Quieren eliminar miles de pueblos para ahorrar, ¿Es que eso va a convertir en listos o ahorradores a nuestros gobernantes?
En los presupuestos de 2010 los políticos incrementaron un 15% la dotación a sus partidos, y subieron un 10% el gasto para concejales y miembros de las diputaciones provinciales (según Expansión), mientras rebajaban a los funcionarios el 5%, quitaban chequebebés, becas, desgravaciones... ellos se subieron los sueldos y a nosotros nos subieron... el IVA. La esperanza blanca (Cospedal) ha eliminado cargos de su gobierno pero con parte de ese ahorro ha subido los sueldos de los prebostes que le quedan en unos 4.000 euros al año. Todo son ejemplos aislados, pero es que el archipiélago que forman es temible.
Dicen que se podrían ahorrar unos 4.000 millones de euros suprimiendo los municipios de menos de 5.000 habitantes. Resulta que esos municipios son el 83% de los pueblos de España, que son algo más de 8.000. Es decir, que desaparecerían unos 6.000 pueblos. Con ese ahorro se podría pagar, por ejemplo -y de ser ciertas- la deuda del Canal 9 del PP (unos mil y pico millones) y las alfombras de la Castilla La Mancha ex-PSOE (unos dos mil y pico). Así que, a sensu contrario, si se hubiera gestionado bien Canal 9 (o suprimido), y si en Castilla La Mancha hubieran contratado con una mínima decencia, podrían haberse salvado 6.000 pueblos españoles. ¿Creen que eso les importa a los que mandan?
Y ahora, pensemos: si se ahorrasen los dineros que se dicen, y viendo que con las migajas que nos quedaban en 2010 lo primero que hicieron fue subirse la asignación a ellos mismos y a sus partidos mientras los demás nos ahogamos y somos desahuciados de las casas y las europas ¿creen Ustedes que van a dedicar ese dinero a hacernos la vida agradable? No, parchearán las cuentas ante la Merkel, y acto seguido seguirán contratando mal y haciendo teles para dar trabajo a su primo, y si queda algo seguirán subiéndose el sueldo, para equipararse a Uropa (¿por qué se equiparan siempre en lo que más joroba al pueblo?).
La Administración es una pirámide con diversos escalones:
1) Estado
2) Comunidades Autónomas
3) Provincias
4) Comarcas (incipientes)
5) Municipios
Los de número impar –1, 3 y 5- son de espíritu centralizador o centrípeto. Los de número par –2 y 4-, responden a las aspiraciones centrífugas que incluyen a foralistas, separatistas, nacionalistas, federalistas e independentistas, junto a los autonomistas convencidos. Si se debilitan los niveles 3 o 5 de los pueblos y diputaciones, sus funciones deberán ser absorbidas por alguno de los restantes, y todos sabemos cuál va a ser el que se lleve el pastel, toda vez que el Estado o Nación española es un concepto discutible según su presidente y por tanto indigno de mejora. En consecuencia, una reducción drástica de municipios o provincias sólo va a redundar en una mayor disgregación política y en un salto cualitativo de la desafección entre regiones (cada uno sabrá si eso le gusta, a mí me da tanta tristeza este pobre país de payasos -con perdón de los payasos- que no pienso volver aunque pudiera, y me quedo en el mar por si suprimen los barcos para pagar sus dietas).
Los pueblos, en mi modestísima y humildísima y pobrísima opinión, son irrenunciables. Son nuestra historia, nuestra identidad de cientos de años, nuestros abuelos. Vamos a desenterrar sus fosas pero les vamos a enterrar las paredes. Son los espacios donde caben los molinos de energía eólica, las centrales solares, los bosques de oxígeno, los huertos donde podrían comer tantísimas familias que ya no tienen ni para comer. Los tiempos piden reivindicar la formación o salvación de núcleos para un mundo más sano y familiar, y los pueblos pueden ser una red de espacios humanos donde aprender muchas cosas que nos ayuden a equilibrar los desequilibrios urbanos. La nueva sensibilidad medioambiental, la búsqueda de nuevos servicios en el mundo rural, la revalorización de las actividades agrarias como tabla de salvación personal y como factor de reserva macroeconómica... Cuántas soluciones podríamos encontrar con una simple mirada al entorno. Pero no, hay que apilar más aún a los humanos en el humo, el asfalto y la zona azul.
Si los pueblos se conservan, pero se les priva de sus alcaldes y sus concejales, será como jugar al fútbol sin porterías para marcar goles. Los pequeños ayuntamientos gastan muy poco, en muchos sitios nadie cobra, y hasta pierden dinero, pero son una gran escuela de democracia y de identidad. Si la ley pública se retira de un sitio, al poco le suele seguir la ley privada, y algo más tarde los ciudadanos. En mi opinión, el futuro está más en revitalizar las zonas rurales que en reconcentrar las zonas urbanas y envasarlas al vacío.
Hemos tenido unos años en los que sobre ingresos coyunturales hemos proyectado unos gastos estructurales; nos ha salido mal, como cualquier persona preparada ( = no política) podía prever, y ahora para arreglarlo estamos malbaratando nuestros ingresos estructurales para pagar los gastos coyunturales de los malos políticos. Sé que es una generalización, pero la hago a gusto, para que así estén como nosotros, con la crisis generalizada, la angustia y la desmoralización general. Mañana se cargarán los pueblos para pagar sus teles, al otro la lotería para pagar sus pagas extras 13 y 14, y al siguiente, para pagar sus carteles y videos, venderán el oro como dice la Merkel (el que quede, que Solbes ya vendió hace cuatro años el 30% del que teníamos, “aprovechando que no había crisis”. Y ojo, que hace unos años pidió un parlamentario alemán que les vendiéramos Mallorca, a ver si ZP va y se acuerda y la vende para pagar el desmontaje de la Cruz de los Caídos y el certificado de defunción de Franco, que éste es capaz).
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