Primero la DENUNCIA. Segundo, la SOLUCION ALTERNATIVA. Y para el final, la CRITICA. Quien quiera que lo lea.
DENUNCIA.- SIN IRONIAS.- Supongo que, a esta alturas, todos hemos visto algunas de las imágenes de la policía dando porrazos en las inmediaciones de Sol. Pegan a unas chicas, a una pareja, a un fotógrafo, a uno con una bici... pegan fuerte, las chicas gritan -chillan-, el fotógrafo se encorva, el de la bici ya ni corre... y son muchos más. Es lamentable, y el hecho en sí debe ser denunciado por cualquier ciudadano, porque 1) eso no debe ocurrir, 2) en ese momento supone una desproporción de fuerza contra gente indefensa, 3) provoca daños psicológicos en quien lo sufre y en quien lo presencia, aparte de los físicos que sufre el agredido, y 4) esto debe denunciarse con total independencia de nuestra opinión sobre el tema de fondo, que todos conocemos y luego se abordará.
Es penoso que a estas alturas deban producirse golpes de ese tipo, con reiteración, mucha fuerza e incluso –por qué no decirlo si salta a la vista- con cierto ensañamiento. No es propio de profesionales de la seguridad cívica en un Estado democrático. Poco más hay que decir para denunciar: esta mal. Y no debe repetirse, aunque se repetirá.
SOLUCION ALTERNATIVA.- Parece que actúan obedeciendo órdenes y que la consigna de hoy (no la de anteayer) es impedir a toda costa los altercados, impidiendo a los “anti” (permítanme simplificar) entrar en contacto con los peregrinos. La Delegada del Gobierno, o el Ministro, o el ex-Ministro, o el Presidente, los cuatro del PSOE, parecen querer dar hoy una imagen de autoridad, de compromiso con el orden público y de eficacia. Y yo solo digo que “Puaj”, sin admirativos para no parecer un histrión.
¿Eso era lo que querían demostrar? ¿Querían obtener el desalojo de Sol, impedir el contacto entre los dos grupos? ¿Disuadir a los violentos de insistir en días sucesivos...? Les diré cómo lo habría hecho yo, creo que forma más profesional, con las siguientes fases:
0.1) Impedir que se cree el caldo de cultivo para que se consolide un movimiento agresivo general.
0.2) Impedir que se cree el caldo de cultivo para que se consolide un movimiento agresivo contra la visita del Papa.
0.3) Impedir la manifestación del 17-A.
0.4) Impedir los peligros de la manifestación del 17-A, una vez autorizada.
Hasta aquí aparece mucho la palabra “Impedir”, y alguno me llamará facha por aquello tan tierno del “prohibido prohibir”, pero en fin, cuando uno va a un hospital con una herida abierta y el médico dice: “Impidan que siga sangrando, impidan luego que se infecte, impidan luego que se toque la herida, e impidan finalmente que se vaya a su casa sin hacerle una revisión”, seguro que se guardan lo de facha para otro día.
Sigamos. Una vez desperdiciadas todas esas ocasiones de hacer las cosas bien, y una vez que tenemos a la masas delante, ¿Cómo se las desaloja sin romperles el cráneo? Y esto vale para este caso y para cualquier otro, pues desde el 15-M estoy viendo alucinado cómo el poder dice no saber cómo apartar legalmente a unas personas de un sitio.
1.- La Delegada manda una orden clara a los agentes.- Para que desalojen la plaza de forma ordenada y progresiva, y con instrucciones adecuadas sobre uso proporcionado de la fuerza y de graduación del ejercicio de la fuerza, para dar una idea clara de las intenciones de la autoridad y dar tiempo a que la gente las acate.
2.- Los Agentes le comunican esto a los supuestos líderes del grupo, si es que los hay, y le piden que los vaya desalojando, o que en otro caso procederán a cumplir el desalojo por la fuerza.
3.- Si desalojan, medalla. Si no desalojan, se pide refuerzos antes de pasar a la acción.
4.- Llegado el refuerzo para cubrir la siguiente fase, se empieza a pedir la documentación al supuesto lider/es, a los más gritones o a los que se les vea “machos alfa”. Si la dan, se le toma nota y se les vuelve a comunicar la orden de desalojo por desorden público, una vez fichados. Si lo cumple, medalla. Si se opone a dar la documentación o a desalojar, se le detiene, se le esposa si protesta y se le mete al furgón por desobediencia; al calabozo una tarde y al día siguiente al juzgado.
5.- Hecho eso con uno, se hace con el siguiente, como en La Vida de Brian al mandar uno a uno a crucifixión. “Siguiente! Tú, documentación... se te ordena desalojar la plaza... –no estoy haciendo nada malo ... -eso se lo dirás al juez pero de momento cumple la orden porque yo no tengo por qué discutir la orden contigo... –pero... –una ...- fascista! ...- dos ... –madero! ...-tres, quedas detenido, deténganlo. Siguiente, tú: documentación........” y así, uno detrás de otro.
No hace falta pegar a nadie, ni echar botes de humo, ni correr, ni sembrar pánico... hay que dejar siempre una salida a los que quieren irse, porque si no se crea el pánico. Hay que demostrar siempre que hay una progresión en la acción, para hacer previsible el siguiente paso, y para dejar bien claro quién está provocando el paso siguiente. Incluso se puede/debe acompañar esta actuación de cámaras, para que el indignado sepa que se le está grabando como medida de seguridad, que no va a tener fácil dar una versión falsa, y que lleva las de perder si se pasa al siguiente escalón. Si hay que detener a 2, se hace, y si a 200, se hace, uno a uno, con mucha calma. Si uno de esos tira un bote, se le dice: tú, aquí, detenido también por agresión, y se le filma; si se resiste, se va a por él y se le detiene también por resistencia a la autoridad. Si escapa, se le acusará además por desobediencia, y con la filmación seguro que se podrá acabar deteniéndole, porque la policía sabe encontrar a alguien de estos grupos cuando quiere.
En definitiva, es sólo cuestión de querer, y dar las órdenes adecuadas. Estoy seguro de que cualquier policía y sus oficiales saben esto, y si no lo hacen es porque el jefe político lo impide. Cuando los indignados vayan viendo que los primeros cinco han subido esposados al furgón, seguro que se irán yendo. Aquí hay mucho “efecto gallito”, pero cuando al gallito se le moja la cresta los demás le abandonan. Que no se van y gritan más, se refuerza el dispositivo y se sigue deteniendo gente, uno a uno, mucho mejor detener a uno por minuto que pegar veinte palos a veinte y dejarlos otra vez a la espalda sin detenerlos, porque si no se les detiene saben que lo único a lo que se arriesgan es a recibir un porracito y reírse luego “enseñando la marca a las chavalitas” mientras otro ha sacado la foto con el móvil y encima se hace famoso, pero sin ninguna secuela legal para el futuro. Al revés, deben saber que lo que hagan un sólo día va a dejar secuela en los archivos, y veremos si mañana repiten.
Lo que hay que tener claro es que estos sujetos, a partir de cierto momento, dejan de ser ciudadanos opinantes y se convierten en delincuentes, y como tales hay que tratarlos en protección del resto de la población.
A continuación, les pongo una lista de los diferentes delitos por los que se les puede perseguir como delincuentes. Ellos deben saber que están cometiendo delitos, y que eso no puede salir gratis.
Código penal. Atentado contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos. Resistencia y desobediencia. Desordenes públicos.
Artículo 550.- Son reos de atentado los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas.
Artículo 553.- La provocación, la conspiración y la proposición para cualquiera de los delitos previstos en los artículos anteriores...
Artículo 555.- ... a los que acometan o intimiden a las personas que acudan en auxilio de la autoridad, sus agentes o funcionarios.
Artículo 556.- Los que, sin estar comprendidos en el artículo 550, resistieren a la autoridad o sus agentes, o los desobedecieren gravemente, en el ejercicio de sus funciones...
Artículo 557.- 1... los que, actuando en grupo, y con el fin de atentar contra la paz pública, alteren el orden público causando lesiones a las personas, produciendo daños en las propiedades, obstaculizando las vías públicas o los accesos a las mismas de manera peligrosa para los que por ellas circulen, o invadiendo instalaciones o edificios, sin perjuicio de las penas que les puedan corresponder conforme a otros preceptos de este Código.
2. Se impondrá ... cuando éstos se produjeren con ocasión de la celebración de eventos o espectáculos que congreguen a gran número de personas.
Artículo 559. Los que perturben gravemente el orden público con objeto de impedir a alguna persona el ejercicio de sus derechos cívicos...
Además de estas infracciones contra el orden público, pueden suceder otras directamente contra los agentes tales como las de injurias, amenazas, coacciones, vejaciones, y por supuesto daños, lesiones, etc., también castigadas en el Código Penal.
Faltas contra el orden público.-
Artículo 633.- Los que perturbaren levemente el orden en ...los actos públicos, en espectáculos deportivos o culturales, solemnidades o reuniones numerosas...
Artículo 634.- Los que faltaren al respeto y consideración debida a la autoridad o sus agentes, o los desobedecieren levemente, cuando ejerzan sus funciones...
CRITICA.- Estoy cansado de hablar de esto, así que seré breve en lo posible.
En mi opinión, los golpes que han dado los policías se los estaban dando a la Delegada del Gobierno y al Gobierno. Eso sí, en la espalda de la chica de tirantitos. La rabia del policía es la de un mal profesional que está cabreado, no con los impresentables que tiene delante (para los que le han adiestrado), sino con los impresentables que tiene detrás (para los que no está adiestrado).
El policía tiene el cerebro hecho a lo siguiente: ”Soy un agente de seguridad. Dependo de la autoridad política de seguridad. La autoridad competente es competente y ejerce su competencia dándome órdenes de cubrir la seguridad. Cuando actúo, estoy cumpliendo una orden correcta y soy parte de una máquina que busca la seguridad.”
Sin embargo, lo que los policías parecen pensar al dar los palos de Sol, es lo siguiente: “Soy un agente de seguridad. Dependo de la autoridad política de seguridad. La autoridad competente es una incompetente que no tiene ni idea y no ejerce su competencia porque me ha dado órdenes de no hacer nada y dejarme insultar y dejarme lanzar latas y decirme que no acuda cuando debo y decirme que no provoque fotos pegando a los indignados y que no se me ocurra ser antipático con nadie pero menos con los indignados y que no se me ocurra pedir refuerzos y que me guarde la porra y me deje pegar por estos cretinos, porque las órdenes pretenden no cubrir la seguridad sino mantener el buen rollo político del PSOE con los okupas esperando que les voten cuando el PP de Ayuntamiento y Comunidad han dicho que es peligroso y cuando mi sindicato también lo ha dicho y cuando el propio Gobierno también pensaba así hasta que han pensado que podían perder los votos de los okupas. Cuando actúo, soy un hombre con una mano atada a la espalda y con la otra apenas puedo parar las latas que me tiran, soy parte de un cuerpo ridículo y mis compañeros son igual de ridículos y sólo espero que no nos pase nada a ninguno porque si nos pasa nadie nos va a apoyar, y que no hagamos nada a nadie porque nos van a empapelar, y que ojalá tampoco le pase nada a esta pobre gente a la que les están diciendo de todo, porque nosotros no podemos ayudarles apenas.”
Estoy convencido de que cada policía tiene su ideología, algunos votarán al PSOE, otros al PP, otros a quien les dé la gana o a nadie. Pero en esos momentos son unos profesionales, y creo que todos quieren hacer bien su trabajo, porque para hacerlo mal se van a su casa. Debe ser irritante saber que el peor enemigo no es el que tienes delante en la plaza sino detrás en los despachos, y que tú estás ahí dando la cara para que te la partan sin poder protestar ni perseguir a ese imbécil que te tira una piedra.
Debe ser irritante que, a pesar de tus informes en contra, la señora política de turno ha cambiado el criterio porque tiembla por su poltrona y su sueldazo que –según lo visto- no se merece, y todo porque unos ciudadanos que se han vuelto locos están poseídos por la creencia de que la calle es suya y llaman a Sol “mi casa” como si fueran E.T.
Me da pena pensar en un policía que ve como los organizadores de una manifestación, al decirles que no pueden hacerla, se limitan a decir que la van a hacer “con autorización o sin ella”, y que la autoridad se acongoje ante esa frase y permitan lo que no debían permitir, y debe ser muy irritante que después salga el señor convocante y lo celebre diciendo que, a pesar de las presiones recibidas para impedirlo (¿? sic) ha triunfado la democracia, cuando lo único que ha triunfado es la estulticia, la ridiculez y el chantaje político. Este comportamiento es propio de tiempos de extremismo; y no voy a decir de extremismo de izquierdas, porque a mí lo primero que me ha venido a la cabeza al ver la “valentía” de los convocantes ha sido la Marcha sobre Roma de Mussolini, (con o sin permiso), o la anexión de Austria o de los Sudetes checos por Hitler, (con o sin tratado).
En derecho y en filosofía hay muchos conceptos diferentes de causa, (causa directa o indirecta, mediata o inmediata, causa final, última, etc.), no voy a aburrirles. Para mí la causa y la culpa está en: 1) los convocantes, por pretenciosos o por imprudentes o por engreídos o por obtusos. Lo siento: si yo quiero hacer una manifestación contra los encierros de San Fermín tengo todos los días de mi vida para hacerlo porque la ley me reconoce el derecho de hacerlo, pero no se me ocurre pedir permiso para hacerla en pleno encierro y que circule por la curva de la Estafeta, porque sólo un suicida o un reventador de eventos propondría eso; quien actúe así no quiere manifestar algo, sino que además quiere provocar un altercado, y verlo de otra manera es estar en un mundo diferente del mío y quizá sobro yo. Pero claro, había que imponer la voluntad porque “Sol es mía”. Y 2) la Delegada y el Gobierno del PSOE. Y digo sus siglas porque han actuado como partido político y no como autoridad, así que habrá que saber qué partido quería sacar rédito político de esta actuación tan irresponsable, y decir que el PP se oponía, así que tengamos claro lo que hubiera hecho el PP si hubiera gobernado.
Los convocantes, gracias a la incompetencia del Gobierno, han impuesto su voluntad, y lo consideran un triunfo de la democracia y del impulso del pueblo que vence a la burocracia de los burgueses. Que se queden su triunfo, para mí es un fracaso, porque en una democracia la ley nunca puede ser “el plan A”, y si falla me paso al “plan B” (= ”con autorización o sin ella”). Hay una película muy bonita llamada “EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD”, que es de 1935, la realizó una genio llamada Leni Riefenstahl, y narra un caso parecido en el que el impulso consigue demostrar a dónde puede llegar quien se siente representante del pueblo superando el inmovilismo burgués: un tal Adolf Hitler.
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