EN EL PSOE NO HAY BICEFALIA. NI DEDAZO. NI CARMEN.

      Bicefalia significa dos cabezas y, que yo sepa, lo que se dice cabezas en el PSOE sólo veo una. ¡Ojalá hubiera dos!

Yo creo que la cabeza de ZP, -que hay que suponer que al nacer la tuvo-, debió fundírsele en aquel fin de semana aciago en que quisieron enseñarle economía. Eran los tiempos en que era preciso saber algo porque se iba a producir el Planetario Encuentro con Obama. Después ya se vio que no era preciso que ZP tuviera ningún conocimiento; bastaba con que lo tuviera Angela Merkel.

Y así siguieron las cosas, la cabeza Alfredo se hizo parlante, avanzó posiciones y la nombraron Vicepresidente. Una cabeza única es el mejor garante del pensamiento único, como debe ser en un partido político. Sin embargo, el eterno femenino estaba por reventar como en toda primavera, y apareció Carmen.

Dice Próspero Mérimée que Carmen se plantó retadora ante Don José y le lanzó una flor, concretamente una casia que le cayó entre ambos pies, meneó el bullarengue y abrió los ojos de cejas negras para pasmo de aquél. Don José es calificado por Mérimée como señorito y bandolero, así que debe tratarse sin duda de Don José Luis ZP (señorito porque lo que es trabajar nunca supo qué cosa fuera, y bandolero porque lo que es trabajar tampoco nunca supo qué cosa fuera). Don José quedó hechizado por Carmen en un principio, pero sólo por su cuerpo de mujer cuota, -pues en cuanto a cabeza quien le fascinaba era Alfredo-  hasta que fue dándose cuenta de que aquélla podía ser un peligro. “Estoy vestida de lana, pero no soy cordero”, le decía la Ministra en el texto francés, y así se reveló y se rebeló cuando Don José dijo que no sería más el candidato. Le espetó entonces Carmen: “No quiero ser atormentada, ni, sobre todo, mandada” (todo está en el libro), y la cosa se puso fea pues Don José no quería ningún trío.

Como todo el mundo sabe, Carmen acabó mal. Fue Don José el que terminó con ella, pero no con un dedazo sino con un cuchillo. ¿Y después? En el PSOE no hay dedazos como tampoco hay bicefalias; hay unas preciosas elecciones primitivas, digo primarias, que sirven para nombrar sucesor y evitar una lotería primaria, digo primitiva. Como Carmen ya no está, y hay que seguir siendo más demócrata que el PP, a falta de Dedazo han cogido el Dedito de repuesto y con él han señalado a uno o dos –tú, y tú, o no sales en la foto y te mando con Montesquieu- para que se presenten contra Rubalcaba.

He visto la carita a uno de ellos, produce ternura, es como el Niño de los Castigos de “Príncipe y Mendigo”, cuando cogían al azar a un niño del pueblo para castigarlo por las faltas del príncipe, ya que a éste no se le podía reprender. Van a echar a esos pobres candidatos al Coliseo de Ferraz, para regocijo de la Ejecutiva. Al final el león Alfredo se comerá a los muñecos que le pongan delante, pero es posible que en el PSOE ocurra como en el libro de Mérimée: acabar con Carmen no resolvió los problemas de Don José sino al revés, le llevó a la total perdición. Ya veremos si la Cabeza sabe salirse a tiempo de la obra o si se hunde con quien le convirtió en parlante.