jueves, 20 de octubre de 2011

ETA Y EL CABALLO DE TROYA



Obligado decir algo. La panda terrorista ETA ha emitido un comunicado sobre el cese definitivo de su actividad armada.

Curiosa panda que “comunica” siempre pero nunca “conversa”. Curiosos políticos y periodistas que ya se han puesto hoy la medalla, por si mañana fuera mentira. Curiosos otros, con cara de enfado pase lo que pase. Tristes rederos sociales, antisociales por lo que insultan. Indignos líderes vascos que sólo hablan del “sufrimiento de la sociedad vasca” como si fueran ellos los únicos en haberlo sufrido... Algunos parecen con tantas ganas de que sea verdad la cesación de ETA antes de estas elecciones, como otros de que fuera la autora del 11-M antes de aquellas otras. Cuidadín. Pero todos se han mojado, todos menos los comunicantes que sólo han hablado desde la orilla (eso sí, con boina negra sobre el raso blanco planchado, y en castellano antiguo o anticuado).

No me apetece dedicar ni cinco minutos a poner adjetivos a lo que aún no es sustantivo sino mero prefijo en élfico. No obstante, estoy dispuesto a alegrarme muchísimo si todo es verdad, o a mirar con desprecio si resulta una farsa. Mucho me temo que hasta después de las elecciones del 20-N no cantarán más gallos. Hoy por hoy sólo tenemos el mensaje de cese.

En Troya pasó lo mismo. Los griegos dejaron un mensaje de retirada en forma de caballo: “Cese definitivo de la hostilidad contra Troya, nos volvemos a casa”, parecía significar el equino de madera. Los troyanos fueron tan tontos, y tenían tantas ganas de creerse la buena nueva, que confiaron en el regalo sin comprobar qué era realmente aquello. Bastaba un mero acto de comprobación fuera de las murallas, a la sombra del templo de Apolo, y Troya habría ganado la guerra. Pero no.

No cuesta nada guardarse la alegría unos días, o unas semanas. Como diría el Apóstol Santo Tomás ante el comunicado de la Resurrección de Jesús, no me lo creeré ni me alegraré hasta que no meta mi mano en la herida de su costado, o lo que es lo mismo, hasta que la policía meta la mano en el saco de su arsenal, y los jueces metan la mano en el bolsillo de los etarras para coger su DNI.

Así pues, aprendiendo del Señor Rubalcaba, me limito a sugerir: “Comprobar, Confirmar, Informar”.

4 comentarios:

  1. Este tema Eta,..., sus comunicados.., da para mucho, aunque resumiendo se quede en que quien comete asesinato ha de ser tratado como asesino, quien extorsiona, como extorsionista y quien siembra el terror como terrorista, y no solo por aquello del castigo ejemplar y ejemplificador, pero ¿porque ETA ha gozado, goza y gozará de privilegios?, ¿porque múltiples gobiernos no han tenido el poder de acorralarla, desposeerla de su capacidad de existencia? Estás dudas levantan mi ceja con un escepticismo "sospechante" y mordáz. No existirá cierto interés en que halla "malos" para que los "buenos" parezcan héroes?

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  2. En el tema de ETA, como en cualquier otro que lleve enquistado mucho tiempo, da para que por debajo de lo aparente se halla llegado entre ambas partes a ciertos hábitos asumidos, cierto reparto de papeles en que se tiene a estar cómodo una vez que uno consolida su parcela. Hay muchos que no saben estar sin su enemigo, y casi necesitan mantenerlo para que su vida siga teniendo sentido. En este caso hay mucha complejidad, aunque sule ocurrir que una vez desaparecidos los más violentos, el resto de desmorona como un castillo de naipes. Ya veremos.

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  3. Bien dicho, Corsario.

    Siempre necesitamos a unos malos muy malos, para que otros que también son malos pero menos, parezcan buenos.

    No es comparable matar gente con los cicateros movimientos políticos de todo color, pero ya me entiende.

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  4. El ser humano parece que necesita un enemigo para dar sentido a su conducta o sentirse más heroico. El problema es cuando eso lo hacen no sólo los individuos sino también las sociedades, porque significa que por sí sóla no está bien cimentada.

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