Zarafin. También yo lo busqué en internet porque me pareció interesante la historia pero no lo encontré. A esos periódicos que citas no tengo acceso. Muchas gracias por el detalle de buscarlo.

    Cicero

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  5. de nada; como podrás ver, en alguna entrada posterior ya he puesto alguna referencia a las fuentes, por si alguien quiere profundizar.

    salu2
    César

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