jueves, 17 de noviembre de 2011

LAS ELECCIONES Y ANTONIO MACHADO: LO QUE PASA EN LA CALLE.

 Le he prometido al editor no meterme en la campaña y lo voy a cumplir. Pero nada me impide hablar de Antonio Machado.

Ya sabemos todos que Machado es propiedad de Alfonso Guerra; pero -por suerte- los libros de Machado no, con permiso de Teddy Bautista. En época electoral sería muy socorrido recordar aquél poema de que una de las dos Españas nos ha de helar el corazón, si bien no lo diré porque ahora la que nos hiela el corazón es una de las dos Europas. Citaré por tanto una prosa: el “Juan de Mairena”.

Viendo los mensajes electorales de los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP), he hallado en el Juan de Mairena la explicación de por qué ambos partidos son tan incompatibles. El PP habla de “cambio”, y el PSOE habla de “corre”, y “pelea” (o sea algo así como “muévete”). Pues bien, aquél profesor de Retórica creado por Machado ya nos demostró en su capítulo XXI que cambio y movimiento son incompatibles, “lo que cambia no se mueve, y lo que se mueve no cambia”. Ello es obvio, desde un punto de vista lógico y también retórico: Si algo se mueve, debe mantener su identidad en las dos fases inicial y final de ese movimiento, para poder decir que “eso” ha ido desde aquí hasta allí, y por tanto no puede cambiar mientras se esté moviendo. Por el otro lado, lo que cambia no puede moverse mientras cambia, pues al mutar ya no será la misma cosa la del inicio que la del final, y por ello no podría decirse que tal cosa se hubiera desplazado pues ya no sería la misma que era. No sé si lo he explicado bien, pero si tienen dudas vayan a la edición de Austral, la verdecita.

En todo caso, no es lo anterior del Juan de Mairena lo que más me ha recordado a la campaña electoral actual. La joya que quiero recordarles es la que está al inicio del librito, cuando Mairena, profesor de retórica, hace salir al alumno Señor Pérez a la pizarra y le hace escribir: “los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. Acto seguido le pide al pupilo que ponga eso mismo en lenguaje poético. El alumno, después de meditar, escribe: “lo que pasa en la calle”. Y Mairena contesta: “No está mal”.

Esto sí es aplicable a nuestra campaña, y a nuestros políticos. Parece que es muy difícil por no decir imposible por no decir inconveniente decir lo que pasa en la calle de verdad, hablar de lo que está pasando y va a pasar, porque resulta muy crudo. Al PP se lo echan en cara por lo que va a venir, y al PSOE se lo echan en cara por lo que ya pasó. Buscan frases rebuscadas para que no les entendamos, y sacan unos los brotes verdes como aquél sacó los hilillos, con lo fácil que es decir no sabemos nada a no sabemos nada, y chorro de petróleo al chorro de petróleo. Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa son ni más ni menos que el paro galopante, la deuda impagable, la desmoralización y la incertidumbre llagada en nuestros felpudos, las caras de nuestros ancianos, la hora de las noticias que se ha convertido en la hora del parte...

A los políticos les cuesta mucho hablar de “lo que pasa en la calle”, y prefieren hablar de “los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. Vale, si así lo quieren. Yo me conformo con que ellos sepan que ambas frases significan lo mismo, que ya ni de eso estoy seguro.

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