martes, 3 de mayo de 2011

BIN LADEN, ANIBAL, HASSAN I SABAH Y EL INDEPENDENCE DAY.

  

Esta entrada tiene varias partes.

I.- En la primera me limitaré a decir que no pienso tratar el tema de forma irónica o chistosa, ha habido demasiada sangre que aún gotea, que se rían otros.

II.- En la segunda diré que no pienso criticar a los EEUU por haber matado a su enemigo público número cero punto dos. Con razón o sin ella, entra en toda lógica –y lo contrario carece de ella- que EEUU actúe como lo ha hecho. No se puede esperar otra cosa en un pueblo que 1) aspira a ser hegemónico; 2) se ha dejado docenas de miles de vidas en lo que considera su autodefensa; 3) ha incorporado el temor al ataque interior a su universo de temores y fobias.

Salvando las infintas diferencias entre los personajes históricos, el fenómeno Bin Laden se ha convertido para los estadounidenses en algo muy parecido a lo que fue Aníbal para los romanos. Estos, aspirando a dominar el mundo, habían derrotado a los cartagineses en todas las guerras, pero eso no significaba ganar las batallas mientras al frente del enemigo estuviera Aníbal, que valía por medio ejército. El pequeño africano demostró que con muchas menos fuerzas y apoyo era capaz –con su talento- de dar la vuelta a cualquier situación. La expresión Annibal ante portas se acuñó como ejemplo del terror a verle aparecer por la Via Apia, de forma parecida a como los niños de Flandes escuchaban el que viene el Duque de Alba, o en España se decía hay moros en la costa. Roma no descansó hasta ver muerto a Aníbal, y lo persiguió por todo el mundo entonces conocido, alcanzándolo finalmente en el reino de Bitinia (hoy Norte de Turquía). Ya no era un peligro militar, pero exterminarlo se había convertido en una necesidad psicológica. Dice la crónica que, acorralado y viejo, el cartaginés pronunció antes de ser capturado y muerto las siguientes palabras: Libremos a Roma de sus inquietudes, ya que no sabe esperar la muerte de un anciano.

Existe un personaje de las cruzadas cuyo perfil me recuerda también al de Bin Laden. Se trata de Hassan i Sabah, el Viejo de la Montaña, líder de la Secta de los Asesinos que desde un castillo de cuento situado en Alamut (norte de Persia) dirigía toda una red de adeptos medio fanáticos y medio drogados y siempre suicidas que eran capaces de superar cualquier defensa y atacar al enemigo en su punto más protegido. La red se convirtió en un poder invisible pero temible, influyendo en la política internacional del tiempo de Saladino y Ricardo. No puedo extenderme aquí sobre este tema, y me remito –por todos- a la genial monografía de Sir Steven Runcimman sobre las cruzadas. Sin embargo, prefiero a Aníbal como ejemplo pues éste infundió terror a las poblaciones, mientras que Hassan infundía terror sólo a los dirigentes que se sabían su objetivo.

Quienes critican a EEUU por no haber detenido a Bin Laden para juzgarlo es porque creen que una guerra (no otra cosa es el terrorismo) es un juego versallesco, y que un comando de élite en plena aceleración es capaz de decidir en cuestión de segundos qué gustará más a la prensa. Vivo o muerto pero que no escape, son las reglas, y menos mal que ha sido Obama. Tampoco por eso criticaré lo que creo que tiene poca alternativa, y si ésta consiste en el modelo español de dejar que los terroristas se vayan de la cárcel a pie por errores “legalijudiciales”, o que tengamos en comisiones de derechos humanos a los que matan por la espalda, casi me quedo con los Sheriffs de Kansas aunque parezcan salidos de una película de Russ Meyer.

III.- La tercera parte de esta entrada se refiere a lo que han hecho con el cadáver. Aquí sí criticaré a los EEUU. Yo no les diría Yankies go home, sino Yankies go to school. ¿Por qué lo han hecho? Aquí entramos, además, en esfa fase estúpida en que la explicación parece aún más torpe que el episodio. Dicen que le han hecho pruebas de ADN, que han seguido la ley islámica, que no querían crear un mito ni un lugar de peregrinación… así que se ve que le han sacado tres pelos de la barba, dos fotos y lo han tirado al mar. Vamos que, después de lo de las autopsias de Kennedy y del Hombre de Roswell, pocos guiones de muertos han sido mejor urdidos para sustentar una teoría de la conspiración, -lo de las fotos del viaje a la Luna no entra aquí-.

Tenemos la tendencia a creer que el pais más poderoso del mundo debe tener a la gente más lista del mundo tomando decisiones. No lo sé. De momento, ya salen algunos diciendo que lo de respetar el Islam es mentira y que no se hace así. El lanzamiento al agua no ha sido nunca, además, un sistema honroso, y ahí tenemos desde el antiguo culeum romano y medieval lanzando al reo al agua en un saco con animales dentro, los apresados por los piratas caminando por la pasarela, o el paso por la quilla. Además, cabe que en el agua reviva el interesado, como parece que hizo Rasputín en las heladas aguas de San Petersburgo, y aun puede suponer que el cadáver no se descomponga por acción de ciertas algas, como ha ocurrido en algunos descubrimientos submarinos de Escandinavia.

La muerte rápida (no diré asesinato, como gustan de hacer algunos) del enemigo suena muchas veces sospechoso, pues parece que no ha interesado escuchar lo que iban a decir por si comprometía la versión de los ganadores. Es lo que hicieron con los que atentaron contra Filipo de Macedonia, lo que pasó en la purga de Ernst Röhm en la noche de los cuchillos largos, o con Ceaucescu a quien apenas se dio tiempo para respirar una vez detenido y juzgado de broma. No es excusa la improvisación, pues ésta no ha existido -si es que hay que aceptar lo que están diciendo acerca de que conocían el enclave desde hace meses, construyeron un edificio idéntico como simulador para preparar la operación, y los soldados llevaban minicámaras en los cascos para verlo todo, y retransmitirlo-.

Pero lo del cadáver es más hiriente; además, con el agravante de que la versión dada no tiene marcha atrás, o será aún peor. El presidente Obama ha salido a las cámaras, y ha hablado como en la película Independence Day, aureolado como jefe de Estados Unidos y del planeta en general (le faltaba Zapatero al lado, perdón, he sido irónico). Se ha dirigido a los países del mundo, y entonces es cuando me he molestado. Obama parecía poseido de un pathos místico de telepredicador que nos ofrece la paz y el perdón de los pecados, hablaba al mundo (lo que es lo mismo que al Universo), después de seguir la operación en sus oficinillas y rodeado de dos o tres generales, sus diez o cien soldados han matado a la bicha y los siete mil millones de humanos respiramos tranquilos… Sí, pero no.

Si Usted quiere hablar en mi nombre, cuente conmigo para el “después”, y si no, hable por Usted. No sólo han muerto estadounidenses, sino gente de todos los países, así que muchos más países merecíamos el respeto de que se nos enseñe el cadáver, se nos aporten las pruebas, nos inviten a una autopsia, se nos libere de la murga secular de que si no murió, que si la conspiración, que si la CIA, etc y etc., no merecemos que se nos invite a comer pero no a cocinar, como en el Despotismo Ilustrado, sino que los demás teníamos también algo que decir. No es “su muerto”, sino “nuestro muerto”. Si quiere estar Usted sólo, me parece muy bien, pero luego no venga pidiendo amor además de sumisión. No me creo tanto respeto por el sistema de entierro islámico cuando jamás lo ha habido con ningún otro “objetivo militar”. No me creo que no hayan podido esperar a formar un comité internacional de urgencia que valore la identidad del cadáver, que mande a su propio CSI, que avise a los de la ONU para que asistan al entierro… luego se quejarán de que la gente dude y se forme el mito, a menos que sea lo que Ustedes quieren dejando que la emoción se canalice por ahí fomentando la espera de la vuelta de Bin Laden (como la del rey Arturo, Don Sebastián de Portugal, Elvis o Walt Disney) en lugar de centrarse en un nuevo enemigo vivo… ¿No podían haberlo tenido un poco más, hacerle todas las pruebas y luego incinerarlo, o tirarlo al mar pero ya con la sangre seca?

Cuando murió Alarico en 410, sus soldados no quisieron que se supiera dónde estaba el cadáver, y desviaron el curso del rio Busento para enterrarlo bajo su cauce y que quedara bajo las aguas en lugar ilocalizable.  Tenían claro que el lugar de entierro sería no de peregrinación sino de saqueo. En el caso de Bin Laden se podía haber evitado el riesgo de veneración sin necesidad de montar el número de Excalibur llevándose al rey muerto a la Isla de Avalón. Bastaba el quemadero de Guantánamo, pero han querido montar su falla, y –lo que es peor- ellos solitos. Pues ahora me temo que se van a quedar también solitos defendiendo la veracidad del episodio, larva de un programa de Iker Jiménez de dentro de tres años, junto al Experimento Filadelfia y la bomba de Palomares. A partir de ahora, aunque saquen mil imágenes y un acta notarial, no les va a valer porque ya nadie se creerá una imagen sacada a la segunda; para este tipo de cosas, casi preferíamos a los EEUU chulescos antes que a los photoshopeadores; la imagen del pollo alquitranado de Kuwait hizo mucho daño, y los informes de las armas de Irak también, no nos hagan esto muchas veces más porque apago y me voy.

Lo siento por la ironía como tendencia. Como verán, no he hablado de los problemas de déficit de EEUU que eran acuciantes, ni de la pérdida de popularidad de Obama, ni de la justificación de Guantánamo, ni del atentado de anteayer a Marruecos, ni de la unión de Hamas y los otros, ni de las revueltas musulmanas… todo eso está también detrás pero otros lo saben decir mejor. Yo sólo protesto porque se han fumado el cadáver y nos han dejado a cambio una polémica para decenios, absolutamente prescindible.

3 comentarios:

  1. Ah, los imperios nunca preguntan. Obama lo ha hecho por los suyos, los americanos. Son ellos quienes se han gastado la pasta y el muerto es suyo. ¿Por qué iban a preocuparse de lo que pensemos los demás? Es para consumo interno. Nosotros sólo somos las provincias, unas más pijas que otras. De hecho, esa es la mentalidad ganadora, nos guste o no. Por eso USA es USA, tan admirada envidiada y odiada, porque hace lo que le da la gana.

    Yo tampoco critico a los americanos por haber buscado su objetivo, aunque considere que en realidad no han solucionadao nada salvo dado a su pueblo razones para soñar y la autoestima feroz que produce ganar una guerra pero, evidentemente, al estar en una de las provincias del imperio, por situacion personal demasiado cerca de objetivos militares y civiles muy delicados, no reacciono con alegría ante la noticia. Me da igual que no me pregunten, entre otras cosas porque nunca lo hacen, pero tengo razones para temblar un poquito.

    En lo de la teoría de la conspiración tienes razón. Tenemos entretenimiento para rato. A ver qué dice el oráculo wikileaks. Y gracias por el vertiginoso recorrido histórico, aunque eso de estar en Annibal y luego en Alamut tan pronto da un poco de vértigo. Muy buen post.

    Cicero

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  2. Se quedan muchos interrogantes abiertos y realmente no hay certezas de lo que ha pasado, el escrito esta muy bien porque capta todos los matices y es un analisis de lo que ha pasado y de lo que se sabe y no se sabe, la comparación con la historia nos hace darnos cuenta que hay cosas en la condición humana que se repiten.

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  3. Creo que coincidimos todos, al menos, en que el asunto va a dar para mucho, nos va a entretener durante meses o años, y se ramifica por muchos lados porque esto no ha hecho más que empezar y nos deparará muchas sorpresas.
    El recorrido histórico lo he hecho porque me divierte, pues tengo muy claro que nadie va a dejar de meter la pata sólo por saber que hace siglos otro la metió también, es asín.

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